Por Ana Jerozolimski
Cuando David Fremd fue asesinado en Paysandú aquel 8 de marzo del 2016, numerosos informes de prensa reportaron sobre el "el comerciante judío asesinado" o "el empresario sanducero víctima de un crimen antisemita", palabras que si bien no faltaban a la verdad, lejos estaban por cierto de describir a la víctima del atentado. Esos términos incomodaron a Rafael , uno de sus tres hijos, por sentir que eran etiquetas injustas, que no reflejaban fielmente cómo y quién era David.
Ese es el trasfondo del libro presentado hace pocos días "Un reloj que no es mío", 20 relatos cortos sobre David Fremd, el padre de Rafa, su amigo, el abuelo de los hijos que Rafa tendrá y no lo conocerán, para quienes también es este singular testimonio.
"Ya que mis futuros hijos no podrán conocer a su abuelo, la idea fue por lo menos dejar de alguna manera establecidos ciertos elementos que sintetizan su personalidad. Me encantaría que ellos y todos los que lean el libro se queden con la idea de un tipo noble, sencillo, con una muy buena energía y una gran predisposición a dar una mano. Un elemento que está buenísimo en todo esto es que él ayudaba a un montón de gente en silencio. Cuando fue el velorio, el entierro y en los días siguientes que estuvimos en Paysandú, decenas de personas se acercaron a contarnos de qué manera mi padre los había ayudado y yo no me había enterado. En realidad nadie de la familia tenía idea", dijo Rafael.
El método que utilizó para reducir la cantidad de historias a las 20 que forman parte de este material fue seleccionar los que, "al final del día, al pasar raya, más me gustaron, más me emocionaron o eran un reflejo más claro de la personalidad de mi padre. No fue un criterio consciente, pero fue muy fácil hacer la selección".
Sobre todo eso es esta entrevista. El libro se puede comprar en la página unrelojquenoesmio.com
P: Rafa, a raíz del anuncio de tu libro volví a leer el texto que escribiste 2 años después de la muerte de tu papá, titulado igual que el libro: "Un reloj que no es mío". Lo volví a leer antes de esta entrevista y volví a llorar. Y al mismo
tiempo, a sentir que sentía tu orgullo de hijo por el padre que tenías, de bendita memoria. Creo que es ineludible reproducir aquí aquel texto tan emotivo que escribiste.
Desde hace 2 años uso un reloj que no es mío.
Es el reloj que usaba mi papá hasta hace 2 años. Insisto en que no es mío porque él nunca me lo regaló. En realidad, fue un regalo que le hicimos con mi madre y hermanos hace como 15 años.
Por momentos me olvido que lo tengo puesto. Pero cuando soy consciente que lo llevo en la muñeca izquierda cambio de postura: enderezo la columna; y con el cuerpo, mi actitud.
Me recuerda a mi papá. Pero sobre todo, me recuerda sus mayores aprendizajes.
Me refiero a esas enseñanzas que nunca dijo, pero que incorporé al verlo ser, al verlo vivir. Creo que él no se daba cuenta que me estaba enseñando, ni yo que estaba aprendiendo. Pero veo que en gran parte, lo que soy y lo que me gustaría ser, surge de ahí.
Miro el reloj y los problemas se achican, re dimensiono los enojos, re evalúo los deseos y hasta dudo de mis certezas y preguntas.
Y hoy me doy cuenta que el reloj a mi no me da la hora. Me recuerda el camino.
P: Después de este testimonio tan fuerte en la bendita memoria de tu papá ¿cómo se presenta "Un reloj que no es mío"?
R: "Un reloj que no es mío" incluye 20 relatos cortos. Fragmentos de vida, historias simples y cotidianas que describen a mi padre de una manera muy cercana. Un tipo noble, cercano, sencillo, impredecible, cariñoso y solidario. Un tipo entrañable. Es una reacción a esos injustos titulares de lo describieron como "el comerciante judío asesinado". Mi padre fue conocido por su forma de morir. Este libro describe su forma de vivir. Porque así es como creo que debería ser recordado.
