Almagro: “Mucha gente confunde ser de izquierda con ser amigos de dictadores de izquierda”

"La pandemia ha afectado de forma dramática los derechos fundamentales. El derecho a reunión, el derecho a protesta pacífica, todo lo que tiene que ver con gente reuniéndose. A la hora de defender las garantías y libertades fundamentales eso no debe alterar el orden institucional del país. Esto quiere decir: la separación de poderes, las responsabilidades públicas, la libertad de expresión, todo eso tiene que seguir vigente durante este tiempo. Algunos países han sido muy restrictivos, otros más graduales, algunos más permisivos por tener en cuenta la variable económica. Pero no debemos confundir con las dictaduras en ningún caso. Ahí es distinto el respeto a las libertades fundamentales, es distinta la separación de poderes, y es distinta la censura y la restricción de libertades públicas", señaló Luis Almagro, secretario general de la OEA, en entrevista con César Bianchi en 970 Universal.

Bianchi le preguntó si compartía los resultados de un estudio del Instituto Lowy, un grupo de expertos australianos encargados de procesar datos e información de diferentes temáticas, que situó a Uruguay como número 12 en el mundo (entre 100 países) y primero en el continente respecto al manejo de la pandemia. "Uruguay lo ha hecho muy bien", comenzó evaluando Almagro. "Su fortaleza institucional ha respondido en este caso, el espíritu cívico de la ciudadanía también ha respondido. Las coyunturas políticas, económicas, sociales del Uruguay son distintas a las de otros países. Pero no es nuestro trabajo juzgar y decir que unos estuvieron bien y otros estuvieron mal, ante algo imprevisto y cuando las condiciones sociales, políticas y económicas han sido muy diferentes", afirmó.

El titular de la OEA también contestó las críticas que le llueven desde la izquierda latinoamericana. "Mucha gente confunde (ser de) izquierda con (ser) amigos de dictadores de izquierda. Ese es el problema que hemos tenido, ha tenido que ver con eso: con cómo nos posicionamos respecto a los dictadores de izquierda. Hay amigos de dictadores de izquierda, y en función de eso se consideran de izquierda. No tiene nada que ver. La izquierda tiene que ser democrática y libertaria, para ser izquierda. La izquierda es un proyecto ético y moral, y el día que pierde esa dimensión ética se pierde mucho de esa sustancia de izquierda", dijo.

"Si se quieren enojar conmigo para hacer buenas migas con la gente que comete crímenes de lesa humanidad, que comete fraudes electorales, que está cometiendo el despropósito de cooptar o atacar la institución, es un problema de ellos... Como hay dictaduras de derecha también, y debería ser la derecha la primera en condenar las dictaduras de derecha. Debería ser una lógica política permanente. Lamentablemente no es así, la gente cierra filas en función de determinados preconceptos ideológicos y barreras artificiales", agregó Almagro.

Consultado por el periodista, el titular de la OEA (y ex canciller del gobierno de José Mujica), dijo que él no ha variado su forma de pensar respecto a Cuba y Venezuela, con los años: "Una cosa es ser canciller de Uruguay, otra cosa es embajador en China y otra secretario general de la OEA. Son responsabilidades diferentes. No obstante, el posicionamiento filosófico siempre ha sido el mismo. Si alguien ha cambiado no he sido yo, han sido otros. Yo llevaba un mes y medio de gestión y recibí a las Damas de Blanco, también las recibió Mujica y Danilo Astori. Escuchamos y transmitimos un mensaje de cómo estaba parado Uruguay en términos de defensa de los derechos individuales. Con el régimen chavista la historia es bastante larga: en 2011 me opuse al ingreso de Venezuela al Mercosur, en 2014 llevé una voz muy fuerte en la misión de Unasur en Caracas, también tuve un pronunciamiento muy fuerte en otra reunión de Unasur en Chile. Y fueron tiempos en que era canciller de Mujica", concluyó.