Evelyn Orona, la única mujer imputada en el marco de la Operación Océano, fue sobreseída por la Justicia el pasado martes, al igual que otros dos imputados.

Fue detenida el 2 de junio de 2020, luego que su expareja fuera también imputado por esta causa que inició en mayo de 2020. Orona contó a Montevideo Portal que durante este tiempo tuvo dificultades para cambiar de escuela a uno de sus hijos. “Él vivía con mi mamá, después se mudó con el papá y luego volvió con la madre. Mi madre y mi abuela tuvieron que ir a la escuela a explicar lo que había sucedido”, señaló.

“En la escuela hablaron con la directora, mi madre y mi abuela me apoyaron mucho en todo este tiempo. han sufrido con sus amistades, por el estigma qué hay, ya que la gente no sabe todo ha sucedido. Es grave y triste lo que se dice. Mi hijo vivía con mi madre, después se mudó con el papá y luego regresó con mi mamá y abuela, quienes tuvieron que ir a la escuela a explicar lo que había sucedido porque no me permitían realizar el cambio, ellas me apoyaron muchísimo en este tiempo y también han sufrido mucho por el estigma qué hay con el caso de operación océano, la gente no sabe la verdad y se ha creado una falsa realidad”.

Con respecto a lo sucedido, Orona sostuvo que su pareja de aquel entonces le mandó “un mensaje a un anuncio publicado en una página de trabajadoras sexuales, sabiendo que el trabajo sexual es para mayores de 18 años”. “Él mandó un mensaje a una persona X que tenía un anuncio en la página y resultó ser esta persona, víctima de Operación Océano, pero sin saber quién era ni conocerla. Generalmente los perfiles de trabajadoras sexuales no muestran la cara y el perfil decía que tenía 19 años. Ahí surgió mi relación con el caso, ya que él le propuso alquilar el apartamento, algo que al final no se concretó”, añadió.

“Pasé un año sin prácticamente poder dormir en paz, por miedo a que la policía me volviera a buscar sin entender por qué, mi abogado me sostuvo mucho, sonaba el timbre y lo llamaba por temor a que me buscaran, hasta que me hizo comprender que nada tenía que temer y cómo funcionaba la ley”, relató.

Orona aclaró que “no se dio el encuentro” con la víctima. “Ella (la víctima) en su primera declaración en agosto de 2020 informó que no me conocía ni tuvo contacto conmigo. Mi abogado, Juan Manuel González Rossi, pidió el sobreseimiento inmediato, pero la fiscal de ese entonces (Darviña Viera) lo negó diciendo que aún estaba investigando y tenía plazo para presentar la acusación hasta el 13 de mayo de 2022. La jueza dio lugar a la fiscal, hasta que la víctima volvió a declarar semanas atrás”, explicó la mujer sobreseída en este caso.

“Me vi involucrada y casi voy a la cárcel por algo que no tenía que ver. Mi familia y yo sufrimos un montón, pasé una depresión tremenda, mis hijos y yo no la pasamos bien. Se me hizo difícil socializar, no salía a la calle, perdí varios trabajos. En ese momento tenía miedo y no podía dormir, me daba miedo que la policía volviera a buscarme sin entender por qué”, acotó.

“Mis hijos también han sufrido las consecuencias de este caso, ya que antes de Operación Océano yo estaba tramitando las visitas por mi hija, ella vive con el papá desde pequeña y por asuntos internos entre adultos, decidí las visitas por la vía legal más allá de que la viera para evitar estos conflictos, pero el juez del caso de mi nena me negó continuar con la solicitud hasta que la operación océano se resolviera”, concluyó Orona.