Matteo Mariotti, un joven estudiante de 20 años residente en la ciudad italiana de Parama, vivió recientemente una experiencia extrema a la que creyó que no sobreviviría.
De vacaciones en Australia, el joven se dedicó a bucear en la playa 1770, en Queensland. Mariotti disfrutaba de la experiencia y registraba todo con una cámara unida a un palo de selfie, cuando fue atacado por un tiburón.
“Tomé una pequeña cámara para filmar a los peces, pero después de algunos pasos sentí un dolor terrible en el pie”, contó en entrevista telefónica con el periódico la Gazzetta di Parma.
Malherido y ensangrentado, el joven tuvo —a pesar de la desgracia sufrida— la suerte de que el escualo no terminara el ataque que había comenzado. Como en muchos otros casos, las mordidas de tiburón son meras experiencias de tanteo, tras las cuales los animales suelen seguir su camino en busca de bocados más apetecibles. Sin embargo, el “tanteo” de la dentadura de un tiburón basta para herir gravemente o incluso matar a una persona.
Convencido de que iba a morir, el joven filmó aquellos que parecían ser sus últimos momentos. Por fortuna, Mariotti logró llegar a la orilla y fue socorrido por su amigo Tomasso, quien le apretó la pierna herida para detener la hemorragia. Luego pidió ayuda y, cuando llegó el helicóptero para llevarlo al hospital donde lo enviaron inmediatamente al quirófano, cargó con su amigo sobre los hombros para hacerlo abordar.
Tommaso luego envió un mensaje a Michele, el padre de Matte, quien al enterarse de lo ocurrido tomó el primer vuelo disponible hacia Australia. En diálogo con el citado medio, Michele contó que su hijo será operado “dos o tres veces más” antes de regresar a su país, y se mostró optimista. “En Australia se especializan en este tipo de intervenciones tras ataques de tiburones”, explicó.
La playa 1770 se encuentra cerca de la desembocadura de un río. Sus aguas, especialmente después de las lluvias, se encuentran entre las más peligrosas, advierte ABC News Australia. Al final de la tarde son numerosos los tiburones que se acercan para alimentarse de los peces que trae el curso de agua.
El video
“Empecé este video unos momentos después de la última mordida, quería despedirme, nunca pensé que sobreviviría a ese monstruo”, escribió el joven en Instagram, en una publicación en la que incluyó el registro de video y que de inmediato se hizo viral.
“Perdí mucha sangre, y la pierna no sé si me la cortarán entera o si se quedará por la mitad, pero ya no importa. Ustedes son mis héroes, me están dando la fuerza para seguir con sus mensajes y llamadas, mi único sueño es volver a verlos”, agregó.
Posteriormente, y ya en franca convalecencia, el herido hizo una nueva publicación en la red social, en la que incluyó una serie de fotografías tomadas antes del accidente.
“Estos son los últimos lugares increíbles en los que he estado en Australia. Estoy feliz de haber emprendido esta aventura, aunque terminó temprano y mal. Me enseñó mucho, quizás todo, tanto desde lo que significa hacer grandes sacrificios hasta entender lo que significa disfrutar la vida. No estoy en absoluto enojado con este lugar, ni siquiera con los tiburones… Obviamente es difícil y será igual de difícil en el futuro, pero a pesar de esto, entendí por primera vez cuántas personas maravillosas tengo a mi lado. Si no fuera por todos los que me aman y a quienes amo, me habría quedado en el agua o habría hecho todo lo posible para desconectarme. Nunca pensé que lo lograría, y estoy feliz de estar aquí hoy para contarles mi historia, espero que algún día cualquiera pueda vivir su propia experiencia en Australia, yo mismo espero regresar pronto”, expresó.
Matteo partió hacia Australia el 17 de noviembre del año pasado. Trabajó en una plantación de caña de azúcar y de sandías para obtener un permiso de residencia. Después de asistir al instituto hotelero de Castelnuovo Monti, en Italia, quiso matricularse en la Universidad de Brisbane y convertirse en biólogo marino.
“En junio regresó a Parma, se fue de nuevo el 25 de setiembre. En los últimos días se había tomado unas vacaciones antes de encontrar un nuevo trabajo. Siempre ha sido un amante del deporte y la naturaleza”, añadió el hombre, quien se alegra de que el accidente sufrido por su hijo no tuviera un resultado peor. “Está vivo y eso es lo que importa”, concluyó.