La madre de Virginia, la joven de 27 años que permanece presa en Bolivia desde marzo de este año por portar 7 gramos de marihuana para consumo personal difundió un audio relatando su historia y pidiendo “ayuda” del gobierno y de la “gente” de Uruguay para que su hija “vuelva a casa pronto”.
“Soy Silvia, mamá de Virginia, Sofía y María. Les grabo este audio para pedirles ayuda. En marzo fuimos con mi hija Virginia de viaje a Bolivia. Teníamos muchas ilusiones de conocer el salar de Uyuni y el Lago Titicaca. Pero todas esas ilusiones se convirtieron en una pesadilla infernal cuando fuimos detenidas y conducidas a la cárcel de Obrajes en La Paz”, comienza su relato al que accedió Montevideo Portal este martes.
A continuación, Silvia habla de que su “desgracia comenzó al regreso” del viaje, “cuando en el Aeropuerto de La Paz encontraron en nuestro equipaje 7 gramos de marihuana”.
Tras esto, realiza una autocrítica: “Sí, lo sé, sé lo que estarán pensando: ‘¡Qué imprudencia, qué inconciencia, qué irresponsabilidad!’. Sí, todo eso es cierto”. “Pero la pesadilla que vivimos después y que nos tiene aun retenidas en Bolivia no la merece nadie”, contrasta.
“Fuimos tratadas como narcotraficantes y del aeropuerto nos llevaron a una celda fría, oscura, durante cuatro días”, cuenta y agrega: “La primera noche la pasamos abrazadas, llorando y con mucho miedo. Luego ingresamos al penal de Obrajes. Estar presas en un país extraño, aisladas de nuestra familia y nuestros amigos, sin nadie a quién recurrir, en condiciones muy desprovistas y a 4.000 metros de altura es aterrador”.
La mujer contó que en la cárcel “los días transcurren lentos y la incertidumbre es bestial”. “El sueño es lo único que trae olvido y alivio. Con ayuda de mucha gente, en espacial de la Embajada de Uruguay en Bolivia, pudimos sobrellevar esta situación sin enloquecer”, añadió.
“Hoy estoy libre, después de 106 días presa ya que se pudo demostrar mi inocencia. Virginia sigue presa, aunque no debería estarlo, porque en Bolivia el consumo no se pena con prisión. Y, en el caso de los extranjeros, se los pena deportándolos a su país de origen. Eso es lo que más deseamos, que la deporten y que mi hija vuelva a casa”, suma.
Ahora la joven “está sola, desesperada, aterrada, con miedo de no salir nunca más de allí”, plantea la madre.
“No pedimos ningún privilegio, solo que se cumpla la ley y que el jueves 11 de julio se haga la audiencia prevista para que Virginia pueda recuperar su libertad”, dijo en referencia a que, luego de haber sido reprogramada la semana pasada por problemas burocráticos, en esa fecha se espera que se celebre una audiencia en la que Virginia se declare culpable por consumo. A continuación, se solicitará un tratamiento del juicio como abreviado para su deportación inmediata.
Finalmente, la mujer agradeció el “tratamiento procesal que ha tenido el juzgado”, pero enfatizó: “Necesitamos ayuda de nuestro gobierno, de nuestra gente. Ayuda para pedir que Virginia vuelva a casa pronto”.