El pasado viernes se llevó cabo un entierro en el cementerio de la localidad coloniense de Nueva Palmira. Este hecho carece de singularidad en sí mismo, dado que se tratada de la rutina y finalidad misma de una necrópolis. Sin embargo, el del viernes fue un funeral del que deberían tomar nota los palmirenses.
Sucede que -según informa el semanario local El Eco Digital- a partir de ahora queda un solo nicho en el sector "nuevo" del cementerio. En la parte "vieja" hay otro nicho desocupado, pero la falta de mantenimiento que ha sufrido lo hacen inutilizable hasta que esa situación se subsane.
Existe asimismo la posibilidad de que se liberen algunas plazas ocupadas. Según dijo al citad medio "una persona vinculada al cementerio", hay una veintena de nichos cuya situación de pago debe revisarse. En caso de que las familias de los fallecidos no hayan abonado, podrían llevarse a cabo reducciones. De ese modo "podrían surgir espacios para evitar sepultar en tierra contraviniendo la voluntad de los deudos", detalla la crónica.
El artículo detalla que construir nuevas hileras de nicho podría llevar varios meses, dado que antes de la construcción propiamente dicha deben llevarse instancias de licitación y adjudicación de obra. Así las cosas, se considera que el cementerio palmirense no llegó todavía a la saturación debido a que hay gente que opta por la cremación de los restos mortales.
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