En las últimas elecciones internas, el abogado Gustavo Salle Lorier fue una sorpresa. Tras haber alcanzado los 4.656 votos, Identidad Soberana, partido que lo tiene como candidato a la Presidencia, se posicionó como el quinto más votado en el país, solo por debajo del Frente Amplio, del Partido Nacional, del Partido Colorado y Cabildo Abierto.

Con una mirada antisistema, un carácter fuerte y mucha verborragia, Salle ha logrado posicionarse dentro del sistema político: mientras algunos le temen, otros le confían su voto.

De hecho, las encuestas muestran que Identidad Soberana tiene altas chances de sacar dos diputados y, tal vez, obtener un respaldo tal que le permita al exverdeanimalista entrar al Senado.

Pero ¿quiénes son los votantes de Salle? Montevideo Portal dialogó con seis personas que el próximo 27 de octubre votarán por él y ahondó qué hay detrás del apoyo al penalista anticorporaciones que se ha instalado en la conversación pública a fuerza de megáfono.

Las cosas como son

Víctor Tangari dice que cuando escuchó hablar al candidato de Identidad Soberana por primera vez “terminó de confirmar lo que pensaba desde hace años”. Por ejemplo, ratificó la visión sobre un mundo “dominado por las corporaciones grandes” que tienen “grupos de culto como la masonería, los illuminati, el satanismo”.

De 35 años, dueño de una academia de artes marciales y residente en El Pinar, Tangari asegura que votará a Salle porque “es el único político que está hablando de las cosas que pasan de verdad en el mundo y en el país”.

“Todo lo que dicen los demás es muy superficial y mienten. Ya quedó demostrado gracias a la era digital: hay mucho archivo y fácil acceso; el que no lo ve es porque no quiere profundizar”, agrega.

Entonces, vota a Salle por las cosas que dice, así como el maestro Fernando Duarte, residente de Montevideo, que sostiene que el discurso del candidato “es patriótico en el buen sentido”. “Busca crear un sentimiento que se ha perdido, volver a aquello de lo nuestro; toma ideas artiguistas”, agrega.

Mientras, Bárbara García Fontes, abogada de 28 años, sostiene “que en política es fundamental la capacidad de hablar sin filtros y de cuestionar profundamente lo establecido desde una perspectiva crítica”. Por eso, este 27 de octubre votará a Salle.

Los “contratos secretos”

Marie Jose Clavier tiene 59 años, vive en El Chorro y apoya al penalista desde las últimas elecciones, en las que se alió con Partido Verde Animalista, pero no llegó al Parlamento.

Para ella, el nombre del partido que Salle representa “una de las razones” que la animan a votarlo: para “volver a tener soberanía lo más posible”. “Estoy en contra de todos los contratos secretos y el regalo de nuestros recursos naturales, como el agua, por la que vienen todas las corporaciones multinacionales a ser exonerados de impuestos”, agrega.

No es la única que habla de los contratos secretos. En las últimas elecciones, Julio Olivera —edil blanco de 1990 a 1995— se candidateó como diputado por Maldonado en las filas de Cabildo Abierto. Ahora, en los próximos comicios, apoyará a Salle, a quien considera un “fenómeno cultural”.

“Creo que ese es el camino: tratar de defender la soberanía, la potestad, conocer los secretos de los que se hacen los acuerdos y los contratos para nosotros inconstitucionales y con ciertos grados de criminalidad”, dice el exedil de 73 años.

Fernando Duarte también insiste en los presuntos contratos secretos, una insignia del penalista, y habla de “negocios hechos a puerta cerrada con el dinero del patrimonio de todos los uruguayos”.

El ejercicio del derecho

Otra característica que los votantes de Salle valoran es su profesión y su vínculo con el derecho.

“Lo vengo viendo denunciar a la Justicia hace 20 años todos los negociados que hicieron”, dice Clavier. Y ejemplifica: la regasificadora de Puntas de Sayago, los préstamos a la empresa Fripur, el caso Pluna.

La militante sostiene que en las causas que investigó Salle “se tiraron literalmente millones que se podrían haber empleado en otras cosas”.  

Así, la votante de Identidad Soberana destaca que el presidenciable “tiene 35 denuncias ingresadas en Fiscalía”, que fueron “todas archivadas porque no se investiga en este país”. “Hay un pacto entre los partidos tradicionales de no pisarse el palito unos a otros”, insiste.

