Sobre el mediodía de este miércoles, Acnur, la agencia de la ONU para los Refugiados, inauguró su primera oficina en Uruguay bajo el nombre de “Belela Herrera”, en honor a la exvicecanciller y ex representante regional del organismo, María Bernabela Herrera Sanguinetti, quien estuvo presente en el acto de apertura.

Al evento realizado en la Casa ONU de Ciudad Vieja de Montevideo asistieron el representante regional de Acnur para el sur de América Latina, Juan Carlos Murillo, la vicecanciller de la República y presidenta de la Junta Nacional de Migración (JNM), Carolina Ache Batlle.

El establecimiento de este “espacio de trabajo”, según lo define la agencia de la ONU en un comunicado de prensa, se da dos semanas después de que el Poder Ejecutivo anunciara el lanzamiento del Primer Plan Nacional de Integración (PNI) para personas migrantes y refugiadas, impulsado por la JNM.

Hasta ahora, el brazo ejecutor de Acnur en Uruguay ha sido el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (SEDHU), miembro de la Comisión de Refugiados (CORE), organismo interinstitucional presidido por Ache.

De acuerdo con un informe reciente publicado en este medio, en Uruguay, los solicitantes de refugio esperan entre tres y cuatro años una resolución sobre su estatus, el cual lo decide la CORE y tiene unas 10 mil solicitudes pendientes de resolver.

Según datos expresados por Murillo en entrevista con Montevideo Portal, de esa decena de miles de solicitudes, alrededor de ocho mil son de ciudadanos cubanos y unas dos mil, de ciudadanos venezolanos. Aunque la población venezolana en Uruguay (migrante, refugiada y solicitante de refugio) es la que más ha crecido de forma relativa a la población nativa en la región en el último año —y que la mayoría de los solicitantes de refugio venezolanos terminan obteniendo el estatus de refugio—, al 85 % de los cubanos se les ha denegado el estatus de protección.

Murillo hizo hincapié en que la razón detrás de esta desigualdad en los números se debe a que estos solicitantes alegan razones económicas y no aquellas que figuran bajo la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados, la cual Uruguay suscribe.

“Algunos [solicitantes de refugio] indican al momento de llegar a los países en los cuales buscan refugio legal motivaciones económicas y no propiamente aquellas establecidas en la Convención”, expresó Murillo en entrevista a Montevideo Portal en la recién inaugurada sala Belela Herrera.

Según Acnur, Uruguay acoge actualmente cerca de 29.441 personas de interés, entre ellas refugiados, solicitantes de asilo y migrantes, la mayoría provenientes de Venezuela.

La agencia de la ONU expresó en un comunicado de prensa que, tras esta apertura del espacio en Montevideo, “Acnur continuará trabajando con el gobierno de Uruguay y sus socios para brindar respuestas a las necesidades de protección de las personas refugiadas, brindando información sobre el acceso al territorio, el procedimiento de determinación de la condición de refugiado, y la regularización, promoviendo soluciones duraderas y facilitando la integración socio-económica de las personas”.

El trabajo de Acnur en Uruguay se remonta a 1965, con el establecimiento de la Oficina Regional para el Sur de América Latina en Buenos Aires. Desde allí, Acnur cubre las operaciones en Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay.

En honor a Belela, una “referencia” y símbolo de derechos humanos

En el lanzamiento del primer espacio de la agencia de la ONU en el país, Murillo destacó la vocación personal y el compromiso de Belela. “Para mi siempre es muy emotivo que, cubriendo cinco países desde la Oficina Regional en Buenos Aires, a todos lados donde voy siempre me pregunten por Belela Herrera. He tenido la gran suerte de que personas se me acercaran y me dijeran: ‘Yo estoy vivo porque me ayudó Belela Herrera’. Belela no es solamente una referencia para todos los funcionarios de Acnur, sino también para todas y todos los uruguayos”, afirmó. Murillo expresó su “eterno agradecimiento” a Belela. “Este es un reconocimiento no sólo del Acnur sino de todos, por el gran trabajo que has realizado en materia de derechos humanos y que continúas realizando en favor de las personas”, dijo.

Su coraje salvó cientos de vidas durante las dictaduras que asolaron América Latina.

Desde hoy, el espacio de trabajo de #ACNUR en Uruguay ???? lleva el nombre de Belela Herrera, un símbolo de los derechos humanos.
#ACNURenUruguay pic.twitter.com/d0Brj30H4d

— ACNUR para el Sur de América Latina (@ACNURSuramerica) August 24, 2022

Belela Herrera destacó la importancia de que Acnur instale una oficina en Montevideo –“Es un hecho muy importante”, afirmó-, y repasó algunos hitos de su carrera en Acnur. Belela recordó a Oldrich Hasselman, quien fuera Representante de Acnur durante los años de las dictaduras en el Cono Sur, y al asesinado sacerdote salvadoreño Óscar Romero, célebre por su prédica en defensa de los derechos humanos. Con ambos coincidió en misiones concretas en Chile y Argentina, y en Centroamérica, respectivamente. “Todo lo que hice lo inspiró Perico Pérez Aguirre, cuando decía aquello de sentir el dolor del prójimo como propio”, expresó la ex funcionaria de Acnur.

El vínculo de Belela Herrera con Acnurcomenzó en Chile, en el año 1973, cuando quedó a cargo de la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados hasta comienzos de 1980. Luego fue designada Representante adjunta a la Oficina Regional para Centro América, el Caribe y México, con sede en Costa Rica. A finales de 1982, Belela fue nombrada Representante Regional adjunta a la Oficina para el Sur de América Latina, con sede en Argentina. Además, trabajó en la Agencia en México, España -donde participó de la apertura de la Oficina-, Perú y Brasil.

Entre 1987 y 1989 integró la "Comisión Nacional Pro Referéndum", constituida para revocar la "Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado", que impedía el juzgamiento de los crímenes cometidos durante la dictadura militar en su país. Desde febrero de 1995 hasta julio de 2001 se desempeñó como directora de Cooperación y Relaciones Internacionales en la Intendencia de Montevideo. Fue vicecanciller del Uruguay entre el 2005 y el 2008.