“Hemos propuesto a la doctora Virginia Cáceres Batalla para que sea la nueva presidenta del Consejo Directivo Central”: así anunciaba oficialmente a su sucesora el ahora precandidato presidencial colorado Robert Silva.

Dentro de filas oficialistas parece haber conformidad y consenso con la decisión tomada por Silva, previa consulta con el líder de su partido, el expresidente Julio María Sanguinetti.

Sin embargo, el senador frenteamplista Sebastián Sabini manifestó sus reparos a la decisión y en los últimos días cuestionó la falta de experiencia de la abogada en el sistema educativo. Sabini le dijo a La Diaria que le gustaría analizar su currículum antes de darle su visto bueno.

Quien no tardó en responder a estas palabras fue el ministro de Educación, Pablo da Silveira, que escribió a través de X (ex Twitter): “Se propone una mujer joven para presidir el Codicen y empiezan a saltar los prejuicios”.

A continuación, el jerarca destacó que lo de Cáceres será “un paso histórico”. En efecto, desde Juan Pivel Devoto (1985-1990) todos los presidentes del ente autónomo han sido hombres. Hasta ahora.

Abogada por la Udelar y diplomada en Género y Políticas de Igualdad por Flacso, la actual secretaria general de ANEP tendrá el desafío de confrontar con los sindicatos docentes que se vienen manifestando en contra de la transformación educativa llevada adelante por el gobierno de coalición desde la sanción de la Ley de Urgente Consideración.

Eso después de recibir la venia del Senado, lo cual está previsto que suceda la semana que viene. Mientras tanto, el interinato lo ejerce el consejero Juan Antonio Gabito.

La mujer que tomará las riendas de la educación pública es parte del núcleo cercano de Silva, pese a no pertenecer a su mismo sector del Partido Colorado. Compartió tareas con él desde 2020, cuando asumió en el Codicen, hasta la renuncia del jerarca.

Pero, más allá de lo coyuntural, ¿quién es y de dónde viene Virginia Cáceres Batalla?

'Mija la doctora

“Cuando era chiquita soñaba siempre con la mujer que quería ser y la verdad es que me parezco bastante”, escribió en mayo de este año en un posteo de Instagram en el que celebraba su cumpleaños número 40.

La foto que acompaña el mensaje es una en plano corto de ella misma sonriendo frente a una torta color amarillo con la inscripción “girl power” (“poder femenino” en inglés).

“Abogada, batllista y feminista”, se define en su perfil de la red social, en donde tiene un poco más de mil seguidores.

Cáceres tenía claro que quería convertirse en doctora en Derecho desde muy pequeña, y lo logró en 2012, más de una década después de haberse visto reflejada en el espejo del batllismo.  

En cuanto al feminismo, llegó a su vida de la mano del ejercicio profesional. En 2013 comenzó a trabajar como asesora de víctimas de violencia de género para la organización Mujeres de Negro, rol que desempeñó hasta marzo de 2021.

En aquellos años también brindó sus servicios de asesoramiento legal a mujeres en el marco de Comuna Mujer para el colectivo La Pitanga, ubicado en la zona de Flor de Maroñas.

Asimismo, hasta hoy es parte de la Red de Abogadas Feministas formada en el 2020.

Colorada de Rivera

Nacida en Rivera, de madre tacuaremboense y padre treintaitresino, Cáceres cursó primaria y sus primeros años de secundaria en su ciudad natal y después se mudó a la capital, en donde culminó sus estudios secundarios en al IAVA.

Fue en Montevideo que con 15 años tuvo su primer acercamiento con el histórico partido del que es miembro. Su hermana mayor la invitó a una reunión y ella quedó encantada. Antes de eso, aunque se hablaba de política en la mesa, en su casa no había recibido influencias partidarias.

Ya con la mayoría de edad, militó en la elección de 2004 y acompañó al por entonces diputado del Foro Batllista Gustavo Osta (hasta esta semana, vicepresidente de AFE).

