Alberto Fernández llamó este miércoles por la mañana al presidente electo, Luis Lacalle Pou, días después de que se confirmara su ausencia en la ceremonia de cambio de mando del próximo 1º de marzo. La llamada sirvió para "acercar posiciones" y "desideologizar" la relación bilateral.

Según informó Infobae, y confirmaron a Montevideo Portal fuentes del nuevo gobierno, Fernández se disculpó por no poder asistir el próximo domingo y explicó que estaba "ajustado de tiempo" por la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso argentino.

"Fue una charla muy positiva, se habló de todo. Repasaron temas y coincidieron en la necesidad de relanzar las relaciones bilaterales", señaló el medio argentino.

Durante la charla se acordó que Fernández visite Uruguay "en lo inmediato" para reunirse con Lacalle, aunque no se pactó una fecha.

Durante la llamada no se habló de los vuelos británicos que aterrizan en Montevideo y luego despegan hacia las Islas Malvinas, ni tampoco de la instalación de la nueva planta de UPM.

Ambos dirigentes recordaron la amistado que tiene Fernández con la familia del electo presidente uruguayo, y enfatizaron en la necesidad de "relanzar" relaciones internacionales.

El presidente argentino buscará, señaló Infobae, "desideologizar" la relación con Uruguay, luego de la derrota del Frente Amplio en noviembre.

También se mencionó -al pasar- la necesidad de evaluar el acuerdo Unión Europea-Mercosur, que necesita de la ratificación de los parlamentos de cada bloque.