César El Bola Pereyra repite una y otra vez que “al hecho, pecho”. Con esto quiere decir que siempre le dijo a su hermano que si se “mandaba una macana”, él debía pagar por ello. Pero por lo que hizo él, y no por “lo que hicieron los demás”. Denis Scarpa escucha atentamente estas palabras de brazos cruzados, asiente con la cabeza y acota: “Sí, a mí al principio me quedó la duda; uno siempre tiene la duda, pero él me repite que no, que no fue él”. 

Ambos son hermanos de los acusados de asesinar a Alejandro Novo, el pollero que fue rapiñado en 2009 y terminó siendo víctima de un homicidio. A su vez, Novo es hijo de Graciela Barrera, actual senadora suplente del Frente Amplio y una referente en el trabajo con familiares de víctimas de la delincuencia. 

Denis y el Bola viven a un par de cuadras de distancia en la zona de Flor de Maroñas. Sus casas también están relativamente cerca de donde se dio el asesinato de Novo, que fue sobre el kilómetro 23 de la ruta 8. Le quitaron la vida cuando se disponía a entregar mercadería en un comercio de la zona. 

Martín Scarpa y David Pereyra fueron presos en 2019 a pedido de la fiscal Alicia Ghione. Pereyra ya estaba en la cárcel por una rapiña, pero hace unas semanas cumplió con esa condena. Los dos acusados, que fueron procesados bajo el viejo Código de Proceso Penal, reconocieron que estuvieron cerca del homicidio cuando sucedió, pero niegan que hayan sido ellos quienes robaron y dispararon contra Novo. 

Sin embargo, hay testigos que afirman lo contrario y ante la Justicia los señalaron como los protagonistas del hecho porque los reconocieron. Uno de los argumentos que maneja la defensa de Scarpa es que es “imposible” reconocer a alguien “10 años después de que pasó algo”. 

En el video de la reconstrucción del hecho, al que tuvo acceso Montevideo Portal, se puede apreciar cómo los testigos están a unos 40 metros de distancia de la camioneta que manejaba Novo. Esta es otra de las razones por las que los acusados aducen que los están incriminando. “Los testigos estaban a 40 metros y dicen recordar algo que pasó hace 10 años. Es difícil que se acuerden”, indica Denis en sintonía con los dichos de los defensores de los acusados. 

Los hermanos de los acusados, desde su perspectiva, entienden que la Justicia no ha hecho lo suficiente para encontrar otros elementos “más firmes”, que no sean testigos del hecho que aseguran que los procesados son los autores del crimen. Bajo esta premisa, ambos iniciaron una especie de investigación paralela para obtener alguna pista que logre validar su versión.

Pero, ¿cómo saben que sus hermanos no fueron los asesinos? El Bola es feriante y un día pasaba por los alrededores del Antel Arena junto con una de las personas que en aquel entonces lo ayudaba a vender en un puesto que tenía instalado por allí. Esa persona, “El Gordo”, le comentó: “Estos que metieron en cana por el asesinato del pollero no tienen nada que ver. A mí me dijo mi mujer que había sido el Chicle, que a su vez la que le dijo a mi mujer fue la esposa de él”. 

El Gordo, quien prefirió no ser identificado por su nombre y apellido, comentó a Montevideo Portal que su expareja es amiga de la esposa del Chicle. Incluso la mujer es madrina de los hijos del Gordo. “Yo le dije al Bola, pero sin saber que el hermano de él estaba metido en esto. Fue un comentario al pasar, porque creo que estábamos escuchando algo del caso o porque vimos algo”, agregó.

Comentó que su expareja, aún cuando estaban juntos, le dijo que el verdadero asesino no era ninguno de los procesados por el caso. “Lo recuerdo clarito, porque también fue un comentario al pasar pero me aseguró que esta mujer le había comentado que era él quien lo había matado”, insistió el Gordo. 

El Chicle fue un delincuente que siempre operó en la zona de Montevideo y Canelones, y que hace unos años fue abatido por la Policía cuando estaba cometiendo un delito. Según pudo saber Montevideo Portal en base a fuentes del Ministerio del Interior, el hombre se dedicaba a la venta de estupefacientes y hurtos, pero no contaba en su legajo con ningún homicidio. Incluso, la familia del delincuente cobró una indemnización por parte de la cartera de seguridad luego de su muerte.

Montevideo Portal dialogó con la esposa de él, quien fue clara al decir: “Yo, lo que te puedo decir, es que ellos no son”. Ante la pregunta de si había sido su pareja, aclaró que ella no tenía ese “dato”. 

“Hasta donde yo sé, él nunca había matado a alguien; por lo menos nunca me había comentado eso. De lo que sí estoy segura es que él sabía quién mató al pollero, porque tenía vínculos con los verdaderos asesinos”, explicó. 

—Si no fue su el Chicle, ¿quién pudo haber sido? 

—Conocidos de él pueden ser, bastante conocidos. Pero él nunca me comentó de que haya matado a alguien. No se dedicaba a eso.  

—¿Usted conoce a esos conocidos que menciona? 

—Mirá, los conozco pero ahora no sé ni dónde están o si cayeron presos. Yo con el único que anduve fue con él y después de que murió me dediqué a mi hijo. Lo que sé es que las personas que están presas por esto no tendrían que estar presas. No tienen nada que ver. 

—¿Fueron estos conocidos de su exmarido? 

—Sí. 

Otra de las familiares del Chicle también dialogó con Montevideo Portal y dio la misma versión. Esta persona comentó que en un momento de calentura él le dijo que los señalados como autores del asesinato de Novo “no tenían nada que ver con el caso”. 

“Lamentablemente él ahora está en el cementerio, pero él sabía quién había sido y aseguraba en más de una ocasión que no habían sido los dos muchachos que están presos”, concluyó la mujer, que prefirió reservar su identidad. 

Una reconstrucción que no queda clara

En la reconstrucción del hecho, a la que Scarpa y Pereyra no fueron, se puede ver cómo dos personas afirman haber visto a los delincuentes a una distancia de 40 metros. Los defensores de Scarpa señalan que es “casi imposible” poder recordar algo 10 años después —cuando aparecieron estos testigos— y que se vivió a 40 metros de distancia. 

Pereyra y Scarpa sí reconocieron estar en las inmediaciones de donde sucedió todo, pero porque eran vecinos. La casa de Denis, el hermano de Scarpa, queda a unas pocas cuadras de la intersección en donde se dio el asesinato, y lo mismo ocurre con el hogar de Pereyra. 

Los abogados defensores de los acusados están intentando que los procesados no sean condenados, porque la Fiscalía pide un total de 24 años de prisión para ambos bajo un delito de homicidio especialmente agravado. 

Desde Fiscalía comentaron que las versiones que dieron los testigos fueron “claras y concretas”, pero sí reconocieron que no hay ningún elemento —como pruebas de sangre o huellas dactilares— que incriminen a los procesados. 

“La última ficha que nos queda es esta gente que sabe quién lo mató”, concluyó el Bola. “Nosotros sabemos, o nos podemos imaginar, lo que es para una madre perder un hijo. Pero no podemos permitir que nuestros hermanos vayan presos por algo que no hicieron. Vamos a luchar hasta el final; capaz que salen y terminan en cana por otra cosa, pero… al hecho, pecho.

Graciela Barrera, la madre de Novo, fue consultada al respecto de estos nuevos indicios. Se mostró sorprendida porque “nunca había escuchado” alguna información similar. “La verdad es que esto no lo tenía, pero ojalá que todo sea por el bien de la causa”, expresó.