En Uruguay, a diferencia de lo que sucede en otros países (especialmente en los del Trópico), los animales no se dejan ver con facilidad. Con la mitad de los mamíferos del país amenazados, según las conclusiones del libro Especies prioritarias para la conservación en Uruguay, resulta hasta lógico que no se crucen ostentosamente por los caminos en cada observación de campo. Sin embargo, hay una excepción notable: las aves.

Uruguay es un país perfecto para los observadores de aves, ya que ofrece oportunidades de ver una gran cantidad de especies en una sola salida de campo. Lo único que se necesita para disfrutar de esta belleza a menudo subvalorada es un poco de curiosidad, algo de atención, instrumental mínimo y alguien que guíe con su conocimiento.

La última edición del libro Aves del Uruguay (Guía completa para conocer), de Gabriel Rocha, editada por Banda Oriental, puede solucionar perfectamente ese último punto. Es un minucioso recuento de las 480 aves registradas en el país, consejos para reconocerlas, 1.700 fotografías, 950 mapas, y toda la información necesaria para identificar su comportamiento y sus cantos, además de una interesante introducción sobre ecología y conservación.

Si bien Gabriel considera que la primavera es el mejor período para observar aves, aquellos que salen de vacaciones en verano pueden aprovechar el ocio de estas épocas para meterse en este mundo fascinante. Sobre eso, así como sobre conservación y las amenazas que enfrentan las aves, hablamos con el ornitólogo e investigador Gabriel Rocha.

La fascinación de Gabriel por las aves se inició desde muy chico. Cuando tenía 10 años, en 1978, vio en una librería un texto recién editado llamado Aves del Uruguay, de Gore y Gepp, dos británicos que vivían en Uruguay y que "traían una de las grandes tradiciones británicas que es la observación de aves". Al igual que toda la carrera de Rocha en la ornitología, comprarse ese libro no le resultó fácil. Sus padres lo veían "más como un libro para adultos" y no se lo querían regalar, así que se esforzó por juntar el dinero como pudo hasta llegar al monto. Sin embargo, tampoco así se lo querían comprar. Tuvo que insistir durante un buen tiempo hasta que el libro estuvo en sus manos y lo introdujo en ese universo encantador.

Obviamente un libro editado en ese año no tenía una gran cantidad de fotos. Gabriel aprendía mucho leyendo y con las descripciones de las aves se las tenía que imaginar, porque estaba muy lejos de tener una foto. En la década del 80, como no había internet ni tampoco libros con fotos, se las ingeniaba cortando fotos de revistas, sobre todo argentinas, e iba armando algo parecido a una guía con fotos ("pero muy casera", recuerda). Recién a mediados de los 90, con el acceso a internet, cambió todo: "solo ponía el nombre de la especie y me aparecían varias fotos, era todo como un mundo nuevo", explica. Desde entonces, Gabriel cumplió el sueño de publicar varios libros sobre aves en el Uruguay.

¿Por qué Uruguay es un país especialmente adecuado para observar aves?

Uruguay tiene la particularidad de que en una salida cualquiera de observación, a donde sea, difícilmente se ven menos de 30 especies en dos o tres horas, lo que es algo muy especial. He estado en Europa y en una buena salida a una laguna a veces he visto 9 o 10 especies en una mañana. O en lugares de Sudamérica con alta densidad de especies, como Ecuador, es difícil ver una cantidad importante en un rato. En Uruguay se puede lograr eso, y además tenemos la ventaja que muchos lugares son abiertos y las aves son fáciles de observar (en bañados, costas, lagunas, pradera) y el observador puede mirarlas durante todo el rato que quiera, cosa que no ocurre en las selvas tropicales donde las especies son mucho más oídas que vistas.

¿Cuáles son los mejores lugares del país para observar aves?

