Los afroumbandistas, que este sábado veneraron a la diosa del mar, Iemanjá, se mostraron molestos con las autoridades por las cianobacterias. Por un lado plantearon que no hubo avisos de la Intendencia de Montevideo sobre qué playas estaban inhabilitadas para ingresar al agua y, por otro, hubo un reclamo mucho más general, que tiene que ver con eliminar el problema de fondo de las cianobacterias.

La líder religiosa Susana Andrade dijo a Montevideo Portal que la celebración no se pudo realizar con total normalidad debido a que había cierta molestia por lo que ocurría, ya que varias playas de Montevideo permanecieron teñidas de verde por las cianobacterias en los últimos días.

"No tuvimos comunicación fehaciente en cuanto a qué playas estaban para bajar al agua y cuáles no", reclamó en primer lugar Andrade.

Señaló que es un día en el que se cambian los recorridos de ómnibus, se declara de interés cultural y hasta se suspende el Concurso Oficial de Carnaval, pero no tuvo los avisos necesarios sobre playas habilitadas.

"Debió haberse brindado información el mismo día para que los fieles supieran bien qué playas estaban habilitadas. Si bien hay banderas sanitarias esperábamos una colaboración más concienzuda para el mejor desarrollo de la fiesta", apostilló.

Pero por otro lado, los umbandistas bregan porque "no haya más cianobacterias" o que, al menos, no se den en cantidades que reflejan el mal accionar humano en la utilización de elementos tóxicos.

"No son las condiciones climáticas solamente", dijo Andrade y acusó la abusiva utilización de fertilizantes en sectores agrarios, los cuales luego son arrastrados por la lluvia, o directamente son vertidos al agua.

"No hay controles, y esto es un tirón de orejas para la Dinama (Dirección Nacional de Medio Ambiente), que son quienes tienen que controlar", afirmó.

"No pudimos celebrar Iemanjá en paz. La fiesta se celebró igual pero hubo un elemento perturbador que fue la agresión, la contaminación de las cianobacterias", lamentó Andrade.

De esta forma aseguró que la "falta de información" contribuyó a que "hubiera distorsiones e intranquilidad", "que no es lo ideal para una celebración eminentemente espiritual".

Andrade llamó tomar como ejemplo lo sucedido este año para que no ocurra en los sucesivos y pidió que deje de visualizarse a Iemanjá "como un problema", a lo que agregó que en los últimos años se está intentando realizar una veneración más ecológica, vertiendo menos plásticos y elementos dañinos al agua.

"Siempre la religión de los negros y los indios es culpable hasta que no se demuestre lo contrario", lamentó.

Según consideró, Iemanjá "es una oportunidad de integración social" como "casi no hay en Uruguay". "Cuidemos esa celebración de convivencia", reclamó Andrade y pidió que no se ponga el foco "en la mugre" que se vierte al mar", ya que la cantidad de residuos "dan la pauta de lo multitudinario que es el festejo".

"¿En un mundo de violencia nos vamos a fijar en la mugre que trae? Nosotros somos los primeros en pregonar una Iemajá ecológica y espiritual", señaló.

"Volvimos a las raíces", dijo y concluyó su idea con que a los inicios de las veneraciones las ofrendas "no eran con plásticos ni con poliuretano".