La Justicia condenó a Humberto Allende, el alcalde del Partido Nacional en Cerro de las Cuentas (Cerro Largo), por abuso sexual especialmente agravado y lesiones personales. Los delitos fueron comprobados luego de que una mujer de 78 años denunciara al político por haber abusado de ella y un hombre de 80 años lo hiciera por haber sido golpeado por Allende.
La Fiscalía de 2° turno en Melo, a cargo de Letizia Siqueira, llevó adelante la investigación y logró que la Justicia emitiera una sentencia por cinco años y dos meses de cárcel. Sin embargo, Allende fue enviado a prisión domiciliaria como medida cautelar, dado que la defensa del alcalde tiene 15 días hábiles para presentar una apelación.
La denuncia que hizo la mujer en contra de Allende se remonta a cinco años atrás, cuando la víctima tenía 78 años. De acuerdo con lo que pudo establecer la Fiscalía, la denunciante vivía sola al momento de los hechos y veía en el alcalde un vecino de confianza.
“Le reponía leña y hasta le había regalado días atrás una canasta con alimentos”, indica la sentencia a la que tuvo acceso Montevideo Portal. El día que Allende cometió la violación, ingresó a la casa de la mujer en horas de la mañana, cuando ninguno de los vecinos linderos estaba en su vivienda.
“Procedió a hacerle tocamientos y penetraciones en su vagina con su órgano sexual”, describe el documento. La mujer, que es jubilada, declaró en modalidad de cámara Gesell y aseguró que el día en que se suscitaron los hechos fue un viernes. La víctima recordó, en su declaración, que Allende abrió la puerta “debido a que era un vecino al que le tenía confianza”. El alcalde ingresó a la vivienda y comenzó a gritar “quiero algo con vos, quiero algo con vos”. “La agarra y la va empujando hasta el fondo de la casa, hasta la habitación, donde le baja la ropa y se baja él la suya, la penetra y se va rápidamente”, agrega el texto.
En la misma declaración, la mujer contó que se quedó llorando y decidió bañarse porque notó la “presencia de semen en su cuerpo”. “Lloró y lloró hasta quedarse dormida”, indica la sentencia.
“Su relato está teñido de angustia, de vergüenza. Llama la atención cómo frota todo el tiempo su pecho como cubriéndose, como avergonzándose por lo ocurrido. Todo el tiempo la vergüenza”, sostiene el documento, luego de que la Fiscalía interrogara a más de 30 testigos, entre vecinos y profesionales que trabajaron en la investigación.
La versión de la mujer es creíble para la Justicia porque en todas las instancias en la que fue interrogada —cámara Gesell, pericias ante los psiquiatras tratantes y ante el Juzgado de Familia— dio la misma versión, con los mismos detalles y el mismo contexto. “Cada vez que vuelve a revivir lo sucedido, lo hace con angustia y con vergüenza”, agrega el texto judicial.
Pese a que su familia “no la veía bien”, la víctima no pudo contar lo sucedido hasta luego de un mes de que pasaron los hechos. Sin embargo, sus hijos y nietos sabían que algo había pasado con Allende, dado que se habían enterado a través de otras vecinas.
La mujer fue sometida a una serie de pericias del Instituto Técnico Forense; precisamente, cuatro profesionales evaluaron las condiciones de la víctima y pudieron establecer que la versión de la denunciante es verosímil.
“Mareos, desmayos, temblores, sudoraciones, falta de apetito, pérdida de peso, dificultades para conciliar el sueño, pesadillas, flashbacks, reviviscencia, recuerdos intrusivos, dificultades para concentrarse, hipervigilancia, sentimientos abrumadores de culpa y vergüenza, mucha vergüenza por lo vivido y padecido”, describieron los técnicos acerca de las consecuencias de la violación cometida por Allende.