Mercedes Acosta fue condenada luego de que la Justicia comprobara su participación en la falsificación de certificados para conseguir la prisión domiciliaria al narcotraficante Juan Antonio González Bica, quien, a los pocos días de haber llegado a su casa, se cortó la tobillera y se fugó.
Junto con Acosta, también apareció el nombre de Matías Campero, quien se presentaba como abogado y hoy está condenado por usurpación de títulos y falsificación tras llegar a un acuerdo con la fiscal Mónica Ferrero.
La causa, que sigue abierta, investiga una serie de certificados falsos que se presentaban ante la Justicia con el fin de beneficiar a delincuentes. De acuerdo con la información que circuló en su momento, Campero trabajó con varios abogados y los estafó al hacerles creer que los documentos eran verdaderos.
La abogada, que llegó a un acuerdo con Ferrero y está en libertad vigilada tras ser defendida por Pablo Flores, estuvo cinco meses y 14 días en prisión preventiva. En las últimas semanas decidió romper el silencio que había mantenido hasta entonces. Lo hizo, según afirma, motivada por el hostigamiento mediático y de parte de sus colegas, que entiende que vivió durante un tiempo.
“Fueron meses duros desde que salí. Te diría que el tiempo que pasé adentro fue menos cruel de todo lo que sucedió cuando salí”, sostuvo Acosta en diálogo con Montevideo Portal. La penalista, quien actualmente no está habilitada para ejercer, aseguró que recibió “hostigamiento por parte de los colegas”.
En cuanto al proceso que encabezó la fiscal Ferrero, Acosta aseguró que no tiene ningún tipo de reproche y entiende que en todo momento fueron dadas las garantías. Sin embargo, puntualizó que no entiende por qué su nombre y su imagen fueron divulgados a la opinión pública.
“Se había pedido expresamente por la Fiscalía la reserva y la Justicia la había otorgado. No entiendo por qué —siendo primaria, que es un detalle importante— salió mi nombre, mi foto. Como si yo fuera una diva de la farándula”, sostuvo Acosta, y argumentó que esto impulsó una “condena social”. “Salieron a decir cosas personales mías, sobre mis hijas o sobre viajes que hice”, agregó.
Ante la consulta sobre cómo era su relación con Campero, Acosta aseguró que en enero o febrero del año pasado “una colega” se lo presentó. “Él mismo la nombra en su declaración a la Fiscalía”, aseguró la abogada. Además, sostuvo que junto a él solo actuó en la causa de González Bica y un patrocinio de un homicida por el que se llegó a un juicio simplificado.
“Sí lo patrociné en la audiencia de formalización en Maldonado”, indicó Acosta en referencia a una causa que involucró a Campero por un presunto secuestro del padre de un narcotraficante.
Sin embargo, la abogada aseguró que no fue ella quien presentó el escrito para lograr la prisión domiciliaria que el delincuente consiguió luego de haber sido enviado a la cárcel como medida cautelar. “Yo renuncié a los pocos meses. Ni presenté el escrito ni debatí para lograr el cambio de prisión”, agregó.
Acosta indicó que no tenía una relación diaria con Campero y tampoco compartían el mismo estudio. “No era amiga, no frecuentaba su casa ni a su esposa. Nada. No era cabecilla de los certificados truchos ni de ninguna organización”, agregó.
El vínculo con González Bica y otros narcos
De acuerdo con la versión de Acosta, ella llegó a defender al narcotraficante González Bica porque se lo presentó Campero. Además, reconoció que lo fue a visitar al Penal de Libertad para explicarle cuál iba a ser la línea que tendría la defensa, y dijo que también conoció a la esposa del delincuente. “Fue meramente profesional”, añadió.
En su momento, cuando Acosta fue imputada por la causa, muchos otros defensores comenzaron a asociarla con narcotraficantes y la tildaron de “abogada narco”, según dijo la penalista.
Sin embargo, ella aseguró que sus clientes eran “variopintos”. “Lo único que no defiendo son delitos sexuales, por un tema de convicción personal. Pero no tengo… mi clientela no era 90% narcos y 10% homicidas”, sostuvo, y enfatizó: “No soy una abogada narco”.
Acosta también afirmó que en ningún momento fue la abogada del narcotraficante Miguel Leal y tampoco la de Antony Suárez. “Ambos habían logrado evitar ir a la cárcel como preventiva, pero yo no intervine”, concluyó.