La jueza Patricia Rodríguez había considerado que la prisión domiciliaria era "proporcional" al delito de privación de libertad por el que se había formalizado al joven M.N.N.T., ahora imputado por el crimen del taxista Juan Carlos Nacaratto. La imposibilidad de colocarle una tobillera electrónica permitió que el joven evadiera la medida y terminara participando en un nuevo crimen.
M.N.N.T. fue formalizado en mayo de 2018 como coautor del delito de "privación de libertad agravada", por el caso que investigaba la desaparición de Federico Olivera, su compañero de trabajo.
En su momento, el fiscal Juan Gómez solicitó que se imputara a este hombre por un delito de privación de la libertad y que se le impusiera prisión preventiva mientras se continuaba la investigación. Sin embargo, la Justicia resolvió imponerle un arresto domiciliario con la colocación de una tobillera.
Según el expediente de ese caso al que accedió Montevideo Portal, en su momento la jueza Rodríguez entendió que "la prisión domiciliaria es proporcional" al riesgo de fuga y de entorpecimiento de la investigación. Además, recordó que la prisión preventiva debe ser "ultima ratio" y cuando las medidas alternativas "no fueren suficientes para asegurar los fines indicados".
Para la magistrada, la prisión domiciliaria en este caso cumplía "con los fines de aseguramiento tanto del imputado al proceso como de protección de la tarea investigativa pendiente".
En el expediente, la jueza consigna además que cuando la Oficina de Supervisión de Libertad Asistida (Osla) del Ministerio del Interior comunicó que no podía colocar la tobillera por no tener una conexión regular a UTE, el fiscal Gómez "en lugar de solicitar inmediatamente una urgente modificación" a la jueza, "dispuso que se realice el ingreso del encausado y sea controlado por planilla bajo control de esta oficina".
De todos modos, el fiscal Gómez había apelado la decisión de la jueza, que finalmente fue ratificada un Tribunal de Apelaciones. "Respeto al Poder Judicial y entiendo que no logré convencer a la magistrada que se imponía la prisión preventiva. Quizás la falla fue mía pero estoy seguro de que cumplí con el Código y fui al Tribunal a solicitarlo", explicó a Montevideo Portal.
En el mismo documento, de setiembre de 2018, la jueza consignaba que hasta el momento no constaba que el imputado hubiera incumplido la prisión domiciliaria.
Sin embargo, la Osla había notificado a la Justicia que el 21 de agosto de 2018 no encontró a M.N.N.T. en su domicilio, donde debía estar cumpliendo la medida cautelar.