Por The New York Times | Karim Zidan and Kevin Draper
La victoria de Khamzat Chimaev el fin de semana pasado en un duro combate fue una declaración en el mundo de las artes marciales mixtas: Chimaev, un peso wélter invicto, se está convirtiendo rápidamente en la próxima superestrella del Ultimate Fighting Championship (UFC).
Sin embargo, a medida que su mística crece a través de peleas emocionantes y espectáculos promocionales, la misma UFC que convierte a luchadores en rostros de cartel para eventos de televisión a la carta, ha eludido un problema con Chimaev y otros en el deporte: sus relaciones con Ramzan Kadyrov, el líder autoritario de Chechenia cuyos negocios personales han sido restringidos por el gobierno de Estados Unidos.
Horas antes de su pelea del sábado 9 de abril, Chimaev, de 27 años, publicó una foto en sus historias de Instagram que lo mostraba en una videollamada con Kadyrov, quien ha sido acusado de horrendos abusos contra los derechos humanos y es un aliado cercano del presidente ruso Vladimir Putin. Chimaev, quien nació en Chechenia y se mudó a Suecia cuando tenía 18 años, ha sido colmado de elogios y lujos desde hace tiempo por Kadyrov, quien le ha organizado fiestas y en una oportunidad le obsequió un Mercedes-Benz.
En 2017, el Departamento del Tesoro emitió sanciones que le prohibieron a los ciudadanos estadounidenses y personas presentes en Estados Unidos hacer negocios con Kadyrov. Varios de sus asociados y algunos de sus negocios fueran sancionados de manera similar en 2020. Unas de sus actividades comerciales más visibles, la cual se ha entrecruzado repetidas veces con la UFC y otras organizaciones de deportes de combate, han sido las artes marciales mixtas, incluido su gimnasio, Akhmat MMA.
Las medidas contra Kadyrov y Akhmat MMA son amplias. Están diseñadas para prohibir “cualquier contribución o provisión de fondos, bienes o servicios por, para o en beneficio de cualquier persona bloqueada, o la recepción de cualquier contribución o provisión de fondos, bienes o servicios de cualquiera de esas personas”, según la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro.
La foto de Chimaev del sábado incluía un texto con la frase “Akhmat Sila”, un grito de batalla popular entre los partidarios a Kadyrov que se traduce como “Poder Akhmat”. Akhmat es una variante del nombre del padre de Kadyrov, que Kadyrov utiliza de muchas maneras en Chechenia para identificar negocios, calles y otras cosas.
El agente y el mánager de Chimaev no respondieron a los mensajes que solicitaban comentarios.
Kadyrov tiene muchos vínculos con atletas de deportes de combate
Numerosos atletas y otros en el mundo de las artes marciales mixtas (MMA, por su sigla en inglés) tienen vínculos con Kadyrov, quien ha proporcionado soldados chechenos para apoyar a las fuerzas rusas que combaten en Ucrania. Kadyrov ha sido uno de los más fervientes defensores de la guerra y ha presionado para tomar el control de Kiev, la capital de Ucrania. En uno de sus discursos recientes, Kadyrov afirmó que los soldados chechenos primero “liberarán” Donetsk y Lugansk, “y luego tomaremos Kiev”.
Antes de la guerra, fue acusado de abusos brutales contra los derechos humanos, incluido el secuestro, la tortura y el asesinato de personas LGBTQ en Chechenia.
Varios atletas que entrenan en su gimnasio Akhmat MMA han peleado regularmente en la UFC durante años. Luchadores estadounidenses han viajado a Chechenia, visitado a Kadyrov e interactuado con sus atletas. Algunos peleadores estadounidenses incluso han tenido combates en la liga de Kadyrov, Absolute Championship Akhmat.
Tras los lineamientos del Departamento del Tesoro y la invasión a Ucrania por parte de Rusia, poco cambió, aunque las exhibiciones más notorias de Kadyrov con luchadores célebres han disminuido.
“Hay una cantidad de personas involucradas en una pelea de MMA, cualquiera de las cuales podría estar violando las normas si proporciona o recibe bienes, servicios o fondos de Akhmat”, aseguró Shahroo Yazdani, abogada de Price Benowitz quien se especializa en casos de sanciones.
