Luego de finalizado el debate presidencial entre Yamandú Orsi y Álvaro Delgado este domingo sobre la hora 22:30, varios politólogos analizaron el desempeño que tuvieron los dos candidatos, uno de los cuales será el próximo presidente de la República.
Uno de los primeros en hacer apreciaciones con respecto a la instancia de contraposición de ideas entre el presidenciable del Frente Amplio y el del Partido Nacional fue el politólogo grado 5 de la Facultad de Ciencia Sociales Adolfo Fito Garcé.
En Telemundo, comenzó afirmando ante la pregunta de si hubo un ganador o perdedor que eso no se sabrá hasta el domingo, cuando efectivamente se lleve a cabo el balotaje.
“Creo que cada cual consiguió sus objetivos. Me sorprendió que Delgado fue más incisivo, más punzante, más peleador de lo que uno imaginaba. Lo vi tomando riesgos, tratando de acorralar al otro e incluso en un momento acusarlo de mentir. Fueron movimientos dialecticos fuertes. Vi a un Delgado jugando a la ofensiva y a un Orsi haciendo lo que tenía que hacer: aprobar el examen”, valoró Garcé.
En esta línea, el analista consideró que ambos candidatos “hicieron lo que tenían que hacer”, aunque cuestionó que el debate haya sido tan embretado, “con tantas reglas”.
“Orsi mostrarse como presidenciable y Delgado arriesgar. Del lado de Orsi hubo un esfuerzo muy grande por proponer”, añadió.
Sobre si apoyarse en apuntes le resta seguridad al candidato del Frente Amplio, Garcé opinó: “Es mucho mejor apoyarse en un papel que hacer un papelón”.
“Creo que Orsi lo hizo bien ayer. Se apoyó todo lo que precisaba en sus apuntes. Creo que rumbo al balotaje hemos visto un crecimiento de Orsi. Se lo vio más seguro y cómodo en entrevistas largas. Ayer no se lo vio tan cómodo, pero no es lo mismo una entrevista que un debate presidencial. A Delgado se lo veía más cómodo y a Orsi más rígido”, puntualizó.
Por su parte, el director de Factum, Eduardo Bottinelli, participó de una mesa de análisis en VTV. Para el sociólogo, parte de lo que se vio en el debate de “no salirse del libreto y no responder” radicó en “no meter la pata”.
“Al responder pueden pasar dos cosas. O errarle a la respuesta o quedarse sin tiempo para la parte preparada y propositiva. Jugaron muy a guion armado. Fue un debate no debate. Básicamente fue lo que esperábamos. No hubo salidas de tono, como ocurrió en algún momento del de 2019. Básicamente, cada uno pasó su mensaje”, resumió Bottinelli.
Por su parte, el también docente de la Universidad de la República y politólogo Daniel Chasquetti fue en la misma línea que los otros analistas en que cada uno de los candidatos tenía “su plan”.
“Delgado en las encuestas viene de atrás. Hay tres puntos [de diferencia] en el promedio de las encuestas e indecisos. Todas las investigaciones muestran además que los indecisos no se van a resolver mirando el debate. No les interesa la política. Delgado busca el switch, que es que la gente inclinada a Orsi cambié”, opinó el politólogo en el programa de streaming Campaña del Miedo.
“El comienzo de Orsi fue un poco más titubeante, mientras que Delgado lo manejó con más cancha. Pero sin embargo hay algunas apreciaciones. Orsi siempre miraba la cámara y Delgado no lo hizo. Delgado estuvo todo el tiempo tirando anzuelos, pegando al Frente Amplio, hablando de los 15 años, incluso manejando cifras que no son reales. Pero Orsi optó por no recoger, no responderle”, analizó Chasquetti.
Y añadió: “[Orsi] estaba ceñido a un plan previo. ¿Cuál era el plan? Mostrarse como un presidenciable. Fue un poco aburrido cuando enumeró propuestas [hasta ocho]. Eso es difícil de procesar en términos televisivos y de comunicación. Dejó pasar algunos momentos en los que se podría haber discutido. El objetivo de Delgado fue provocar el cambio de votante y el de Orsi era otro. Dejó pasar oportunidades para responder y eso demuestra que tenía un plan y no iba a salir de él. Los dos asumieron que esto no iba a mover mucho la aguja”.
Un formato que no ayudó
Mientras tanto, el sociólogo y experto en comunicación política Federico Irazabal conversó este lunes con En Perspectiva sobre las características del debate y el desempeño de los candidatos.
El consultor valoró que el formato elegido para el intercambio entre los presidenciables no ayudó “a mantener a la gente enganchada”.
“En general el que va primero no quiere ir al debate y el que va segundo quiere ir, quiere que haya un debate más picado para que él pueda meter sus temas y pueda, de alguna forma, intentar descontar la ventaja”, dijo y apuntó a que, aunque la ventaja que le dan las encuestas al presidenciable del FA, es “muy leve”, Orsi “está buscando cuidarse más”.
Tras esto, Irazabal hizo referencia a la actitud de los candidatos. “Si hubiese habido una mampara entre los dos atriles, ninguno se enteraba de que el otro estaba ahí”, expresó y añadió que “hubo muy poca confrontación”.
“Delgado tuvo un tono más buscador, Orsi estaba como si estuviera en una conferencia de ADM en donde van los candidatos y exponen sus propuestas y sus áreas de trabajo”, consideró y sumó: “De hecho, Delgado lo nombra mucho más a Orsi al inicio del debate buscándole el pie. Diciendo: 'Esto Yamandú Orsi lo sabe' y Orsi nunca levanta el guante, fue a cuidarse mucho”.
El especialista consideró que “ninguno aprovechó para dejar en evidencia al otro ni recoger las propias declaraciones”.
“Me parece que fue tan preparado el debate. Esto es como cuando íbamos a dar el examen y estudiábamos de memoria. Entonces, el profesor te preguntaba alguna cosa por fuera de lo que habías estudiado y había dificultades para poder meterse en ese tema y poder dar una buena respuesta. Fueron muy a lo suyo cada uno”, dijo en consonancia con lo expresado por los demás analistas.
A continuación, aludió a que el candidato frenteamplista enfatizó en que no subirá impuestos en caso de ser presidente. “A Orsi me parece que se le salió en ese momento el libreto y trató de meter una frase interesante”, consideró.
Por su parte, dijo que Delgado “buscaba y buscaba” pero “le faltaba la contundencia del golpe final”.
“Intentaba buscar las comparaciones, buscaba mucho esos contrastes entre las incertidumbres de lo que pudiera ser un gobierno del FA, el retroceso, etcétera, pero le faltaba ese toque final como para darle contundencia a ese discurso”, expresó.
Luego calificó al discurso tanto de Orsi como de Delgado de “monocorde y aburrido”. “Es parte del estilo que tienen ambos candidatos”, amplió. “Son candidatos muy parecidos entre sí en sus estilos y eso también iba a hacer que la campaña fuese muy difícil y tediosa”, valoró.
Ambos venían con estrategias bastante marcadas: Delgado tenía que venir a tratar de descontar esa ventaja que le lleva Orsi y Orsi tenía que jugar a no equivocarse, al 0 a 0.