En la misma línea, Bárbara García Fontes destaca que Salle “ha denunciado varias veces acciones cruciales que afectaron al país” y que “su conocimiento de derecho parece ser sólido”.

Salle con militantes. Foto: cedida a Montevideo Portal

Salle con militantes. Foto: cedida a Montevideo Portal

La desilusión de los otros

Un factor que también se repite es la desilusión. Muchos de los votantes de Salle dejaron de creer en los políticos, incluso varios no votan desde varios períodos electorales.

Si bien Duarte dice que su voto por Identidad Soberana “no es de odio hacia los demás”, asegura que ya “descreyó” y confirmó que “los personajes que se desenvuelven en el ámbito de la política son nefastos”.

Después de haber anulado sus votos, conoció a Salle por su padre, de 80 años, que lo seguía. Entonces, critica a los otros políticos que tienen “propuestas casi de cómic”.

En tanto, el exedil Oliver sostiene que volvió a la política, de la que se fue porque se sentía “desilusionado”, para militar por Salle.

Clavier explica que los votantes del abogado están “hartos de la casta llena de privilegios, subsidios, abultadas jubilaciones. “Se despilfarra demasiado”, sostiene.  

De todos modos, no todos los votantes de Identidad Soberana están “decepcionados” de la clase política. La mayoría votó alguna vez al Frente Amplio, la fuerza política en la que se inició el presidenciable, pero se “desilusionó”.

“Está claro que la democracia pide tener políticos, y este es el sistema que nos toca vivir. Para mí, es fundamental votar para hacerse cargo, digamos. Porque yo no estoy dispuesto a aislarme y retirarme y salirme del sistema. Entonces, como no me puedo salir del sistema, empiezo a buscar cuáles son las alternativas para defender lo más posible nuestras libertades. Realmente creo que el único candidato coherente, que va a defender eso, es Salle”, afirma el productor Gabriel, que prefirió no compartir su apellido.

No tan de acuerdo

No todos los consultados comparten al 100% las ideas ni las formas de Salle, pero consideran que aun así sería valioso que estuviera en el Parlamento.

García Fontes cree que Salle “aborda las cuestiones políticas de forma compleja, analizando los errores y anticipando las consecuencias, algo esencial cuando se trata de tomar decisiones que afectan a los sectores más vulnerables”.

Aunque aclara: no siempre está de acuerdo con su “ideología” ni con “sus actitudes”, ni con “su tendencia a exaltarse”. Entiende que tiene “una mente crítica indispensable”, pero no cree que sea “una persona ideal para dirigir un país”.

Lo que sí ve es que la presencia de Salle en el Parlamento “sería importante”. “Es capaz de ofrecer una visión profunda, analítica y necesaria para el debate político en temas relevantes para nuestra sociedad”, agrega.

La opinión se repite en el caso de Gabriel. “No estoy de acuerdo en todo lo que piensa ni en todo lo que dice, por supuesto que no”, aclara. De todos modos, el productor cree que está “más de acuerdo” con el discurso del penalista que con el de la “mayoría de los partidos políticos que gobiernan”, porque es “vacío”.

“Está clarísimo que no hay ni izquierda ni derecha como opción de gobierno, es toda una cosa de centro, el Frente Amplio perdió totalmente su posición, se desdibujó. Yo no tengo ninguna certeza de todo lo que dice Salle con respecto a qué es lo que hacen o no los políticos, si reciben plata del narcotráfico o no, pero me llama muchísimo la atención que nadie se defienda, que nadie lo demande a Salle por lo que dice. Tener a Salle en el Senado, para mí, es una garantía de tener un disidente de más de lo mismo”, sostiene. 

Duarte también cree que la voz del penalista en el Parlamento será “clave”, que podría ser “el principio del fin de toda esta clase política que responde a intereses foráneos, que es antipatria y que, sobre todas las cosas, es egoísta y altanera”.

La agenda contrahegemónica

El tercer día de este 2024, cuando la Corte Electoral habilitó al partido Identidad Soberana, Salle dijo: “Somos el partido político que sale a la palestra electoral con el discurso más leal y sincero que puede tener el uruguayo: luchar contra una imposición internacional de una agenda, la Agenda 2030, que procede de los sectores elitistas, globalistas y oligárquicos”.

