En medio del conflicto por el despido de más de 50 trabajadores por parte de Riogas y Acodike, esta última emitió un nuevo comunicado en el que sostuvo que “el sindicato se ha rehusado a ir aceptando los cambios graduales que le ha planteado la empresa para intentar hacer sostenible un segundo turno permanente”.
La distribuidora de supergás, que anunció el pasado viernes el despido de 27 trabajadores, afirmó que “hace años viene negociando con su sindicato la organización del trabajo siendo [esa tarea] potestad exclusiva y excluyente de la empresa”.
“La demanda zafral (durante los tres meses del invierno) implica que el segundo turno no tiene prácticamente trabajo de envasado durante nueve meses del año. Sin embargo, se buscaron alternativas para intentar que se desarrollara alguna actividad que disminuyera este gasto absolutamente innecesario, con el fin de sostener los puestos de trabajo”, señaló.
En esta línea, Acodike añadió sobre la sostenibilidad del segundo turno que “parte del personal se negó a trabajar en tareas alternativas, pero sí cobró su sueldo”.
“Esta negativa implica que el segundo turno trabajará solamente durante la zafra de manera inflexible y los restantes 9 meses la empresa deberá asumir el pago de sus haberes sin tener actividad alguna a desarrollar”.
Finalmente, Acodike afirmó que las condiciones actuales del mercado del GLP le impone ser “competitivos”.
“De cierta forma obligan a que cada empresa deba manejar sus recursos y adecuar sus costos para ser eficientes. De esta forma podrá satisfacer a sus clientes al mejor precio y con el mejor servicio posible. Esto son los hechos que nos obligaron a tomar la decisión con mucho pesar, de prescindir en forma permanente del segundo turno. La empresa tiene la responsabilidad y la obligación de actuar velando por la sostenibilidad en el marco de una gestión responsable adecuada a la nueva realidad”, cierra el documento divulgado este jueves.
El conflicto del supergás surgió a partir de los cambios en el mercado en la distribución y el envasado del supergás.
Ancap licitó el arrendamiento de las dos plantas de envasado de supergás de su propiedad. Las empresas ganadoras, a las que se adjudicaron estas plantas y con las que Ancap firmó posteriormente contratos, fueron Riogas, que obtuvo el mayor plazo, de 8 años, y Acodike, que quedó con el plazo de 5 años. A Megal, que tiene su propia planta de envasado, no se le adjudicó ninguna planta.
Antes de este cambio, las dos plantas de envasado de supergás estaban arrendadas por Gasur, sociedad que era 40% de Ancap, 30% de Riogas y 30% de Acodike.
Por otra parte, Ducsa (empresa pertenciente al grupo Ancap) lanzó un llamado a oferta de precios para contratar el servicio de envasado, al que se presentaron Acodike y Megal, mientras que Riogas decidió no hacerlo.
Finalmente, Ducsa adjudicó a Megal el servicio de envasado para el 70% de sus garrafas y con Acodike el 30% restante, cuando antes contrataba el servicio de envasado de sus garrafas a Gasur, que era realizado 50% en la planta operada por Riogas y 50% en la planta operada por Acodike.