La Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU), tras haberse declarado en conflicto el 5 de junio, definió este viernes el “corte irrestricto de horas extras, guardias y cambios de horario en todos los bancos oficiales”, medida que ya aplican en el sector financiero privado.

Además, comunicaron que continuarán “con los paros sorpresivos en los sectores que faltan, con afectación de actividades centrales del sistema financiero”.

La decisión de su Consejo Central radica en sus denuncias sobre “las causas de la situación actual de la Caja Bancaria, la responsabilidad del gobierno al no llenar vacantes, los seguros de paro que se tuvieron que pagar durante la pandemia y la negativa de la Asociación de Bancos Privados y el Poder Ejecutivo de aumentar la partida complementaria patronal prevista en la ley 18.396 del año 2008”.

“Además, en los últimos días, los bancos oficiales, aprobaron adelantar el aporte patronal solicitado por Consejo Honorario de la Caja Bancaria, lo que posibilita que existan fondos para cumplir con sus obligaciones hasta finales del 2023. Si bien esto no resuelve el problema general, alivia presiones en la mesa de negociación. Más allá de esto, y en virtud de que la Asociación de Bancos Privados del Uruguay, continúa en una actitud que no coopera en la búsqueda de una salida, desde la semana próxima”, expresó el gremio.

También seguirán “movilizados con asambleas en los lugares de trabajo, llevando información al colectivo sobre lo actuado en la mesa de negociación”.

AEBU exhorta a todos los integrantes del gremio a “participar de todas las instancias” convocadas por los organismos del sindicato, “dada la relevancia del tema y las posibles consecuencias para el colectivo”.