P: Así que es enteramente un libro sobre tu papá. ¿Pero al mismo tiempo dirías que va más allá de ello?
R: Es un libro sobre mi padre, si. Pero creo que son historias o reflexiones universales. Creo que son interesantes independientemente del contexto en el que este libro se genera. Ojalá tenga valor tanto para los que lo conocieron, como para los que no tengan ni idea quién fue o qué le pasó. En el libro se pueden encontrar reflexiones, anécdotas, reacciones y otro tipo de fragmentos de vida que lo describen. Fue diseñado por Santiago Velazco y Gabriel Pica - de estudio LAND- y prologado por Andrés Oberti y Yehuda Ribco.
P: El valor para otros ¿pasa por lo que aporta conocer, aunque sea sólo en un libro, a una persona buena como él, querido, generoso?
R: Es una buena pregunta. Supongo que una parte de la respuesta es que sí, que en eso hay valor. Pero sobre todo, creo que habrá generado valor si produce reacciones. Si el libro genera risas o preguntas, entonces habrá tenido sentido. Ni hablar si genera encuentros o conversaciones. Quizá sea un tema de charla o quizá simplemente sensibilice a alguien y le de ganas de encontrarse con alguien por el simple hecho de poder hacerlo. El valor se puede tomar diversas formas. En este caso creo que el valor del libro estará en las reacciones que genere, esa es mi conclusión.
P: Me podés dar algún ejemplo de por qué decís que era noble? Y cercano? Y solidario? Estoy segura que para cada adjetivo vos, tu mamá y tus hermanos tendrán mil historias....
R : Algunos de esos ejemplos están en el libro. Y algunos otros los he compartido en mis redes, recuerdo el artículo de Pesaj por ejemplo. Allí hay algunos pequeños ejemplos. Hoy te puedo decir que me resulta más que interesante pensar en la cantidad de gente han mencionado a mi padre como su mejor amigo. No importa tanto el concepto de "mejor amigo", no sé qué significa un "mejor amigo" no es ahí donde quiero poner el foco; sino en el hecho de que hay decenas de personas que lo sentían como un tipo super cercano. Muchas de las cuales yo ni conocía ni sabía que existían. Papá no solamente ayudaba desde el consejo o escuchando, sino también ayudando en la resolución de los problemas: interviniendo, proponiendo, empujando y resolviendo.
P: ¿Escribirlo fue parte del proceso de duelo después del asesinato?
R: Supongo que sí. Los mejores relatos son aquellos que escribí cuando estaba en Chile; escritos en los momentos en que sentí más soledad o incredulidad. De algún lugar me surgió la necesidad de transformar esa tristeza en alegría, y estos relatos en un libro. Nunca pensé "voy a escribir un libro para atravesar mejor el duelo" pero supongo que de alguna manera ayudó. Escribirlos y compartirlos me hacía sentir bien. Yo mandaba los relatos y recibía otras anécdotas como respuesta, mensajes de amigos y familiares emocionados o a las carjacadas. Todo eso fue precioso y ojalá que todo lo que se viene ahora con el libro diseñado, pronto y listo para ser compartido y leído por todos sea aún más lindo.
P: La muerte, y más que nada en circunstancias tan dramáticas como las de aquel 8 de marzo terrible en Paysandú, estremece. Pero lo que inspira es la vida ¿verdad?
R: Totalmente. Gabo, el más chicos de los tres hermanos -con notable claridad y madurez- en el entierro dijo que entre tanta tristeza teníamos que estar agradecidos por haber tenido a un padre y amigo como papá. Esa frase creo que sintetiza la manera que con mi madre, hermanos y el resto de la familia hemos enfrentado la vida.
P: Me hacés acordar a algo que nosotros, mis hermanos y yo, y mi mamá, escribimos en la lápida de la tumba de mi papá: que estamos agradecidos por haber sido parte de su vida...Hermosa la frase de Gabriel ¿Consultaste con tus hermanos, con tu mamá, durante la escritura del libro, aportando cada uno algún cuento, o son todos vivencias tuyas?
