El caso del exjefe de la custodia presidencial Alejandro Astesiano cobró nuevamente relevancia en las últimas dos semanas luego de que se divulgara una conversación con el presidente Luis Lacalle Pou, en la que se da cuenta de que el mandatario estuvo al tanto de la investigación sobre el presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala.
Ante esto, Astesiano se reunió con su exabogado Marcos Prieto para hablar del acuerdo abreviado, que implica una prisión de cuatro años de cárcel, al que llegó tras la actuación de la exfiscal devenida en política Gabriela Fossati.
Desde hace unos meses, sobre todo a través de redes sociales, el excustodio ha manifestado que hubo una serie de irregularidades en las negociaciones que existieron con Fossati. Precisamente, en rueda de prensa Prieto habló de situaciones en las que la exfuncionaria del Ministerio Público utilizó su “poder” para “acorralar” a su cliente y que ambas partes pusieran fin a las indagatorias.
Fossati ha negado estas acusaciones y aseguró que siempre se ajustó a la ley para llegar a un acuerdo con Astesiano. De hecho, argumentó que —en caso de haber incurrido en un error— fue por una serie de irregularidades que surgieron desde Inteligencia del Ministerio del Interior.
Por ejemplo, Fossati ha repetido en varias ocasiones que el celular periciado no era personal de Astesiano sino que pertenecía al Ministerio del Interior. Sin embargo, el periodista Gabriel Pereyra dio cuenta de que el teléfono está a nombre del excustodio y de hecho debe más de $ 43.000.
Consultada por Montevideo Portal, la exfiscal sostuvo: “Yo abrí una investigación sobre algunos funcionarios de Inteligencia porque me llamaron la atención algunas cosas que habían pasado y noté que podían estar mintiéndome” en el transcurso de la investigación.
La versión de Astesiano es otra y da cuenta de una serie de irregularidades que abarcan tanto las audiencias en las que participó Fossati así como también conversaciones personales que ambos mantuvieron.
En el celular que fue periciado por la Policía Científica había una serie de mensajes y fotos personales. Según la versión del excustodio, a la que accedió Montevideo Portal, Fossati le dijo: “Si no firmás y terminás con esto, esas fotos van a salir a la luz. ¿No querías cuidar a tu familia? Esto los va a perjudicar y vos vas a quedar mal parado”.
Asimismo, la exfiscal le argumentó que existían algunas conversaciones con compañeras de trabajo que, fuera de contexto, parecerían “otra cosa”. Esto se sumó a que Astesiano, en un momento dado de la investigación, se vio “entre la espada y la pared” porque consideraba que estaba siendo víctima de “hostigamiento” mediático, según declaró su exabogado Prieto y ratificó el condenado.
Fossati interrogó a Astesiano en varias ocasiones, instancias cuyos audios deben ser grabados. Tanto Prieto como Astesiano aseguraron que no siempre la exfiscal prendía el grabador y que en muchas ocasiones entraba sin su equipo de trabajo por algunos minutos.
Astesiano ha manifestado a su círculo íntimo que no pretende salir en libertad o reducir pena, dado que es “consciente de que alguna cagada se mandó”. Lo que sí busca es exponer a Fossati para dar cuenta de que la negociación del acuerdo abreviado estuvo fuera de la norma.
“Él sabe que está en prisión y que esa pena la va a tener que cumplir porque fue lo que aceptó. También ha buscado cuidar a su familia, pero en las últimas semanas se le ha colmado la paciencia”, agregó un familiar a Montevideo Portal.
Astesiano acusa a la exfiscal, además, de haberlo amenazado con que si no llegaban a un acuerdo él iba a pasar 10 años en prisión en caso de ir a juicio. Esto también fue negado públicamente por la exfiscal, pero ratificado por Prieto, con quien Fossati habría mantenido la conversación.
El “manoseo” del celular
En la medida en que la pericia del celular de Astesiano avanzó, Fossati dijo que había mensajes que estaban borrados por lo que los investigadores deberían recuperar parte del archivo de los chats.
Ahora, la familia de Astesiano acusa al exdirector de Inteligencia Claudio Correa de haber borrado algunos mensajes que “comprometían” a autoridades del gobierno. De hecho, aseguran que hubo “un manoseo” del teléfono en el mismo momento en que el excustodio fue detenido en la residencia presidencial de Suárez y Reyes.
La familia de Astesiano quiere que el excustodio denuncie penalmente tanto a Fossati como a Correa, pero él aún no está decidido. En caso de hacerlo, será por los presuntos delitos de estafa procesal y extorsión.