Ante el inicio de la movilización de las tropas este jueves para reforzar la ofensiva en la invasión rusa sobre Ucrania, Alemania está dispuesta a acoger a desertores del ejército ruso "amenazados de grave represión", declaró Nancy Faeser, ministra del Interior alemana en una entrevista publicada este jueves.
"Quien se opone con valentía a Putin y se pone en verdadero peligro puede pedir asilo político en Alemania", declaró en esta entrevista para la edición dominical del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung,
El ministro de Justicia, Marco Buschmann, ya había afirmado el miércoles en un tuit que los rusos que huyen de su país y que "odian la vía escogida por Putin y aman la democracia liberal" son "bienvenidos" en Alemania.
La obtención del asilo político no es, no obstante, automática: se trata de decisiones individuales acompañadas de un control de seguridad, recordó la ministra del Interior. Se trata de un estatus legal determinado por cada Estado en base a convenciones internacionales que se dedican a proteger ciudadanos provenientes de países donde se considera que se ha roto el Estado de Derecho o se realizan violaciones masivas a los derechos humanos, por ejemplo.
Tras el decreto del Kremlin de este jueves, en el que por primera vez desde su “operación militar especial” lanzada en Ucrania en febrero, utilizó el término “guerra” para referirse al conflicto vedette del 2022, la población rusa pareció verse dividida, entre rusos que se van, rusos que se quedan en silencio, rusos que se manifiestan y, efectivamente, rusos que son llamados al combate.
Decenas de miles de rusos abandonaron su país desde la invasión de Ucrania, que empezó el 24 de febrero.
A pesar que las autoridades afirmaron que esto afectaría a 300.000 efectivos “con experiencia de combate o con especialidades militares” y no a estudiantes o quienes se encuentren prestando el servicio militar obligatorio, muchos rusos temen que el despliegue sea mucho mayor.
Desde hace varios meses, Alemania ya acogió a 438 opositores al Kremlin, amenazados o perseguidos por las autoridades rusas, detalló Faeser, especialmente periodistas.
El fantasma de 1941
En los albores de la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi lanzó la denominada Operación Barbarroja: comenzaba la invasión de la URSS, la mayor acción militar de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial. De inmediato, el gobierno soviético llamó a la movilización. Cualquiera que tuviera 19 años estaba obligado a unirse al Ejército Rojo. Los jóvenes de 18 años tenían la opción de alistarse como voluntarios.
Los ecos de aquellos lejanos días resonaron en Moscú en las últimas horas. No obstante, esfuerzos de Occidente como el anunciado este jueves por el gobierno alemán luchan para que la historia no se repita inexorablemente como pregonaba Nicolás Maquiavelo en el siglo XVI.
Con información de EFE