El Ministerio de Ambiente pidió una prórroga por 10 días para la presentación de su informe técnico sobre el proyecto que busca construir un complejo de 29 edificios en la península de Punta Ballena, Maldonado, para “uso residencial y creativo”.
El proyecto se ubica en la costa del departamento, en la ladera a ambos lados de la Sierra de la Ballena. El grupo de empresarios, liderado por el banquero argentino Ezequiel Carballo, pretende construír el denominado Complejo residencial Punta Ballena sobre seis padrones de dominio privado.
Ya hubo un primer informe ambiental, elaborado por la parte interesada y publicado en la página web del Ministerio de Ambiente, en donde se detalla que la iniciativa había sido aprobada tanto por la Intendencia de Maldonado (IDM) como por la Junta Departamental. Tiene un plazo estimado de siete años.
Sin embargo, el intendente de Maldonado, Enrique Antía, aseguró hace pocos días que “no hay ningún expediente” en la intendencia relacionado al proyecto edilicio que se pretende realizar en Punta Ballena.
“No hay nada para presentarle a la Intendencia. Sabemos que hay un tema que está en [el Ministerio de] Ambiente y que [la cartera] tiene que laudar”, aseveró en rueda de prensa.
El proyecto está a consideración del Ministerio de Ambiente y se abrió la etapa de planteos de la sociedad, hasta fin de mes. Por eso, esta semana la Red Unión de la Costa, conformada por 70 agrupaciones vecinales, movimientos sociales y organizaciones ambientalistas, había presentado casi 4.000 firmas para solicitar “la prórroga en el tiempo de puesta de manifiesto” del emprendimiento, algo que fue escuchado por las autoridades.
Entre los varios impactos que tendría esta propuesta, figuran varios de “pérdida de biodiversidad” con una importancia “alta”. El informe prevé una serie de medidas para apuntalar estos riesgos.
De acuerdo con el primer documento, la intervención del proyecto en la etapa de construcción afecta el 34,6% del área de vegetación natural de Punta Ballena. “Sin embargo, la afectación permanente se genera sobre el 18,0% del área natural, por el efecto de la ocupación superficial que genera la infraestructura del proyecto; el 16,6% restante se recupera acorde a pautas de gestión ecológica”, reza la publicación.
Asimismo, del análisis realizado en ese informe ambiental “se entiende que, con la aplicación de las medidas de gestión y mitigación identificadas, los impactos potenciales residuales serán admisibles” en donde se pretende realizar el proyecto.
“El Proyecto se acompaña con una propuesta de gestión ecológica integral a través de la cual, de ejecutarse acorde a lo propuesto por el equipo especialista, ofrece las garantías para la conservación de la vegetación rupícola, la diversa flora de Punta Ballena y las numerosas especies de interés para la conservación, en contraste con la no ejecución del proyecto, que supone que la proliferación de las especies exóticas invasoras continúe sin control hasta sustituir la mayor parte de vegetación natural de Punta Ballena en las próximas dos décadas”, concluye el documento.