Cáceres no tiene problemas en admitir que sus inicios en el PC coincidieron con el ocaso del partido tras la crisis de 2002. “’¿No te da vergüenza repartir esa lista?’, nos decían las señoras en Pocitos. Si pasaba eso con una señora en Pocitos, ¡imaginate lo que sería el resto de Montevideo!”, comentó sobre esas épocas en entrevista con el semanario Voces en 2021.

En 2009 formó su propia agrupación de jóvenes y ese año apoyó la precandidatura presidencial de José Amorín Batlle.

También militó con Amorín en 2014, e integró un grupo de colorados que se posicionaron en contra del plebiscito para bajar la edad de imputabilidad propuesto por su correligionario y por entonces candidato presidencial Pedro Bordaberry.

Hoy integra la agrupación batllista Juntos que, a la fecha, no ha manifestado públicamente el apoyo a ninguna precandidatura de las cinco ya proclamadas en el PC.

Empleada pública

Un Robert Silva de cuerpo entero aparece en el medio de la imagen. Parece que camina hacia la cámara. A sus lados, dos mujeres jóvenes se dirigen en la misma dirección. Los tres están sonriendo. A la derecha de Silva está María Victoria Vera, prosecretaria del Senado de la República; a su izquierda, Virginia Cáceres. De blazer largo rojo carmesí y una carpeta en mano, la integrante del Codicen se encuentra en el Palacio Legislativo para presentar el Informe de Acción de ANEP para la Rendición de Cuentas 2022.

La foto fue publicada en su cuenta el 30 de junio de 2023 y cosechó más de una centena de “Me gusta”. “Una nueva rendición, en equipo y con pasión, como siempre”, la describió.

No era la primera Rendición a la que se presentaba y no será la última. Y tampoco le es ajeno el trabajo como funcionaria pública. Además de desempeñarse en el Codicen, trabajó como funcionaria administrativa de la Corte Electoral (2013-2018), luego como abogada de la Oficina Servicio Civil de Uruguay Concursa (2018-2019) y nuevamente en la Corte Electoral hasta 2020.

No obstante, la presidencia del Codicen será su primer rol político. De hecho, cuando en 2021 desde Voces le preguntaron sobre lo que pasa “adentro del meollo” de la educación, dijo que prefería no hablar del tema debido a que su cargo era “absolutamente administrativo”.

Esa respuesta es una rareza en la nota, en la que abunda en opiniones sobre infinidad de temas muy diversos.

Es que el nombre de Virginia Cáceres no suele ser sinónimo de tibieza.

Posturas marcadas

Si bien tuvo apariciones esporádicas como invitada en entrevistas televisivas, durante un período corto de 2019 se la vio de lunes a viernes en la pantalla de canal 12, cuando integró el panel del programa Esta boca es mía (Canal 12), conducido por Victoria Rodríguez.

A Cáceres no le tembló el pulso (ni la voz) cuando le tocó debatir con Graciano Pascale, Selva Andreoli, Alfredo García, Verónica Amorelli, entre otros.

Su visión del mundo se vio reflejada en las posturas que tomó sobre temas como, por ejemplo, las denuncias de abuso contra el cantante El Gucci: “No importa si judicialmente se llegó a una sentencia de condena, ante la duda, es una decisión política posicionarse del lado del que denuncia”.

Así, se erigió como una defensora de que el feminismo trasciende lo político-partidario, luchando contra los prejuicios por pertenecer a un partido tradicional y hablar de estos temas, mientras se expresó a favor de la paridad en todos los cargos.

No asume la etiqueta de persona de derecha ni tradicional, y llegó a admitir que está a favor de la legalización de todas las drogas, algo que le explicó a su compañero de programa, García, en la entrevista de Voces anteriormente citada: “Sé que es un tema que genera debates de todo tipo y color y que a la gente no le gusta que uno diga esto. Obviamente que no es una medida que la pueda tomar un solo país, por supuesto. No podés ser una isla en un mundo que sigue funcionando de otra manera, porque no va a tener ningún efecto”.

Montevideo Portal se comunicó con Cáceres para entrevistarla pero esta se excusó bajo el argumento de que prefiere no dar notas hasta que sea oficialmente designada con la venia del Senado. 

Este jueves, tras la salida de Silva, Cáceres agradeció en Twitter la confianza depositada en ella “para continuar la transformación”.