El aumento en la salinidad del agua que suministra OSE ha generado algunos problemas para Ancap en la refinación del petróleo que hace la empresa estatal en la Refinería de la Teja.
Según informó El Observador, la planta utiliza agua para generar vapor que se emplea para el control de temperatura de los procesos y aumento de la salinidad provoca que suba la conductividad eléctrica en el agua de reposición, lo que provoca una aceleración en los procesos de corrosión de los caños de las calderas.
Ante esta dificultad, los equipos técnicos de la refinería mantuvieron este lunes una reunión de coordinación con los equipos de OSE, en busca de soluciones para evitar la corrosión en los equipos industriales.
El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, afirmó que esta situación ha generado que las autoridades evalúen incluso detener los trabajos en la planta por la afectación que están sufriendo las calderas y las tuberías.
En tanto, el vicepresidente de Ancap, Diego Durand, dijo a Montevideo Portal que la refinería va a seguir operando y que se evalúa como una de las posibilidades que las barcazas que llevan gasoil a Paysandú “levanten agua” al del río Uruguay a la altura del departamento de Colonia.
La alternativa que estudia por ahora el directorio de Ancap es si dicho transporte fluvial lo realiza con barcazas propias o acude a terceros.
Ancap adquirió una Unidad Potabilizadora de Agua (UPA) que puso OSE a disposición de la empresa y que serviría para el tratamiento del agua dulce proveniente del Río Uruguay, lo que se suma a una planta de ósmosis inversa comprada a UTE en le mes de marzo. En la planta también se utiliza agua tratada que proviene de UTE que es trasladada en camiones cisternas.
"Es un gran trabajo de las empresas del Estado coordinadas", destacó Durand.