El 12 de agosto de 1998, el entonces intendente de Cerro Largo, Jorge Villanueva Saravia, apareció muerto en su domicilio. Aunque la investigación determinó que el político nacionalista se suicidó, hasta el día de hoy existen varias teorías que aseguran que se trató de un homicidio.

Mario Burgos es autor del libro "Quién mató a Villanueva Saravia ". Conoció a Villanueva Saravia en las primeras elecciones que se realizaron en Uruguay a la salida de la dictadura. Durante años, estuvieron enfrentados políticamente y mantuvieron varias polémicas dentro del Partido Nacional. Burgos y Villanueva comenzaron a forjar una relación de amistad y cercanía política a partir de 1995.

Según Burgos, "fue un individuo con un proyecto personal propio en política. Un estilo que chocaba con el tradicional y que rompía con todos los esquemas de la política de Cerro Largo. Comenzó a transformar desde la Intendencia a todo el departamento. Asistimos a una gestión que podemos calificarla con ciertos rasgos de autoritarismo y muy personalizada. Pero que en realizaciones fue tremendamente pródiga".

"Organizó a la intendencia de Cerro Largo de forma que no hubiese caciques. Que fuese él y los indios. El tenía proyectado desembarcar en Montevideo y tenía a la Presidencia como objetivo. Entre 1996 y 1998, mientras integré su equipo de trabajo, trabamos una profunda amistad y descubrí a un individuo que de no haber sido por la actuación de los asesinos, estoy seguro que hubiese sido presidente", subrayó Burgos.

Talento precoz

Bajó el lema "Cerro Largo puede, porque su gente quiere", Villanueva Saravia ganó las elecciones de 1994 y se convirtió en intendente de Cerro Largo con solamente 30 años edad.

Asumió el cargo el 15 de febrero de 1995.

Mario Burgos dijo a Montevideo Portal que "tenía lo que falta acá. Su capacidad de confrontación y su discurso absolutamente frontal en todas las materias. Apuntaba a un liderazgo fuerte dentro del Partido Nacional. De no haber muerto, estoy seguro que hubiese sido presidente de la República. Hoy no hay ningún dirigente que tenga la capacidad de convocatoria que tenía este muchacho".

Además, dijo estar "absolutamente seguro" que Villanueva Saravia fue asesinado. "Primero: del análisis de la parodia de investigación judicial que se hizo en el departamento, resulta que al analizar los acontecimientos es absolutamente imposible que se haya matado. Si no se mató, lo mataron. Es imposible decir de quién sospecho. La mayoría de la gente que participó en la investigación está viva, ocupando los mismos cargos en la estructura de poder hasta el día de hoy. No hubo una sola respuesta ni del Poder Judicial, de los fiscales o el Partido Nacional. Tengo que suponer que hay más de un sector dentro del poder para que nadie meta el dedo y profundice en esto. Lo mataron porque era un trasgresor políticamente y tenía dos particularidades: no tenía límites ni precio. El precio era la Presidencia de la República".