El economista Gabriel Oddone, eventual ministro de Economía en caso de un triunfo del Frente Amplio, se refirió este jueves a las políticas tributarias que aplicaría la oposición en caso de llegar al gobierno.
“Yo creo que el gobierno tiene una obsesión con esto y es un error conceptual. Hablar todo el día de que si yo gano no subo impuestos, y si ganan los otros suben impuestos, o que si pasa tal cosa se suben impuestos, centra la discusión en mi opinión de una manera frívola respecto a cómo se maneja la economía”, respondió entrevistado en el programa Arriba gente (Canal 10) al ser consultado sobre si una aprobación del plebiscito de seguridad social desembocaría en un incremento de impuestos como dijo el presidente Luis Lacalle Pou.
“Nadie puede prometer cosas que no tiene bajo control. Prometer que uno no va a subir impuestos es irresponsable, porque uno puede enfrentar —no [solo] el plebiscito— n situaciones inesperadas por las cuales uno se vea obligado a aumentar impuestos. Cuando uno formula propuestas con este nivel de contundencia, y se compromete con este nivel de contundencia, se restringe el margen de maniobra y arriesga a que, ante una situación que no se sabe cuál puede ser, utilice un instrumento”, agregó.
Oddone remarcó durante la entrevista en Canal 10 que, para el Frente Amplio, “en condiciones normales no hay margen para aumentar la presión fiscal”. Sin embargo, dijo que eso no quiere decir que no haya que hacer modificaciones tributarias, y citó un ejemplo.
“En el mundo, el Impuesto a la Renta Mínima Global está avanzando a velocidades muy generalizadas. Ya hay compañías uruguayas que se han presentado con la administración tributaria a ver cómo puede hacer para tributar este impuesto global en Uruguay, porque de no hacerlo en Uruguay lo van a tener que hacer en el exterior. Y si Uruguay no ofrece alguna condición ventajosa, van a evaluar si permanecen o no permanecen. Entonces, que esas compañías puedan tributar en Uruguay, lo van a hacer si y solo si hay alguna condición que nosotros les ofrecemos, que no puede ser particular para una compañía: tiene que ser en el marco general”, dijo.
“Eso supone que tenemos que estar pensando ya —y nosotros estamos trabajando en eso— en rever los regímenes de estímulos para traer inversiones. Porque inversiones que están alojadas en zonas francas, y que van a estar gravadas por el impuesto global, no van a poder seguir disfrutando un régimen de este tipo, porque sus operaciones van a quedar gravadas en algún lugar”, apuntó.
Oddone dijo que “cualquier uruguayo” querría que esa renta se quede en Uruguay en lugar de ir al exterior, pero señaló que, para hacer eso, deben introducirse “modificaciones de atracción, y de estímulos y desestímulos”.
El economista también señaló que desde su punto de vista la actual administración no ha empezado a analizar posibles modificaciones para retener esas inversiones debido a su compromiso de no cambiar condiciones tributarias. “El compromiso de no rever impuestos les impidió razonar en cómo podían hacer otras modificaciones para que esta oportunidad tuviera lugar. Por eso uno no debe hacer eso”, respondió.
Más allá de eso, señaló que una eventual aprobación del plebiscito implicaría “buscar nuevos recursos y postergar algunas prioridades de gasto”. Repreguntado sobre a dónde se apuntaría para obtener esos recursos, dijo que será un eventual escenario a enfrentar. “Mientras eso no esté, lo que tenemos que decir es que es inconveniente, pero que si ocurre lo vamos a poder manejar, porque el mundo no se va a terminar, como yo he repetido en varias oportunidades”, sostuvo.
A continuación, volvió a tener una postura crítica con el posicionamiento público del Poder Ejecutivo en relación al plebiscito de la seguridad social.
“Me preocupa que las autoridades de gobierno, que están gestionando la política económica hoy, transmitan la señal en público de que esto es de una gravedad superlativa”, dijo después. “Me preocupa que las autoridades que se reúnen con inversores les transmitan que hay un abismo al final del 27 de octubre. ¿Por qué? Porque esa idea en sí misma fragiliza la posición de Uruguay”, remarcó.