El penalista, entonces, se mostró en contra de los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible que plantea Naciones Unidas, que busca “poner fin a la pobreza en el mundo”.

Su discurso llegó a los oídos de los nuevos votantes: una de las razones por las que Duarte vota a Salle es porque “está en contra de la llamada Agenda 2030, que ya se extendió e implica un montón de cambios que nadie pidió, que al pueblo no le convienen”.

Esta no es la única razón. El maestro defiende la postura de Salle en contra de la ideología de género, sobre todo, en las escuelas.

“Como soy maestro, soy padre, y como dice este viejo loco, como dicen muchos: tranco cuando se meten con los niños. Por eso somos militantes combatientes. Por eso nuestros comités, entre comillas, se llaman ‘trincheras’. Porque estamos en alerta, porque estamos pasando uno de los momentos del país más críticos”, sostiene.

Olivera sostiene que Salle “representa las ideas que tiene cualquier ciudadano consciente y coherente con la situación del país”. “Necesitamos cambiar el paradigma, la educación, estas ideologías que se están imponiendo en la sociedad, que son, a nuestro entender, nefastas”, agrega. 

Salle y militantes. Foto: cedida a Montevideo Portal

Salle y militantes. Foto: cedida a Montevideo Portal

El sí que los favoritos no apoyan

Después de que se alcanzaron las firmas para impulsar el plebiscito de la reforma social que apoya el Pit-Cnt, organizaciones sociales y algunos sectores del Frente Amplio, Salle se convirtió en un militante de la reforma de la Constitución.

Para varios votantes de Salle, su posición a favor del plebiscito es un atributo. Por su parte, Clavier cuestiona a los candidatos favoritos: “Se despilfarra demasiado dinero y salen a decir que colapsa el sistema financiero si sale el plebiscito de seguridad social, pero los 800 millones de dólares que le tiramos a UPM parecería ser que no hace colapsar el sistema financiero, o todo el dinero que se malgasta por todos estos malos negocios que hacen, sumado al nepotismo, viáticos, embajadas”.

Duarte también apoya la postura de Salle sobre el plebiscito de la seguridad social, así como el no a los allanamientos nocturnos. Entonces, ejemplifica con otra perspectiva de Salle: su resistencia a la pandemia, que muchas veces llamó “plandemia”.

“Cuando la Organización Mundial de la Salud diga que hacer tal cosa va a ser obligatorio para tu salud, ¿qué pasó? No podés decir que no”, sostiene.

El futuro incierto

Durante esta campaña electoral, Rafael Porzecanski, director de Opinión Pública y Estudios Sociales de Opción Consultores, dijo a En perspectiva que “ingresaría un solo partido no alineado al Parlamento”.

Se trata de la fórmula de Salle y María Elvira Canoniero Castagnola, concejal del Municipio E, que podría alcanzar dos diputados. “No podemos descartar que ingrese con un senador. Es muy probable que al menos tenga un representante en la Cámara de Diputados y puede llegar a pelear el Senado”, dijo en referencia a su candidato, Salle.

En el caso de que Identidad Soberana llegue al Parlamento, Salle, su hija Nicolle y la siguiente en la lista a Diputados, Alejandra Carro, podrían convertirse en legisladores.

Su presencia en el Poder Legislativo implicaría un Parlamento “más heterogéneo de lo previsto hace unos meses”, explicó Mariana Pomiés, directora de la encuestadora Cifra, en diálogo con Primera mañana (El Espectador).

La socióloga definió al voto de Salle como “antisistema”, de “enojo”. De todos modos, señaló que al tratarse de una intención en contra de la hegemonía política, no necesariamente se sostendrá hasta el momento de poner la lista en la urna. Porque, a veces, “es una declaración de enojo”: “Hay que ver si se transforma en un voto de enojo”, explicó.

Dentro del sistema político hay quienes creen que parte de quienes votaron a Guido Manini Ríos en 2019 y hoy ya no tienen intención de hacerlo, ahora se inclinan por Salle.

De alguna manera, comparten esa idea de plantarse en contra de los “asentados en el poder”, dijo Pomiés.