El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reivindicó este miércoles ante el Congreso estadounidense que Estados Unidos e Israel deben estar “unidos” para ganar a quienes quieren “destruir la civilización”.

“Estados Unidos e Israel deben estar juntos porque cuando estamos juntos lo que ocurre es que nosotros ganamos y ellos pierden”, declaró en medio de una ovación.

“Para que triunfen las fuerzas de la civilización, Estados Unidos e Israel deben permanecer unidos”, dijo Netanyahu, tras llegar entre vítores de los republicanos que lo recibieron de pie. Por el contrario parte de los congresistas demócratas se quedaron sentados.

“Él vino a Israel para estar con nosotros en nuestro peor momento”, dijo en referencia al viaje de Biden tras el ataque del brazo armado de Hamás del 7 de octubre pasado.

Acto seguido, Netanyahu calificó a Biden como “un orgulloso sionista irlando-estadounidense”, en referencia al apoyo del mandatario hacia Israel y a sus raíces irlandesas.

“Nuestro mundo está convulsionado. En Oriente Medio, el eje del terror de Irán se enfrenta a Estados Unidos, Israel y nuestros amigos árabes. Esto no es un choque de civilizaciones. Es un choque entre barbarie y civilización”, dijo.

Además, expresó su confianza en los esfuerzos realizados para conseguir la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás. “Confío en que estos esfuerzos puedan tener éxito”, declaró, quien agradeció al presidente estadounidense Joe Biden “sus incansables esfuerzos en favor de los rehenes”.

“Tengo un mensaje para estos manifestantes: cuando los tiranos de Teherán, que cuelgan a homosexuales de grúas y asesinan a mujeres por no cubrirse el cabello, los elogian, promueven y financian, se han convertido oficialmente en los idiotas útiles de Irán”, afirmó el líder.

Netanyahu, que fue invitado por las dos cámaras de Congreso de Estados Unidos, también dijo que Israel enfrenta una guerra entre los que “glorifican la muerte y los que santifican la vida”, al tiempo que aseguró al pleno: “Amigos, tenemos algo seguro, vamos a ganar”.

El primer ministro israelí enmarcó la lucha contra Hamás, que el pasado 7 de octubre atacó territorio israelí y mató a unas 1.200 personas, como un conflicto más amplio en todo Oriente Medio.

El discurso del primer ministro israelí, que no contó con la presencia de la vicepresidenta Kamala Harris, que tradicionalmente preside la cámara en discursos de mandatarios extranjeros, recibió varias ovaciones, mientras que algunos legisladores decidieron asistir con camisetas que pedían el alto el fuego en Gaza.

La congresista demócrata de origen palestino Rashida Tlaib llevó durante el discurso de Netanyahu un abanico en el que decía “criminal de guerra” en señal de protesta. La legisladora, una de las más vocales en contra de la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza, también vistió con una kufiya (pañuelo palestino) y no aplaudió ni se levantó cuando el primer ministro entró al hemiciclo.

Una multitud con banderas palestinas y pancartas se congregó cerca del Capitolio, donde se registraron choques con la policía, que disparó gas pimienta para dispersar la protesta que pedía la detención de Netanyahu, sobre el que pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional.

Varios de los manifestantes se lavaban los ojos y la cara tras la refriega. “Estamos horrorizados por la destrucción del sistema de salud en Gaza”, contó a la AFP el doctor Karameh Kuemmerle.

Con información de AFP y EFE