El presidente de Argentina, Alberto Fernández, se apresta a anunciar una cuarentena "general y obligatoria" para evitar que se dispare el contagio del coronavirus en el país, donde en varias de sus principales ciudades la gente salió a las calles como si de un día normal se tratara.
El presidente recibió a la mayoría de los gobernadores de las provincias en su residencia oficial de Olivos para afinar el aislamiento de 44 millones de habitantes, cuando ya el país registra 97 casos confirmados de este coronavirus, de los cuales tres han muerto.
"Esta noche, tras la reunión, el presidente hará el anuncio", dijo a la AFP un alto responsable del gobierno. Otras dos fuentes que pidieron el anonimato lo confirmaron.
El gobierno tomó el domingo varias medidas como cerrar fronteras para extranjeros no residentes, cuarentena de 14 días obligatoria para quienes llegan de países más afectados, suspensión de clases y reducción de transporte público, además de otorgar licencia a los mayores de 60 años y recomendar el teletrabajo.
Pero hasta este jueves las calles seguían llenas de gente.
- "No puedo parar" -
"Yo soy pobre, no puedo parar, tengo que salir a buscar cosas. Nunca viajé en mi vida y ahora me jodo por los viajes de otros", dijo a gritos Susana Castro, una maestra de 62 años, quien caminaba en la céntrica calle Florida sin guantes ni mascarilla.
En la ciudad de Buenos Aires y su periferia habitan unos 15 millones de personas, y es el lugar donde se concentra el mayor número de casos del nuevo coronavirus, con más de 70% de los registrados.
Muchos argentinos argumentan que no tienen más remedio que ir a trabajar.
"Los registros automotores no cerraron. Llegó una directiva que tenemos que cerrar mañana (viernes). Lunes y martes es feriado y no sabemos el miércoles qué onda, vamos a ver qué dice el presidente", dijo Fernanda Miñasi, de 23 años.
"Le doy importancia (al coronavirus) pero tampoco tanto. Imaginate, tengo que venir a trabajar, tengo que hacer cosas, no me pongo tan loca porque si no tendría que decir no voy a ningún lado", añadió.
Ya esta semana quedaron suspendidos todos los torneos deportivos y los espectáculos musicales. El presidente pidió cerrar los centros comerciales y los parques nacionales para evitar concurrencia de turistas.
Aun así algunos centros comerciales se rebelaron y abrieron sus puertas.
La pandemia no puede llegar en peor momento para Argentina que debe reestructurar su deuda pública. Esta semana registró una suba del índice riesgo país a 4.040 puntos (el doble de hace dos semanas) en medio del desplome de bonos argentinos en Wall Street.
El país sudamericano se había propuesto presentar a mitad de marzo su oferta a los bonistas privados extranjeros para negociar la reestructuración de casi 70.000 millones de dólares de su deuda pública. Pero ante la inestabilidad global pospuso ese lanzamiento.
- "Quédense en casa" -
Los servicios de emergencia de la ciudad de Buenos Aires pidieron a los argentinos permanecer en casa para evitar la propagación de la enfermedad.
"Estamos preparados, pero lo fundamental es que la gente se quede en su casa. La solidaridad de la gente es lo que nosotros necesitamos en este momento. Que el argentino entienda que se tiene que quedar en su casa para evitar lo que es el contacto social. No queremos esa propagación", dijo a la AFP Alberto Crescenti, director del Sistema de atención médica de emergencia (Same).
El alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, anunció medidas para fortalecer el sistema de atención sanitaria en la ciudad, con la incorporación de enfermeros y médicos además de camas de terapia intensiva y respiradores.
"El aumento de los casos que se viene dando en los últimos días y la experiencia que vamos recogiendo de las ciudades donde el virus está avanzando nos indica que podríamos estar, en los próximos días o semanas a más tardar, entrando en la etapa de la circulación social del virus", advirtió Rodríguez Larreta.
"Circulación social" alude a que el coronavirus se propague entre personas que no han tenido contacto directo o indirecto con el extranjero.
AFP