Un Tribunal de Apelaciones confirmó la prisión domiciliaria como medida cautelar para el taxista que fue acusado de abusar de una joven de 18 años. La mujer salió a bailar en Las Piedras (Canelones) y, al salir, tomó un taxi con destino al Prado (Montevideo).
El hecho denunciado se dio cuando el conductor detuvo el vehículo en el destino señalado por la joven. Allí, según un video que cedió la defensa de la mujer, el taxista obligó a la denunciante a practicarle sexo oral “hasta que eyacula y se limpia con un trapo”, describió la Fiscalía según la última sentencia del Tribunal de Apelaciones a la que tuvo acceso Montevideo Portal.
La investigación seguirá adelante mientras la Fiscalía investiga más detalles del caso y el acusado permanecerá por 60 días en prisión domiciliaria, como medida cautelar. La defensa de la denunciante pretendió revocar la medida judicial, pero los integrantes del tribunal se negaron.
Entre los argumentos que manejaron los abogados de la joven, destacaron que en el video adjuntado en la carpeta fiscal se puede ver cómo el hombre —luego de cometer el abuso sexual— toma el celular de la mujer e intenta acceder a él en reiteradas ocasiones.
Precisamente, se aprecia cómo el conductor toma la cabeza de la joven y pone su cara frente al teléfono con el fin de que se desbloquee. Los abogados de la denunciante y la Fiscalía aseguraron que el hombre quiso ingresar a una aplicación de pago, con el fin de cobrarse el viaje realizado debido a que la joven estaba alcoholizada.
“¿Cómo parte de la base de que la víctima tenía en su celular la aplicación?”, se preguntó el Ministerio Público, según la sentencia del Tribunal de Apelaciones. En este sentido, aseguraron que el hecho de que el hombre esté en su casa mientras cumple la medida cautelar implica un riesgo para la joven, porque el acusado pudo acceder a información personal tras desbloquear el teléfono móvil.
Los abogados del taxista aseguraron que él sabía que la joven tenía la aplicación descargada porque había hecho otro viaje, cuando fue hacia el boliche. En esa ocasión, pagó el costo del trayecto a través de la plataforma de pago, según el comprobante que también forma parte de la investigación.
Lo cierto es que el costo del viaje, que en total fue de $ 2.000, lo pagó el dueño de la casa en la que la joven se bajó. Esa vivienda había sido de la familia de ella, pero la vendieron semanas antes de que se suscitara el hecho denunciado. Ante el estado de ebriedad de la mujer, la defensa aseguró que se confundió e ingresó a la edificación para acostarse en el que había sido su dormitorio.
De hecho, el actual dueño de la vivienda declaró que junto a su esposa sintieron ladrar el perro y se levantaron, pensando que había pasado algo. Al salir, vieron a la joven y la reconocieron, pero ella ingresó casi sin mediar palabra, por lo que el propietario abonó con tarjeta de crédito el dinero que le pidió el taxista.
Por otro lado, según la sentencia, la propietaria del taxi decidió despedir al trabajador luego de que en la última audiencia se leyera una carta en la que la mujer comunicaba que no tomaría una determinación en cuanto a la situación laboral del acusado hasta que no hubiera sentencia.
“La familia nos dijo que la dueña de los taxis ya le dio de baja como trabajador”, aseguró la defensa del acusado.