Por suerte Uruguay cuenta con muchos sitios en todos los departamentos. Cuando escribí El País de los Pájaros Pintados, Tomo 3, en el 2008, hice un capítulo especial sobre el ecoturismo en Uruguay y elegí tres lugares por cada uno de los departamentos de Uruguay, y en algunos casos me costó mucho porque tienen más de esa cifra. Depende de lo que se quiera ver, pero por ejemplo en cuanto a aves migratorias, aves acuáticas y de bañado, Rocha es sin duda un sitio muy privilegiado. Aves raras o muy particulares se pueden observar por ejemplo en Cerro Largo, aves que casi solo están ahí y en ningún otro sitio de Uruguay, como el loro chiripepé, la perdiz de monte o el propio trogón surrucura, entre otros tantos.

Otros departamentos tienen el atractivo de tener especies amenazadas de extinción, como Paysandú, Florida, Río Negro; otros, como los departamentos del norte, sobre todo Artigas, Rivera y Tacuarembó, tienen hermosos paisajes de quebradas que dan lugar también a una singular avifauna.

¿Y cuál es la mejor época?

Toda época tiene su encanto particular, o especies en particular, ya que muchas son migratorias; llegan y se van especies en casi todas las estaciones. Pero si es por elegir, la primavera sin duda es muy especial, porque las aves realizan, en su mayoría, los cortejos, también construyen sus nidos, alimentan a sus pichones. Siempre se encuentran mucho más activas en primavera y parte del verano, aunque en esta última estación hay que tener cuidado con los días con altas temperaturas; las aves prefieren la sombra de los árboles y no exponerse tanto en las horas del mediodía.

¿Es más sencillo ver aves que otros animales en Uruguay?

Sí, sin dudas; cantan, vuelan, muchas tienen colores llamativos, son en general bastante conocidas, hay estudios realizados sobre ellas y varias guías para poder identificarlas. De hecho cuando hay que realizar algún estudio de si un cultivo, o la forestación, o los parques eólicos, afectan la biodiversidad, una de las formas más sencillas de poder estudiar ese tipo de fenómenos es a través de monitoreos de especies de aves, ya que a la hora de realizar transectas o puntos de conteo, es mucho más fácil detectar un ave que cualquier otro animal, ya que si no la vemos podemos escuchar alguna vocalización del ave, sea su canto, su voz de contacto (que es en general más corta que el canto) o su grito de alarma.

¿Cuáles son los problemas principales que enfrentan las aves en el país?

La destrucción de sus ecosistemas naturales es la principal causa para que disminuyan las poblaciones de muchas especies, pero también la caza ilegal para mantener a las aves en cautiverio y comercializarlas. Y en menor medida a caza por deporte.

La transformación del hábitat, por cultivos, forestación o cualquier otro uso del suelo, provoca que muchas especies se queden sin sitios para nidificar o incluso para alimentarse, es lo más problemático de todo. Obviamente, se necesita cultivar o forestar, sería muy iluso decir que no se pueden realizar esas actividades, pero lo que sí sería muy importante es buscar medidas de conservación dejando por ejemplo algunos sitios formando un corredor biológico para que las especies se puedan desplazar y buscar las mejores áreas.

Si tuvieras que nombrar las aves más amenazadas del país, ¿cuáles serían?

De las terrestres, el cardenal amarillo, la loica pampeana y los capuchinos que habitan sobre todo en los pastizales. A través de ACUO (Asociación Conservacionista Uruguaya de Ornitología) hemos podido estudiar sobre todo al cardenal amarillo y a los capuchinos, en buena parte gracias a la ayuda recibida por Rufford Fundation, una organización de Inglaterra que nos ha financiado investigaciones y también actividades de educación ambiental en las comunidades.

También hay unas cuantas aves marinas, sobre todo albatros y petreles, muy amenazados por las artes de pesca. No nos olvidemos que nuestras aguas jurisdiccionales también integran nuestro territorio y los animales allí presentes también son parte de nuestra fauna autóctona. Por ejemplo el albatros errante, un ave marina que tiene casi 3,5 metros de envergadura alar (de punta a punta del ala), está en la categoría "vulnerable", o el albatros de Tristán todavía más amenazado, en la categoría "peligro crítico". Las categorías de amenaza a nivel mundial son las que expresa la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

¿Cuáles son las principales amenazas que enfrentan?