En una declaración a The New York Times, la UFC dijo que “no tenía una relación contractual ni ningún trato comercial con Ramzan Kadyrov ni con ninguno de sus familiares, asociados o empresas afiliadas que hayan sido designadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos”.
La UFC afirmó que sus luchadores eran contratistas independientes y que siempre firmaba contratos con ellos de manera directa, sin intermediarios. La organización también dijo que no tenía afiliación con Akhmat MMA y que cumplía con todas las leyes y reglamentos. (The New York Times le preguntó por primera vez a la UFC, que es propiedad del conglomerado de deportes y entretenimiento Endeavor, sobre Kadyrov, en 2021. La UFC reiteró su declaración escrita cuando se le preguntó nuevamente por Kadyrov luego de que Rusia invadiera Ucrania y una vez más esta semana, después de la pelea de Chimaev).
Los detalles sobre cómo se les paga a los luchadores de la MMA por lo general son confusos, ya que sus contratos con organizaciones como la UFC suelen ser privados. En general, los peleadores son responsables de organizar su propio entrenamiento y promoción a través de agentes, mánagers y entrenadores. Las sanciones ejercen presión sobre estos arreglos y plantean cuestionamientos más amplios sobre cómo se aplican, en especial a personas que no son ciudadanos estadounidenses y que a menudo combaten fuera de Estados Unidos. Desde la invasión rusa, las principales ligas deportivas del mundo se han distanciado de propietarios, equipos y atletas rusos, mientras que la UFC ha mantenido su asociación de transmisión con una empresa de medios controlada por el Estado ruso y ha destacado atletas rusos en sus eventos.
Sin embargo, los vínculos con Kadyrov en las artes marciales mixtas son diferentes en comparación con lo que otros deportes han tenido que enfrentar.
Chimaev alguna vez estuvo representado por Ali Abdelaziz, un mánager. Abdelaziz es una de las figuras más poderosas de las artes marciales mixtas y ha tenido numerosos vínculos con luchadores que han entrenado o han hecho acto de presencia en Akhmat MMA. Abdelaziz, de 44 años, residente de Estados Unidos que nació en Egipto, representa a cuatro de los cinco peleadores afiliados con Akhmat MMA en la nómina de la UFC. Al menos otro siete peleadores representados por Abdelaziz, entre ellos el actual campeón de peso wélter de la UFC, Kamaru Usman, han visitado el gimnasio de MMA de Kadyrov en Rusia.
Abdelaziz no respondió a los mensajes en busca de comentarios, pero en el pasado ha dicho que duda que Kadyrov haya cometido violaciones contra los derechos humanos, además de afirmar que “no cree nada de lo que dicen los medios”.
Kadyrov ha dicho que Chimaev es su luchador favorito y en una oportunidad se jactó de haberlo persuadido de no retirarse tras un caso grave de COVID-19. El año pasado, Chimaev estuvo presente cuando Kadyrov amenazó de muerte a un adolescente checheno de 15 años que se había pronunciado en contra de su régimen.
“No dormirás por las noches. Estarás escribiendo tu testamento”, le dijo Kadyrov al disidente adolescente durante una transmisión en vivo de Instagram. “Te voy a destruir”.
‘Quiero saludar a mi país’
Tras su victoria contra Gilbert Burns el sábado, en una pelea que muchos observadores elogiaron como la mejor pelea de la UFC en lo que va de 2022, Chimaev tomó el micrófono del comentarista Joe Rogan después de la entrevista y dijo: “Quiero saludar a mi país”. Luego procedió a hablar en checheno.
“Hermano, sé que estás viendo esto en casa”, afirmó Chimaev. “Dije que hoy terminaría rápido, pero hoy no funcionó. Gracias, hermano. Dios te bendiga. Sé que estás viendo esta pelea. Gracias a todos los chechenos. Dios los bendiga”.
No está explícitamente claro a quién se refería Chimaev. Los chechenos, incluido Kadyrov, a menudo usan la palabra “hermano” como una expresión de respeto hacia personas que no son sus hermanos directos. Chimaev también tiene un hermano mayor, Artur.
