Por primera vez desde el intento de asesinato que sufrió el pasado 1 de setiembre, la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, reapareció en público en un acto que la recibió al canto de “Cristina presidenta”. Ante el clamor, respondió que es posible repetir las bonanzas de sus dos mandatos (2007-2015).
“Voy a hacer lo que tenga que hacer para lograr que nuestro pueblo, nuestra sociedad, pueda organizarse en un proyecto de país que vuelva a recuperar la ilusión, la fuerza y la alegría de nuestra gente”, cerró Fernández su discurso de más de 40 minutos.
Con el canto “Cristina presidenta”, los trabajadores y delegados metalúrgicos recibieron a la vicepresidenta, quien se dio un baño de masas en el acto de cierre de los congresos regionales de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en la localidad de Pilar, en la provincia de Buenos Aires, con un fuerte operativo de seguridad.
Fernández defendió su gestión y la de su marido, el ya fallecido Néstor Kirchner (2003-2007).
"Venimos a actuar en nombre de 12,5 años de Gobierno, que sacaron al salir de la crisis más importante", exclamó Fernández, quien enumeró los logros de ambos gobiernos: salarios más altos en dólares, reapertura de paritarias, mayor participación del salario en el producto, desendeudamiento, recuperar la industria y las fuentes de trabajo, Vaca Muerta.
"Recuperamos la clase media en Argentina. Es posible hacerlo porque ya lo hemos hecho", afirmó Fernández, quien se diferenció del Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) al endilgar a esa gestión, y no a la que comenzó en 2019, la situación actual -con una inflación de 85 % y una pobreza de 39,5 %-, y de los dirigentes llamados "libertarios", que ganan popularidad reivindicando la convertibilidad de los 90.
Fernández explicó la "necesidad de un consenso económico" en el que puedan "discutir en la mesa" los partidos políticos, los sindicatos y las centrales empresarias "el modelo de país para salir de la economía bimonetaria", lo que señaló: "Es imprescindible".
La expresidenta también criticó al sistema judicial y se refirió al atentado por el cual tres jóvenes se encuentran detenidos: "Hoy se cumplen exactamente 2 meses y 3 días de eso que todos y todas lo vieron por la televisión, yo también lo vi por la televisión, no me di cuenta del arma que empuñaron y que pretendía volarme la cabeza”.
Respecto al avance de la investigación del hecho, dijo que está “resignada a que la justicia no investigue”. “Les sirvo de acusada, no de víctima”, aseguró, según consignó el medio FiloNews.
Defensa de Alberto Fernández y tensión en la interna
La vicepresidenta también defendió la elección de Alberto Fernández como candidato a presidente en 2019, a quien nominó con un tuit en aquel momento, pero con quien mantiene tensiones internas y a cuya gestión ha planteado fuertes críticas.
El mandatario argentino apareció al término del acto protagonizado por Cristina Fernández junto con el expresidente de Bolivia, Evo Morales, en una sede sindical de la provincia de Santa Fe y pidió “estar unidos”. “La adversidad se llama derecha, no está entre nosotros, está enfrente. La adversidad nos sigue amenazando todos los días. Un día le ponen la pistola a Cristina y otro día al pueblo argentino”, aseveró, según recoge La Nacion.
"No me arrepiento", dijo la vicepresidenta, al justificar aquella decisión, diciendo que "las decisiones políticas hay que juzgarlas y evaluarlas en el momento en que fueron tomadas".
"Hoy estamos como estamos", dijo, tras recordar que ya ha expresado sus "críticas" a las políticas y funcionarios. Y se volvió a diferenciar del actual mandatario, al solicitar que el Gobierno establezca una suma fija para los trabajadores: "El Gobierno tiene que terciar en la distribución del ingreso como lo hacíamos durante nuestros Gobiernos".
En cambio, subrayó un par de veces el "gran esfuerzo" que está haciendo el ministro de Economía, Sergio Massa, quien asumió luego de la crisis que generaron las salidas de Martín Guzmán, fuertemente criticado por ella, y Silvina Batakis.
Con información de EFE