La tecnología está ofreciendo cada vez más oportunidades para las personas ciegas o con baja visión, no obstante, en los niños el sistema de lectura Braille continúa siendo una demanda para el desarrollo cognitivo y mantener el acceso al sistema de lectura, creado a mediados del siglo XIX, según mencionan los expertos.

Los elementos de tecnología ponen en peligro la continuidad de la lectura a través del Braille y la Fundación Braille del Uruguay (FBU) y la Imprenta Oficial (IMPO) firmaron un convenio con el objetivo de generar los materiales y mantener viva la técnica.

La directora de la FBU, Carla Trivelli, explicó que el sistema Braille es el código de lectoescritura que un niño con ceguera “necesita para aprender a leer y escribir”, mientras que los niños con baja visión utilizan el Macrotipo, un tipo de letra más grande y con contraste para poder leer mejor.

La experta reconoció que las herramientas digitales representan un avance para la accesibilidad de las personas con problemas de visión, pero que en el caso de los niños es necesario la conexión con grafemas o fonemas para un proceso adecuado en el aprendizaje de nociones básicas como los niños sin problemas de visión, que trabajan con un papel y un lápiz.

“No es igual dicho proceso a través de una computadora. No pueden aprender ortografía si no es con Braille o con Macrotipo”, agregó Trivelli. Según la FBU, se estima que en el mundo del 1% al 7% de los textos se elaboran en formatos accesibles, sin embargo, detalló que en el caso de Uruguay “se está más cerca del piso que del techo”, considerando todos los formatos.

Desde el IMPO se ponderó este convenio por la necesidad de “mantener vivo” el sistema Braille, sostuvo el director general, Fernando Abellá. El funcionario dijo que “hace tiempo se trabaja en la inclusión” a través del audio, pero que en el convenio con la FBU “pesó el desafío de crear material clave” para la formación de los niños.

Abellá agregó que hay otras acciones pensadas con el objetivo de preservar el sistema, con productos que contemplen el cometido del IMPO de la difusión de normativa, como la confección de una Constitución para niños, así como el apoyo al interior: “Nos comentaban en la FBU que son muchos los pedidos que reciben del interior. Para nosotros trabajar en estos productos y poder donar en los lugares vinculados a la red de Braille nos parece importantísimo”.

Por su parte Trivelli afirmó que los convenios con instituciones que puedan apoyar estos proyectos son “fundamentales” y agregó que es “la forma de que tenemos para que el material llegue a quien lo necesite en todo el país”.

A nivel de Educación Primaria, funcionan las Escuelas 198 y 279 para discapacitados visuales, donde se atiende de forma especializada a los alumnos ciegos. En el interior se crearon aulas especiales en Dolores, Paysandú, Tacuarembó y Rivera.