La ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Diana Mondino, llamó al Mercosur a demostrar que puede ser un bloque abierto para negociar alianzas comerciales con el mundo, con mecanismos de diálogo más ágiles y novedosos que le permitan concretar acuerdos.

“Transformémonos en un mercado sur voraz, con esteroides”, dijo Mondino, que participó en la cumbre de jefes de Estado del Mercosur en Asunción, en reemplazo del presidente de Argentina, Javier Milei.

En su intervención, urgió al bloque regional a ser un puente de acceso al comercio externo.

“Tenemos que demostrar que estamos abiertos a las negociaciones”, enfatizó la canciller, al destacar que existen varios países que se han acercado al Mercosur, pero la firma de acuerdos no se ha concretado.

En ese sentido, hizo un llamado a cambiar el sistema de negociación, “hacerlo más rápido” o, a su vez, buscar “formas novedosas”.

“Dejemos de ser un Mercosur chiquito, miedoso, protegido, anquilosado, y empecemos a trabajar una hoja de ruta que nos permita combatir la pobreza, generando riqueza”, zanjó.

La jefa de la diplomacia argentina criticó además el “exceso de regulaciones” intrabloque, que afectan el comercio con el resto del mundo, por lo que consideró que, en “términos técnicos”, han pasado de la creación de comercio “al desvío del comercio”.

La canciller rechazó tener un “Mercosur que se cerró en sí mismo”, en el que, si no existen flujos comerciales entre sus países, difícilmente podrán tenerlos con el mundo.

“Un Mercosur que, con el argumento de erigirse en una barrera protectora frente a importaciones de terceros mercados, lamentablemente terminó afectando nuestras propias exportaciones. Con el tiempo dejó de ser una válvula de escape de nuestras propias inestabilidades para convertirse en un corset. Nos aprieta y no nos deja mover. Tenemos que tener perseverancia y plasticidad, poder ser flexibles”, indicó Mondino, quien indicó que Argentina era uno de los países que estaba “extremadamente cerrado”.

Por lo tanto, “no teníamos autoridad moral para criticar al Mercosur por este tema, porque nosotros como país habíamos creado un sistema extremadamente complejo, dañino, de control de las exportaciones, y terminamos con una inflación equivalente al 54% mensual en diciembre”.

“Si logramos arreglar todos estos problemas internos que tenemos [Argentina], creo que podemos dejar de ser un lastre para el Mercosur y contribuir al crecimiento. Nuestro camino es abrirnos al mundo”, añadió.

Una expresión similar del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, sobre el bloque en general había generado un cruce con el expresidente Alberto Fernández en marzo de 2021. Sin aludir a Lacalle en particular, Fernández respondió en esa ocasión que si Argentina o el bloque “se ha convertido en una carga, lo lamento, lo más fácil es bajarse del barco”.

Asimismo, solicitó “terminar con las barreras arancelarias y pararancelarias”, ya sea eliminándolas y modificándolas dentro del Mercosur para facilitar y flexibilizar el comercio en el bloque. Mondino instó también a un “uso racional y prudente de los recursos de los Estados partes”.

Además, solicitó el escrutinio y auditorías para controlar el uso y el gasto del dinero con el que cuenta el Mercosur.

A la cumbre de presidentes asistieron los mandatarios de Paraguay, Santiago Peña; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Bolivia, Luis Arce; de Uruguay, Luis Lacalle Pou; y de Panamá, José Raúl Mulino, que participa como invitado especial.

Libre comercio  

Mondino, a su vez, dijo que, pese a que el mundo ha estado convulsionado por guerras, conflictos y escenarios de todo tipo, ha “alcanzado más o menos unos 300 acuerdos de libre comercio o de esquemas preferenciales”.

“Para Argentina se acabaron las ambigüedades. Creemos en el respeto y en el resguardo de la vida del prójimo. El respeto de la voluntad popular y el estado de derecho son innegociables. Ningún golpe de Estado es aceptable, ningún ataque a la democracia es aceptable”, prosiguió.