La palabra chechena es “vasha”. Kadyrov se ha dirigido a Chimaev con ella, y Chimaev la utilizó para dirigirse directamente a Kadyrov después de la pelea, a través de un comentario de Instagram. “Gracias hermano. Dios te bendiga. Akhmat es poder. Jefe Campeón”, dijo Chimaev. Las sanciones del Departamento del Tesoro han creado confusión en el mundo de las MMA
El Departamento del Tesoro no hace pública la gran mayoría de las medidas de aplicación de la ley que toma, pero Jamal El-Hindi, un abogado de Clifford Chance que pasó dos décadas en el Departamento del Tesoro, afirmó que las sanciones contra Kadyrov y sus negocios eran de gran alcance. Le prohíben a los ciudadanos estadounidenses y titulares de “green cards”, así como a cualquier persona en suelo estadounidense, interactuar con Kadyrov y sus negocios.
El-Hindi y otros abogados aseguraron que las sanciones y su aplicación eran amplias, flexibles y turbias precisamente porque fueron diseñadas para ser sobre todo una herramienta de política exterior.
“El propósito de las sanciones es afectar la política exterior y tener impacto”, afirmó El-Hindi. “El motor para hacer cumplir las sanciones es que dicha acción de aplicación de la ley contra alguien que violó las sanciones beneficie el objetivo de política exterior”.
Antes de las restricciones más recientes, en diciembre de 2020, decenas de luchadores de la UFC y celebridades de deportes de combate visitaron las instalaciones de Akhmat MMA y asistieron a combates junto a Kadyrov por invitación suya. Entre sus invitados anteriores estaban celebridades como el actor Steven Seagal y el boxeador Floyd Mayweather Jr., y excampeones de la UFC como Frank Mir y Khabib Nurmagomedov.
Sin embargo, durante los últimos 15 meses, ha habido una retirada lenta y esporádica de Akhmat MMA del mundo de los deportes de combate en Estados Unidos. Menos luchadores han sido fotografiados en público en los gimnasios de Akhmat. YouTube eliminó la página de Akhmat MMA el año pasado, alegando “acciones de cumplimiento”. Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, suspendió las páginas de Facebook e Instagram de Akhmat MMA luego de que The New York Times preguntara por ellas en marzo.
Una de las excepciones notables es Usman, quien apareció en un video de Instagram junto al hijo adolescente de Kadyrov en la fiesta de cumpleaños del muchacho en noviembre de 2021, casi un año después de que el Departamento del Tesoro tomara medidas enérgicas contra el club de combate de Kadyrov. Durante una visita anterior a Akhmat MMA, en noviembre de 2020, Usman entrenó con el adolescente y se tomó una foto con un suéter que llevaba el eslogan del gimnasio: “Akhmat Sila”.
Usman no respondió a un mensaje en busca de comentarios enviado a su mánager, Abdelaziz. Según Mansur Sadulaev, fundador de Vayfond, una organización chechena de defensa de derechos humanos en Suecia, Kadyrov crea vínculos cercanos con los atletas a través de regalos como autos y casas de lujo, para luego utilizarlos con fines propagandísticos.
Kadyrov ha utilizado durante mucho tiempo los deportes, en particular sus negocios de deportes de combate, para codearse con los peleadores y presentarse como un líder benévolo y amante de los deportes en lugar de un autócrata con un largo historial de abusos contra los derechos humanos.
“Todos estos atletas son cómplices directos de los crueles crímenes de Kadyrov”, sentenció Sadulaev en un correo electrónico.
La propiedad de Kadyrov de Akhmat MMA le permite ir mucho más allá del simple hecho de asociarse con atletas. Utiliza la marca para expresar el machismo checheno y ha vinculado de forma directa a las MMA con sus fuerzas militares. Algunos luchadores que entrenan en Akhmat MMA también sirven como soldados, lo que desdibuja las líneas entre la disciplina deportiva y la militar.
Mohsen Zarkesh, un abogado que se especializa en sanciones del Departamento del Tesoro, afirma que las circunstancias “son definitivamente problemáticas, no solo para la UFC sino para todo el mundo de las artes marciales mixtas”.