En el caso particular del cardenal amarillo es muy capturado para mantenerlo en cautiverio y luego venderlo. Y si bien vive en dos tipos de hábitat diferentes, uno de ellos -que es el monte parque del litoral- está siendo drásticamente disminuido. En el caso de los capuchinos, como se alimentan exclusivamente de semillas de pasto, la destrucción de los pastizales es la principal causa para su desaparición. Ahí no solo influye la transformación del hábitat, sino la ganadería que en general no deja crecer el pasto muy alto porque se lo come antes. En los lugares donde estas especies prosperan es porque generalmente no hay ganado y los pastizales crecen altos. Y como ya dijimos en las aves marinas influye mucho las artes de pescas ya que muchas de esas aves comen desperdicios siguiendo a los barcos y ahí quedan atrapadas en los anzuelos o en las redes mismas.

¿Cuál es el ave más extraña que tuviste la suerte de ver en el país?

He tenido la fortuna de ver varias, pero en 1999, en el Valle del Lunarejo (Rivera), mientras realizaba un trabajo de investigación en Bioacústica con una bióloga española llamada Eloisa Mateu, me llamó mucho la atención encontrarme con el zorzal herrero (Turdus subalaris), un ave que despierta curiosidad por su canto, ya que justamente como su nombre lo indica parece un herrero que hace rozar dos metales. Lo escuchamos un largo rato sin saber qué era, porque no estaba registrado en Uruguay y nunca había escuchado ese sonido, hasta que pudimos hacer contacto visual con el ave y ahí sí poder identificarla.

¿Y cuál o cuáles son las que te gustaría especialmente ver y no has podido aún?

Por ejemplo algunas aves marinas para las que hay que embarcarse y estar varios días en altamar para poder observarlas con un poco de suerte. Albatros y petreles que se pueden observar solo de esa forma.

Con respecto a la última edición de tu libro se agregaron varias especies en el país. ¿Esto se da porque están migrando más a nuestro país o porque hay más gente observando?

En este caso afectan varios temas. En 1978 estaban registradas 376 especies, y pronto, quizás en dos años, se llegue a la cifra de 500 especies, ya que actualmente estamos en las 480 registradas en Uruguay. Existen muchos adelantos tecnológicos, como las cámaras digitales, grabadores digitales, guías para identificar, muchas más personas dedicadas a la investigación y también muchas otras dedicadas a la observación de aves como hobby, pero que muchas veces aportan datos y registros muy interesantes.

¿Qué consejos esenciales le darías a alguien que recién se inicia en la observación de aves?

Sobre temas técnicos, usar binoculares de por lo menos 7X35, 8X40, 10x40, siendo el primer número el del aumento y el segundo el campo focal. Esas son unas buenas medidas para comenzar a observar. Las aves a veces son pequeñas, está lejos, y cuesta divisar los detalles a simple vista.

Llevar una guía lo más sencilla posible al principio, para identificar las especies más comunes: hornero, benteveo común, chingolo común, tero, algunas especies de palomas, zorzal común , sabiá común, calandria común, etcétera.

También está la importancia de hacer un curso introductorio, nosotros en ACUO lo damos desde 1998. A mucha gente se le abre un mundo nuevo luego del curso; por supuesto que no van a aprender a identificar a todas las especies en ocho clases, pero si a usar técnicas de cómo identificarlas, de qué forma actuar al acercarse al ave, etcétera. Tener en cuenta además que las mejores horas para realizar avistamientos es de mañana temprano, excepto si vamos a un bañado o a una laguna que ahí pude observarse durante todo el día.

 

 

Ejemplo: http://www.montevideo.com.uy/notnoticias_199815_1.html