Un triunfalista Maduro calificó de histórica la votación de más de ocho millones de venezolanos (41,5% del padrón electoral) en una polémica elección que la oposición acusó de "fraudulenta".

"Nace con una gran legitimidad popular. Tiene la fuerza de la legitimidad de un pueblo que salió a votar. La Asamblea Constituyente debe de tener conciencia del poder en sus manos", aseguró en la madrugada del lunes ante sus seguidores en la céntrica Plaza Bolívar.

La Asamblea Constituyente se instalará el miércoles en la sede del parlamento, dominado desde 2016 por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que desconoce a este nuevo órgano.

Y Maduro advirtió que los diputados pueden convertirse en blanco de la Constituyente. "Se acabó el sabotaje de la Asamblea Nacional, hay que poner orden (...). Habrá que levantar la inmunidad parlamentaria a quien haya que levantarle la inmunidad", dijo.

La Asamblea Constituyente regirá por tiempo indefinido Venezuela -por encima incluso del presidente-, con el encargo de redactar un nuevo texto que la oposición acusa instaurará en el país una dictadura comunista.

La Constituyente estará integrada por los más poderosos dirigentes del chavismo, entre ellos Diosdado Cabello, considerado el número dos; Cilia Flores, esposa de Maduro.

"No reconocemos este proceso fraudulento, para nosotros es nulo, no existe", dijo el líder opositor Henrique Capriles.

Los opositores se manifestarán este lunes a partir del mediodía en todo el país y el miércoles llamaron a una gran concentración en Caracas.

- ¿Sanciones? -
Además de las protestas opositoras, que ya cumplen cuatro meses y han dejado unos 125 muertos, el gobierno de Venezuela deberá lidiar con una creciente presión internacional.

Estados Unidos "condenó" la elección "viciada" y anunció que continuará "adoptando medidas enérgicas y expeditivas contra los artífices del autoritarismo en Venezuela", en un comunicado del Departamento de Estado.

"Un vocero del emperador Donald Trump dijo que no reconocen (...). ¿Qué carajo nos importa a nosotros lo que diga Trump? Nos importa lo que dice el pueblo de Venezuela", exclamó Maduro.

Aunque Washington no especificó en qué consistirían esas medidas, los analistas no descartan que puedan afectar la industria petrolera, de la cual depende Venezuela para obtener prácticamente todas sus divisas.

Venezuela atraviesa por una severa crisis económica, con una prolongada escasez de medicamentos y alimentos, y un cuadro macroeconómico para este año de una inflación que podría llegar a 720% y una caída del PIB de 12%, según el FMI.

Estados Unidos es el principal comprador de crudo venezolano, con importaciones de 800.000 barriles diarios sobre una producción de 1,9 millones.

La semana pasada, Estados Unidos sancionó a 13 funcionarios y militares cercanos a Maduro, entre ellos a Tibisay Lucena, presidenta del poder electoral, acusados de quebrar la democracia, violar derechos humanos o por corrupción.

Además de Estados Unidos, Colombia, Panamá, Perú, Argentina, Costa Rica, México y España anunciaron que desconocerán los resultados de la Constituyente. Brasil hizo un llamado a las autoridades venezolanas para que suspendan su instalación.

Perú convocó para el 8 de agosto una reunión de cancilleres de la región en Lima para analizar la situación.

"El gobierno se prepara para un escenario de aislamiento internacional severo e intenta unificar sus cuadros contra el enemigo externo", opinó el analista Luis Vicente León.

- "Socialismo insostenible" -
Maduro y su Constituyente cuentan con apoyo de los poderes judicial, electoral y militar. Pero un 80% de venezolanos rechaza su gestión y 72% su proyecto, según Datanálisis.

"Maduro está muy debilitado y contra las cuerdas. Si respetara la Constitución y llamara a elecciones, el chavismo resultaría perdedor. Con esta apuesta, rechazada masivamente en el país y en el extranjero, intenta ganar tiempo y perpetuarse en el poder", dijo a la AFP, Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano.

Pero para muchos esto podría acelerar el fin del chavismo. "El gobierno lo que hace cada segundo es cavar su propia tumba", aseguró el jefe del Parlamento de mayoría opositora, Julio Borges.

Paul Webster Hare, de la Universidad de Boston y exembajador británico en La Habana, consideró que Maduro "no ha triunfado".

"El socialismo venezolano no es sostenible, a diferencia de lo que pasó en Cuba entre 1961 y 1990, que tenía un poderoso aliado político en la Unión Soviética que le suministraba recursos a cambio de fidelidad", dijo Hare a la

AFP.