R: A medida que los fui escribiendo los fui compartiendo con ellos. Ellos fueron siguiendo de cerca el proceso. Y aunque creo que no leyeron todos, conocen la gran mayoría. Las veces que hicimos el ejercicio artificialmente - es decir- ponernos a pensar con la intención de encontrar historias que valían la pena ser compartidas no las encontramos. Pero sin dudas que muchas de las historias deben haber surgido conversando o recordando cosas. No tengo claro cuál fue el proceso en las conversaciones con ellos
P: ¿Cuál es el mensaje del libro?
R: Yo espero que el libro genere sonrisas, reflexiones y que quienes lo lean lo disfruten. Personalmente, creo que el ejercicio de haber transformado incredulidad y tristeza en un libro como el que estoy presentando es ya de por sí un mensaje. La interpretación de los relatos o mensajes que puede haber entre líneas es un ejercicio que se lo dejo a quien quiera hacerlo.
P: ¿Qué corazones querés tocar? O quizás debería preguntar qué corazones sentís se sentirán tocados por tu libro.
R: Quiero que quienes no conocieron a mi padre puedan hacerlo, al menos de alguna manera. Y quienes sí lo conocieron, vuelvan a encontrárselo.
P: Aparte de la historia personal, de querer pintar a tu papá con esa humanidad que lo caracterizaba ¿aparece en algún lado su dimensión judía, su profundo sentimiento judío? Lo pregunto por dos cosas contradictorias: porque me consta el amor que tenía por lo comunitario, y porque fue asesinado por ser judío.
R: Hay precisamente una narración en el libro que establece eso. La última. No es un relato, es más una reflexión que cuenta con algunos ejemplos cómo y cuándo mi padre era judío. No te quiero adelantar mucho más al respecto. Puedo agregar que dedicó mucho tiempo, energía y cariño a la comunidad de Paysandú, pero siempre desde el anonimato, sin necesitar títulos ni posición en la directiva, ni nada. Él siempre intentaba unir y sumar. Recuerdo que en los jaguim siempre llamaba a aquellos que estaban más alejados y los invitaba a ser parte de las celebraciones. A muchos los llamaba año tras año, sin suerte, pero no se cansaba, al año siguiente volvía a insistir. Yehuda Ribco (que prologa el libro) nos acompañó muchísimos años en los jaguim, a él siempre le pedía que contara historias con moralejas que nos acercaran o nos hicieran sentir parte de la comunidad y nos invitaran a hacer algo al respecto.
P: Rafa, decidiste donar todo lo que ganes con la venta del libro a la fundación Educación Responsable. ¿Por qué a ellos?
R: Estuve mucho tiempo pensando a quién apoyar. No fue fácil. Hasta que un día me encontré con esta organización y entendí que tenía que apoyarlos. Es una institución cuyas acciones son transformadoras en el mediano y largo plazo. Trabajan con la inteligencia emocional de los niños, la creatividad y los vínculos humanos. Creo que es una de las cosas más importantes que los niños deben incorporar hoy en día. Además, inmediatamente les gustó la idea y pusieron todo lo que tenían a disposición para ayudar a que el libro fuera conocido por la mayor cantidad de gente posible. Ilan Bajarlía y Shai Abend, tomparon el proyecto como si fuera propio y le dedicaron muchísimo tiempo. Luego se sumó Quatromanos (agencia de comunicación, que trabaja probono para la organización) y el resto del equipo de EdRes. Estoy muy agradecido con todos ellos. Es increíble que yo los quería ayudar a ellos; y terminaron ellos ayudándome a mí.
P: Rafa, te agradezco por esta entrevista. Y te deseo que cada ves que mires el reloj, te siga recordando que te marca el camino. Abrazo enorme y a través tuyo a tu mamá y tus hermanos. Y que esta entrevista sea otro homenaje a la bendita memoria de tu papá.
R: Muchas gracias Ana