A partir de hoy, restaurantes y bares cerrarán sus puertas al igual que cines, teatros, museos y otras instalaciones culturales y recreativas.
Sin embargo, la actividad comenzó a mermar en muchas áreas antes del arranque del confinamiento parcial. En Hamburgo, el barrio de diversiones de Sankt Pauli, conocido por sus multitudes y su ambiente festivo, estuvo relativamente vacío durante el fin de semana en medio de una mayor presencia policial.
Durante las siguientes cuatro semanas está prohibido el turismo interno en Alemania. En la mayoría de los 16 estados federados del país, las reuniones al aire libre se limitan a los miembros de no más de dos hogares, con un máximo de 10 personas. En algunas regiones esto también se aplica a las reuniones en el hogar.
También se prohibirá la asistencia de espectadores a los partidos de fútbol de la Bundesliga, no se practicará el deporte amateur y se cerrarán los gimnasios, piscinas, estudios de cosmética, salones de masaje y estudios de tatuaje.
A diferencia de la primera ronda de restricciones a principios de año, las escuelas y jardines de infantes permanecerán abiertos, junto con la mayoría de las tiendas y peluquerías. Los restaurantes podrán servir comida para llevar durante el cierre de noviembre.
Alemania es uno de los países con mayor capacidad de unidades de cuidados intensivos y hasta ahora ha capeado la pandemia sin que se produzcan cuellos de botella en los hospitales.
Sin embargo, la canciller Angela Merkel advirtió que si el número de casos sigue aumentando al ritmo actual, el sistema de atención médica podría verse desbordado en cuestión de semanas. Además, las autoridades esperan poder detener la propagación exponencial del virus antes de la temporada de Navidad.
El Instituto Robert Koch, el organismo alemán de control de enfermedades infecciosas, reportó 12.097 nuevos casos en un plazo de 24 horas, lo que eleva el número total de casos desde el comienzo de la pandemia a 545.027. El número de muertes también aumentó en 49, para alcanzar las 10.530.
Las cifras de hoy fueron inferiores a las cifras récord observadas a finales de la semana pasada, aunque esto podría estar sesgado debido al hecho de que menos personas se hacen pruebas de coronavirus durante el fin de semana.
El anuncio de un nuevo confinamiento ha generado gran preocupación en muchas empresas que ya están luchando desde el primer cierre para sobrevivir. Además de la ayuda financiera existente, el gobierno prometió hasta 10.000 millones de euros (11.600 millones de dólares) para cubrir la mayoría de los ingresos perdidos durante noviembre.
Con información de DPA