La Sociedad Uruguaya de Psiquiatría se posicionó en contra de la modificación realizada por el Parlamento a la ley de internación compulsiva (nº 18.787), aprobada en Diputados este martes, y que establece que no es necesario que un psiquiatra determine si el sujeto es pasible de internación, sino que basta con el aval de un médico generalista.
El presidente de la sociedad, Artigas Pouy, dijo que “no debería haber una internación compulsiva que no sea manejada con criterios técnicos para cada situación en particular”.
“No puede haber una ley decretando internación compulsiva. En todo caso, sí debería haber una ley brindando herramientas, que ya la hay”, afirmó en entrevista con Subrayado.
“¿Quién determina si la persona está con problemas de droga o salud mental?”, se preguntó, y agregó que “se necesita fortalecer los aspectos técnicos de la cosa y ver en cada situación cómo actuar”. “Eso no se puede hacer mediante decretos, leyes y reglamentos”, opinó.
Además, dijo que considera que “hoy faltan dispositivos que estén disponibles” para la atención de las personas en situación de calle, y pidió “un acceso a herramientas que estén de acuerdo las circunstancias cambiantes que determinan el consumo”.
“Esto tiene una cosa represiva, donde lo que se busca es el encierro y después no se habla más nada”, opinó.
A continuación, cuestionó: “¿El encierro para qué es?”, y se respondió: “Para complicar más la hoy complicada situación de las emergencias psiquiátricas y de los refugios, que están con limitaciones”.