Este domingo 24 de noviembre habrá dos papeletas por las que se podrá optar en el cuarto secreto: la que tiene las fotos y los nombres de Yamandú Orsi y Carolina Cosse y la de la foto y los nombres de Álvaro Delgado y Valeria Ripoll. Sin embargo, los votantes tienen otras dos opciones para su sufragio: anular su voto o votar en blanco.
De acuerdo con las proyecciones de las encuestadoras de cara al balotaje, se espera que este tipo de votos represente entre el 5% y el 6% del total del electorado.
Mientras que votar en blanco es simplemente no colocar
ninguna papeleta, la Ley de Elecciones (7.812) define qué es un voto nulo o anulado
en varios de sus artículos.
Así, en el artículo 106 la legislación consigna que “en caso de que dentro de un mismo sobre apareciera más de una hoja de votación, si fueran idénticas y no excedieran de dos se validará una, anulándose la otra; si excedieran de dos se anularán todas”.
La normativa también establece: “Toda hoja de votación que aparezca señalada con signos, enmendaduras, testaduras o nombres manuscritos agregados será nula. Las roturas o dobleces que pueda presentar la hoja de votación no darán motivo para su anulación a menos que por su magnitud demuestren la clara intención del votante de violar el secreto del voto”.
“Será nula, también, toda hoja de votación que no hubiera sido registrada ante la Junta Electoral respectiva”, expresa el siguiente párrafo.
Por antonomasia se expresa que “no podrán anularse las hojas de votación con errores de impresión en el nombre o los nombres de los candidatos”.
“Tampoco serán anulables las hojas de votación cuando a juicio de la Comisión Receptora de Votos expresen o representen lo mismo que las registradas ante la Junta Electoral, cualesquiera sean las diferencias de detalle que presenten”, suma la ley.
El mito
Que el voto en blanco o el anulado se “computan” para la fórmula que tiene la mayoría de los votos es completamente falso en el balotaje, instancia electoral en la que el candidato que resulta ganador es quien tiene la mayoría simple, es decir, el ganador puede tener una diferencia de un voto por sobre su rival electoral.
De hecho, en la elección de este domingo se espera un resultado ajustado, pero no cabe dudas de que tarde o temprano habrá un ganador.
En este sentido, los votos anulados y en blanco se contabilizan aparte y, a diferencia del resto, tampoco le generan ingresos a los candidatos.
Mientras que cada sufragio a favor de Delgado u Orsi implica un pago por parte de la Corte Electoral de $61 (10 UI) para uno u otro candidato, según la Ley de Partidos Políticos (18.485), el resto de votos no les generará ingresos a ninguno de los dos.