La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) elaboró semanas atrás un informe en el que indica qué tanto gastaron los gobiernos en tratar de paliar la crisis económica debido a la pandemia de coronavirus y los efectos del confinamiento. En dicho informe se indica que Uruguay fue, junto a República Dominicana, el país de la región que menos esfuerzo fiscal derivó a paliar la crisis.
El informe indica que las medidas fiscales estuvieron enfocadas en la mayoría de los países en proteger la salud de la población con mayores recursos; apoyar a los hogares, especialmente los más vulnerables, a través de transferencias para compensar la pérdida de ingresos de empleados formales e informales; y proteger la capacidad productiva. Sin embargo, el informe advertía que por el ahorro de los Estados sería necesario buscar financiamiento externo.
En un ranking elaborado por la Cepal, El Salvador lidera como el país que más esfuerzos fiscales derivó a paliar la crisis con el 11,1 % de su PBI, seguido por Perú (8,8 %) y Chile (5,7 %). Uruguay y República Dominicana son los últimos de la región con el 0,7 % cada uno.
Entre las propuestas de la Cepal para superar los efectos de la pandemia se encuentra implementar durante al menos seis meses un ingreso mínimo equivalente al dinero que establece la línea de pobreza, lo que en Uruguay se llamó varias veces renta básica, algo propuesto por el PIT CNT y el Frente Amplio.
Sin embargo, este martes, durante la ceremonia de la Declaratoria de la Independencia en el departamento de Florida, el presidente de la república, Luis Lacalle Pou, cuestionó este informe y dijo que le pidió al canciller, Francisco Bustillo, que se comunicara con la Cepal para aclarar las cifras, que según él están mal.
Por este motivo, Bustillo envió una misiva a la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, a quien le pidió que se aclarara por qué Uruguay tuvo que derivar menos porcentaje de PBI a paliar la crisis.
El canciller fue consultado sobre este tema y dijo que el gobierno entendió que "la gráfica no reflejaba debidamente lo que el cuerpo del informe decía", que era "por qué aparecía Uruguay como aquel país que había volcado menos recursos".
"Es que era en función de la situación real en que se encontraba Uruguay, un país que ha dado muestras de tener excelentes registros sociales, y en esa medida la situación de la que partía Uruguay para hacer frente a la pandemia era muy distinta de la que partían otros países de América", explicó el canciller en declaraciones consignadas por Radio Uruguay.
Según el ministro de Relaciones Exteriores, Bárcena reconoció que "el propio informe de Cepal daba pie para interpretaciones que no correspondían". Bustillo dijo que "por imperio de lo que han sido todos los gobiernos que nos han precedido y este mismo, que durante la gestión de la pandemia tiene guarismos fantásticos", Uruguay pudo gastar menos.
Lacalle y Bustillo no fueron los únicos dos que defendieron el gasto uruguayo durante la crisis. También el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, recordó que solo en seguros de desempleo se gastaron 250 millones de dólares durante los últimos cinco meses, "que representa medio punto del producto bruto interno".
Según declaraciones publicadas por la web del ministerio, el jerarca sostuvo que a lo largo de su historia Uruguay desarrolló políticas sociales que le han permitido desplegar medidas de protección destacadas en el continente que incluyen salud, jubilaciones y pensiones, y que estas no son recogidas en el informe de Cepal.