El Poder Ejecutivo anunció este miércoles la firma de un memorando de entendimiento con la empresa HIF para la construcción de una planta de hidrógeno verde en Paysandú.
Desde Presidencia informaron que la inversión podría ser de hasta US$ 6.000 millones, lo que la convertiría en la más grande de la historia del país.
Si bien todavía es una etapa previa y no hay nada resuelto, los ambiciosos planes de inversión suelen venir de la mano con otorgar al mercado laboral un mayor dinamismo. Y, al mismo tiempo, pueden generar impactos cambiarios por el ingreso de grandes flujos de divisas a través de la inversión extranjera directa.
¿Qué puede pasar con el dólar ante una megainversión? Desde Personal Sherpa, un sitio encabezado por el economista y exasesor del Ministerio de Economía y Finanzas en materia de deuda, Rodrigo Saráchaga, en el que se busca promover hábitos financieros saludables, advirtieron por un posible efecto y recordaron lo que ocurrió con la inversión de UPM 2, que era por unos US$ 2.700 millones.
Según señaló el sitio, la confirmación de la construcción de UPM 2 en julio de 2019 “tuvo un impacto inmediato en el precio del dólar (cayó $ 1) y en la cotización de los bonos en pesos nominales”.
“Es que el ingreso de dólares por IED [inversión extranjera directa] genera un exceso de oferta de la divisa estadounidense, y cuando algo abunda, su precio cae”, completaron desde Personal Sherpa en un posteo a través de LinkedIn.
Si bien el caso de la planta de hidrógeno verde es algo promisorio aún, pues faltan varios pasos previos antes de la confirmación de la inversión, los asesores financieros recomendaron considerar este factor para “tener en cuenta” en las decisiones de ahorro de inversión.
La empresa UPM confirmó el 23 de julio de 2019 su inversión para una segunda planta de celulosa en Uruguay.
Según los registros históricos del Banco Central del Uruguay (BCU), el dólar promedio cerró el 22 de julio de ese año en $ 34,811, mientras en los días posteriores operó a la baja. El 23 de junio cerró en $ 34,388 y el 24 de junio en $ 33,83.
En las jornadas siguientes, la divisa norteamericana empezó a repuntar, y en los primeros días de agosto superó los $ 35, y en octubre ya estaba en los $ 37.
De hecho, tanto en agosto de ese año como en octubre, el gobierno frenteamplista de ese entonces resolvió vender dólares para moderar la suba de la divisa.
Consultado por Montevideo Portal, el investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) Ignacio Umpiérrez coincidió al señalar que las inversiones extranjeras pueden tener impactos cambiarios. De todos modos, alertó que todavía falta tiempo para una eventual confirmación de esta inversión.
Además, explicó que hay otros factores que juegan y pueden contrarrestar los efectos de más dólares en el mercado, como ocurrió en 2019.
“Son casos distintos porque acá se anunció un acuerdo, donde hay etapas de factibilidad, de estudiar el mercado, y todavía está un poco verde. Por lo que no es lo mismo que cuando hubo un anuncio concreto de UPM de que empezaba”, dijo el economista.
Sin embargo, remarcó que cuando se anuncian proyectos de estos montos, “claramente el mercado cambiario empieza a futuro a recoger que va a haber una oferta de dólares mucho más importante”. “Por eso se empieza a vender, y uno debería esperar que el dólar empiece a bajar”, explicó.
Sobre otros factores que también inciden en el mercado cambiario, Umpiérrez ejemplificó que en 2019 la suba posterior de la divisa “probablemente tuvo que ver con el ciclo económico que Uruguay estaba atravesando”.
“En aquel momento veníamos con una economía creciendo muy poquito, estábamos al borde de perder el grado inversor, y había inclusive una incertidumbre electoral. O sea que había un conjunto de temas, pero sobre todo el principal riesgo, que era el grado inversor en la cuerda floja, y eso obviamente generó una presión al alza del tipo de cambio”, señaló el economista del CED.
“En el caso de la noticia de esta semana, no debería trasladarse totalmente al mercado cambiario por el hecho de que todavía no es un proyecto concreto en el que hay una fecha de inicio. Pero sí es cierto que este tipo de anuncios, en la medida que se concreten, tienen impacto, porque uno espera que los flujos de divisas hacia Uruguay sean grandes. Y, por ende, hay un exceso de oferta de dólares en el mercado, sobre todo por los montos que se manejan”, concluyó.
El contexto y la posición del BCU sobre el dólar
El contexto actual está marcado, entre otros asuntos, por reclamos constantes del sector agroexportador y de distintos analistas económicos por advertir un atraso cambiario.
El presidente del Banco Central del Uruguay, Diego Labat, fue consultado esta semana en una rueda de prensa sobre las perspectivas para la cotización del dólar. Como ha hecho en otras ocasiones, el jerarca defendió que la divisa se mueve dentro de sus fundamentos.
“Uruguay tiene una política de libre flotación; el dólar en Uruguay flota y eso es parte de nuestra política. Y la idea es no tener más objetivos que el central, que es la inflación. Si nosotros empezamos a tener muchos objetivos, capaz que no llegamos al objetivo central. Hemos sido bien claros en señalar que el Banco Central tiene un objetivo central, que es la inflación, y en eso estamos”, dijo.
El BCU resolvió la semana pasada mantener la tasa de interés en 9%.