Ángel Moreira, conocido como “El Cachila”, salió de prisión esta semana luego de pasar tres años tras las rejas, procesado en su momento como presunto encubridor en el caso Lola Chomnalez.
Cometido en 2014 en la zona de Valizas, el asesinato de la joven se convirtió en un callejón sin salida para los investigadores hasta hace escasas semanas, cuando el análisis y cotejo de perfiles genéticos permitió dar con el presunto autor del crimen, Leonardo David Sena. De las actuaciones llevadas adelante en ese momento resultó la sentencia absolutoria para Moreira.
“El Cachila” fue defendido desde un primer momento por abogados de oficio, pero en los últimos meses pasó a ser patrocinado por el Ignacio Morena, quien esta mañana hizo declaraciones al programa Justos y pecadores, emitido por Radio Uruguay.
En la entrevista, dijo sentirse “gratamente sorprendido” por la sentencia a absolutoria, dado que -consideró- “la mayoría de los casos que llegan a estas instancias terminan en una sentencia condenatoria”. Asimismo, destacó que “de no haber aparecido el presunto culpable -actualmente procesado con prisión y a la espera de sentencia- probablemente mi cliente iba a pasar largos años en la cárcel”.
Morena dijo que su patrocinado entró en contacto con él “hace dos o tres meses” pero que los dos son riverenses y se conocen desde hace años. En tal sentido, explicó que Moreira era cuidacoches en la cuadra donde él vivía.
Posteriormente, recordó que la implicación de su cliente en el caso surgió “de una denuncia anónima” llevada a cabo desde una cabina telefónica, y cuya autora fue luego localizada por la policía. La mujer que hizo la llamada era “una amante de la excompañera de mi cliente”, y habría procedido con el fin de perjudicarlo. Para Morena, es cosa probada que en la fecha en la que se cometió el asesinato su cliente estaba en la ciudad de Rivera, a cientos de kilómetros de la escena del crimen.
La gran pregunta entonces fue por qué en primera instancia su actual cliente admitió haber visto a Chomnalez y ser testigo de lo ocurrido, algo del o que luego se desdijo. A ese respecto, el legista recordó que las pericias psiquiátricas y psicológicas que se le realizaron arrojaron que Moreira era “un mitómano” y que “su bajo nivel cultural no le permitió dimensionar lo que se le estaba atribuyendo”. Por esa misma razón “el juez y la fiscalía entendieron que se había tomado la situación con cierto esnobismo” y había hecho su primera declaración con la intención de “trascender a través de los medios de comunicación”.
En cuanto al futuro, expresó que su cliente todavía no decidió si demandará o no al estado por el tiempo pasado en prisión, y por las vicisitudes que vivió en la cárcel.
“Lo primero es resolver la cuestión de reinsertarlo en la sociedad”, dijo Morena, quien informó que el absuelto regreso a Rivera y piensa permanecer allí.
“Salió de prisión con el certificado de encarcelación, la sentencia y una Biblia, no tiene nada, tenemos que ver cómo se va a sustentar”, manifestó.
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