Este martes el párroco de la iglesia Santa Bernardita denunció ante la policía la presunta agresión contra dos hombres que estaban en situación de calle y que le comentaron que habían sido víctimas de la banda “antipasta”, un grupo de personas que agrede con bates de béisbol en patota a los individuos que están a la intemperie.
El asesor del ministro del Interior, Andrés Capretti, dialogó con el cura e informó qué fue lo que dejó el intercambio en una entrevista con radio Sarandí. En primer lugar, Capretti dijo que la denuncia es “totalmente correcta y absolutamente legítima” y que, de comprobarse, estamos ante “un hecho grave”. Sin embargo, comunicó que se está investigando.
“Estamos hablando de que en esta iglesia se da un servicio de ducha los viernes a las personas que se encuentran en situación de calle y se establece un vínculo entre quienes trabajan allí con estas personas. Aparentemente, una de ellas hace 3 meses y medio que no iba y apareció con un brazo quebrado. Esta situación llevó a preguntarle y dice que fue una banda antipasta. Lo que detona la denuncia es que ayer parece una persona con el cuero cabelludo lastimado, que aparentemente estuvo internado por la misma situación”, comentó Capretti.
El asesor de Luis Alberto Heber indicó que uno de los casos fue hace tres meses y el otro hace un mes atrás, y que cuando se tuvo conocimiento de la denuncia se citó al párroco para que pudiera dar más información y así profundizar la investigación correctamente. No obstante, agregó que hasta el momento no tuvieron información oficial de estos supuestos eventos ocurridos.
Los datos aportados se están chequeando con la Administración de los Servicios del Estado (ASSE) y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) dado que existe un protocolo entre los organismos del Estado en estas situaciones de violencia. En concreto, cuando una persona ingresa al centro asistencial a causa de una situación de violencia (constatado por el médico) se avisa al efectivo policial que esté y se establece un parte automáticamente.
“No hemos tenido en el último tiempo esta información de que haya sido por este tipo de situaciones (por una patota), por lo tanto, hay que investigar, relevar las cámaras de la zona, que es lo que dictaminó el fiscal de turno y obviamente [se están haciendo] las consultas correspondientes, pero por el momento no tenemos información”, señaló.
Consultado sobre casos similares que se registraron en 2020, Capretti contestó que están hablando de un caso que surgió este martes y que es muy pronto para sacar una conclusión. A pesar de esto, consideró que “llama la atención” que no haya surgido una alerta sobre el asunto y que no haya una mayor cantidad de denuncias.
No obstante, señaló que no pueden descartar nada a esta altura y destacó que el hecho de que no haya denuncias no quiere decir que no ocurrió. Es por eso por lo que se está investigando. “Por lo que nos dice el sacerdote sí (fueron en Malvín), sería en las inmediaciones de la plaza de los Olímpicos.
Finalmente, fue cuestionado sobre si han existido otros casos en los que se haya registrado una internación producto de una situación de violencia y que no exista denuncia por parte del médico. Capretti opinó que cuando una persona llega con una fractura en el brazo o con un golpe en la cabeza que requiera una internación en cuidados intensivos, el médico debe preguntar qué fue lo que pasó.
“La persona establece un relato y si el médico entiende que hay una situación de violencia, le comunica al policía que se encuentra en el centro y establece un parte, así no radique una denuncia la persona. El policía hace el parte igual y no lo tenemos, no tenemos una situación que se denuncie una situación así, por lo tanto hay que investigarlo desde otro punto de vista”, concluyó.