El abogado Enrique Sayagués, que representa a Diego Lenguas, en un juicio civil contra el Banque Heritage Uruguay, asegura que el banco con sede en Uruguay realizó defraudación tributaria durante años trasladando fondos de forma clandestina de Uruguay a Argentina, y viceversa.
El caso del Banco Heritage tuvo una importante repercusión mediática cuando una funcionaria de la institución bancaria fue acusada y luego condenada “por un delito de estafa y de falsificación de documento privado”.
Elena Nazarenko admitió haber extraído entre US$ 1,8 y US$ 2 millones entre los años 2003 y 2015 de una decena de clientes del banco, aunque la institución financiera estimó el desfalco en más de US$ 15 millones.
Lenguas, el cliente de Sayagués, fue uno de los hombres que realizó el transporte y la entrega del dinero en efectivo a ahorristas del Banque Heritage Uruguay en Argentina, operativa que realizó durante más de un año y medio hasta noviembre de 2017 de forma regular.
Lenguas pasaba por la frontera miles de dólares y en ocasiones llegaba a hacer dos viajes semanales. Cobraba 3% del dinero que lograba llevar hacia Argentina.
“Mi cliente fue denunciado por estafa y apropiación indebida sin una sola prueba de las afirmaciones del banco”, dijo su abogado a Montevideo Portal.
Al presente, Lenguas mantiene un litigio civil contra la institución financiera, después de que el banco lo demandó por estafa y apropiación indebida.
Ante esta primera acción judicial en su contra, el valijero realizó una contrademanda por daños y prejuicios provocados contra él y su familia por US$ 1 millón, por haber expuesto su nombre. Su esposa lleva adelante una demanda por el mismo monto por daño moral.
En la contrademanda, Lenguas aseguró que su única función era transportar el dinero hacia Argentina y que nunca se quedó con dinero de los clientes, como aseguró la entidad financiera. La audiencia tendrá lugar el próximo 30 de marzo.
Según consignó el semanario Brecha en enero de 2020, Sayagués presentó un escrito ante la Justicia en el que afirmó que el Banco Heritage montó una estrategia para presentarse como víctima de un grupo criminal organizado (formado por Nazarenko y Lenguas) y así evitar que se investigue el hecho de que la institución financiera captó durante años “dinero negro” de ahorristas argentinos.
Sayagués dijo a Montevideo Portal que cuenta con datos y documentos que prueban que el Banco Heritage “montó una importante operativa para recabar fondos de depositantes en Buenos Aires”, en particular de “residentes argentinos que no declaraban sus activos monetarios a la autoridad tributaria” de ese país, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
“Los del banco dijeron que iba a venir con 45 testigos depositantes argentinos que iban a declarar que mi cliente los había robado. Cuando vinieron los primeros 15 fue unánime y categórico. Declararon que todo era plata negra y que el banco sabía perfectamente. También que Diego Lenguas les había entregado todo perfecto y que nunca se entregaron recibos. Por supuesto, los otros 30 testigos después no vinieron”, comentó el abogado, que agregó que a raíz de esas declaraciones la causa penal contra su defendido fue archivada por el fiscal Enrique Rodríguez.
Durante el cepo cambiario en Argentina, la operativa organizada por Nazarenko consistía en extraer dólares en Uruguay previa autorización del cliente argentino, que posteriormente recibía el dinero en efectivo directamente de la mano de Lenguas en Buenos Aires.
Esos depositantes argentinos manifestaron que su vínculo con autoridades del banco fue en exclusividad con Nazarenko. De hecho a enorme mayoría de los ahorristas dijo que jamás viajó a Montevideo y que las operaciones realizadas no tenían comprobantes.
Sayagués aseguró, sin embargo, que tanto los viajes como la estadía de Nazarenko en Buenos Aires eran completamente financiadas por el banco.
Las reuniones con gerenta del banco tenían lugar en una habitación del Trianon Residence (barrio Recolecta), que funcionaba como una oficina del banco. "Cuando llegaba Elena al Trianon, llegaba el Heritage", declaró uno los ahorristas involucrados ante la Justicia uruguaya.
Si bien en la investigación judicial se manejó que en la maniobra había casas de cambio uruguayos involucrados, la Justicia penal no lo pudo probar.
Según Sayagués, su cliente transportó el dinero retirado siempre personalmente y los ahorristas recibían los billetes en direcciones que le habían encargado desde la gerencia del banco.
“Cuando me llamaban desde el banco, concurría a su oficina en la calle Rincón donde me entregaban la letra no cruzada. La cobraba en ventanilla y me iba del banco con el dinero en efectivo. Lo llevaba a Buenos Aires y lo entregaba donde se me había indicado por la gerencia del banco (por Nazarenko). Realicé esa operación más de setenta veces. Y nunca en Banque Heritage se cuestionó la operación ni se cruzaron las letras: prueba evidente de que sabían bien el destino del dinero que yo retiraba, que yo casi nunca debía entregar en los domicilios de los clientes, pues estos, deseosos de ocultar la operativa, siempre indicaban oficinas complacientes”, declaró Lenguas.
En este sentido, Sayagués dijo a Montevideo Portal que cuenta “con datos muy precisos de los movimientos financieros de casi medio centenar de depositantes afectados”.
“Esos datos surgen de Price Waterhouse Coopers, la auditora de Banque Heritage, y permiten establecer que la maniobra se remonta a 2012 y 2013. En esos informes se puede identificar una cantidad de dinero involucrada muy superior a la que luego se difundió cuando la maniobra tomó estado público. El monto de la maniobra es varias veces superior al monto defraudado por la ejecutiva de cuentas infiel que luego fue procesada”, aseguró Sayagués.
El abogado sostuvo que el Banque Heritage “desarrollaba una actividad ilícita desde el punto de vista administrativo” en Uruguay y “desde el aspecto penal en Buenos Aires”.
En 2018 la ley de lavado de activos, votada en diciembre de 2017, hizo a la evasión fiscal un delito precedente de lavado de activo, lo que provocó que los bancos en Uruguay quedaran inhabilitados para recibir cuentas no declaradas.
“En el año 2012, los actuales dueños compraron Banque Heritage en Uruguay. Inmediatamente cerraron la sucursal en Buenos Aires, pero no dejaron de funcionar en su tarea habitual: traer dinero ‘negro’ al Uruguay. Sencillamente, les resultaba más fácil y seguro hacerlo en forma clandestina y así operaron desde 2012 hasta 2017”, afirmó Sayagués.
Conforme a este punto, el fiscal Rodríguez dejó constancia por escrito que existía una situación irregular en los fondos captados por el banco, pero consideró sin embargo que no tenía competencia para investigar debido a que no se estaba ante un delito de lavado de activos. La defraudación tributaria no existía como delito precedente en la legislación del país en el momento en que ocurrieron los hechos.