El presidente del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Pablo Abdala, se refirió a la polémica generada por la organización de un concurso de belleza con participación de menores de edad en Young, Río Negro, y aseguró que el instituto “no tiene potestades para prohibirlo”.
La Intendencia de Río Negro, en conjunto con el Municipio de Young, organizan cada verano el certamen “Reina de la Piscina”, en el que se eligen una “reina”, dos “princesas” y una “miss simpatía” entre las concursantes. También se destaca a representantes de localidades.
Hasta el año pasado se requería ser mayor de edad para presentarse. Sin embargo, en la edición de este año, que se realizará este sábado 14, se admiten concursantes con 15 años cumplidos, con autorización de los padres. Pero, además, este año el tradicional evento agrega la elección de “sirenitas” en dos categorías: de 6 a 8 años y de 9 a 12. Esto desató controversia a nivel local y nacional.
Para Abdala, la actividad no incumple la normativa y, por tanto, no se puede prohibir. “No tenemos potestades suficientes para hacerlo; cometeríamos una ilicitud grave porque estaríamos restringiendo derechos, más allá de la opinión que uno pueda tener”, dijo el jerarca consultado por Montevideo Portal.
Abdala detalló que la dirección departamental de INAU en Río Negro y la división Espectáculos Públicos han intervenido, como en cualquier evento en el que participan menores de edad. En estos casos se debe contar con autorización expresa del organismo, cosa que se tramitó.
“Espectáculos Públicos se entrevista con los organizadores, inspecciona contenidos, y, de no advertir circunstancias que puedan representar vulneración de derechos, se extiende la habilitación”, explicó. Luego, durante la realización de evento se hace la inspección habitual.
Para Abdala, la intervención del INAU se limita a lo descrito, y la participación de los niños queda librada a la voluntad de los padres.
La directora de INAU por el Frente Amplio, Natalia Argenzio, escribió al respecto en Twitter. A su entender, la “exposición” de menores amerita una discusión “urgente y profunda”. “Que se exponga a niños, niñas y adolescentes a este tipo de eventos es algo que debemos poder discutir URGENTE y profundamente desde la sociedad toda para erradicarlos. Son situaciones de exposición por parte de los adultos que perpetúan la cosificación de la mujer y van en detrimento de construir una sociedad equitativa e igualitaria”, expresó la jerarca.
Abdala coincidió con Argenzio en que el tema es “discutible” —y “el debate es saludable”, aclaró—, aunque “le sacaría la parte de urgente”. Y puntualizó: “Quien postule que estos eventos deben ser prohibidos está en su legítimo derecho, pero no debe pedírselo al INAU: debe hacerse por ley”.
“Veo contradicciones en este debate: todos postulamos la autonomía progresiva de niños y adolescentes, y su derecho a ser oídos, tomar sus decisiones. Eso debe ser válido para lo que nos gusta y para lo que nos gusta menos”, planteó el presidente del INAU.
“Yo en principio no soy prohibicionista. Hay que ser muy cuidadosos al restringir”, afirmó. A su juicio, similar discusión podría darse con la participación de menores en el Carnaval de las Promesas. La duda que plantea es “quién pone el límite” sobre qué “cosifica” y qué no.
En todo caso, para Abdala, “la Constitución es clara: los padres tienen el derecho y la obligación de educar a sus hijos”. En ese sentido, expresó que son eventos que no le “entusiasmen particularmente”, y por tanto “no los promovería”, aunque “tampoco las prohibiría”. “Quedan librados a los padres. No me afilio al criterio de que estamos cosificando a las niñas [con certámenes de este tipo]. Acá no valen las generalizaciones; hay que ver cada evento”, sostuvo.
En el caso particular de Young, Abdala dijo no haber advertido ninguna vulneración de derechos; tampoco por el hecho de que se admita como concursantes a niñas desde los 6 años. “Lo que prevalece es la patria potestad, y el Estado debe ser garante”, reafirmó.
En ese sentido, una posible vulneración podría radicar en contenidos del desfile o en la ropa que usarán las menores. A propósito de esto insistió que se trata de “terreno resbaladizo”, y expresó su confianza en los técnicos del INAU que han trabajado en el caso particular.