El Ministerio de Ambiente realizó una inspección, por parte de técnicos de la Dirección Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, en el predio del complejo Estancia Posada Vik, que resultó en la “suspensión inmediata” de una obra que tenía un impacto negativo en la laguna José Ignacio.
En la denuncia, que las vecinas de la zona presentaron al Ministerio, expresaron que según se les manifestó, la obra en cuestión “se trataría de algo vinculado con la creación de un campo de golf”.
Tras ser informado y realizar una inspección en la zona, el Ministerio presentó una resolución donde constató el inicio de una construcción de una caminería sobre la laguna por parte de Estancia Posada Vik. También que se utilizaba “material extraído del mismo terreno” y se avanzaba sobre el espejo de agua que se forma en esta.
Luego de la inspección del Ministerio, indicó que “no se solicitó la modificación de la autorización ambiental” y que “el relleno en el cuerpo de la laguna afecta un ecosistema que presenta una biodiversidad de alto interés de conservación, así como la zona del ecotono en la pradera baja”.
Además, se confirmó que las actividades que allí se desarrollan generan un “impacto ambiental negativo significativo por destrucción de hábitats de alto interés de conservación, que podría ser “irreversible”. Así como también, que si esta obra continúa “agravará el daño ocasionado”, por lo que “debe procederse con su suspensión de manera urgente”.
En tanto, el Ministerio notificó al complejo Estancia Posada Vik que se encuentra “pasible de ser sancionada por la contravención a las normas de protección del ambiente constatada en estos obrados”.
El complejo turístico contaba con dos autorizaciones hechas por las gestiones anteriores; una otorgada por el entonces Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente en 2007, y otra por la Autorización Ambiental de Operación en 2020. Sin embargo, esta obra no contaba con una autorización.