El ministro de Relaciones Exteriores, Mario Lubetkin, defendió nuevamente la postura adoptada por el nuevo gobierno de dejar de reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente de Venezuela, sin legitimar tampoco a Nicolás Maduro.

El canciller negó que esta posición favorezca al actual régimen del líder chavista. “Tómense el trabajo de buscar qué decían de mí en Venezuela en el momento en el que los parlamentarios me estaban criticando duramente. Les puedo asegurar que decían lo mismo”, dijo en entrevista con el programa Informativo Sarandí.

“Hay declaraciones del viceministro de Relaciones Exteriores de Venezuela durísimas contra mí y con el mismo lenguaje que los opositores uruguayos sobre el tema. Será casualidad, será lo que sea, pero de los dos lados me atacaron durísimo”, agregó.

Lubetkin manifestó que esta postura es “todo lo contrario a lavarse las manos”. “Nosotros no podemos ser la Corte Electoral de Venezuela. Está claro que ese proceso no lo reconocemos; ahora, nosotros no somos nadie para decir: ‘Señor, usted ganó las elecciones’”, argumentó.

Además, afirmó que “no pasa de seis” la cantidad de países que reconocen a González Urrutia como el presidente bolivariano.

Por otra parte, comparó esta situación con la del opositor Juan Guaidó, quien se juramentó como presidente encargado de dicho país entre 2019 y 2023. “¿Qué pasó con la comunidad internacional? Hubo un crecimiento en el reconocimiento sobre la figura de Guaidó. ¿Dónde está Guaidó?”, fustigó.

“La posición nuestra es la de la Unión Europea, la de México, la de Colombia. La Unión Europea apoyó a Guaidó, pero se dio cuenta de que lo mismo otra vez no se puede hacer. Nosotros estamos actuando como está actuando la comunidad internacional. Basta de leer las cosas en microclave en función del escenario uruguayo y olvidarnos del mundo”, añadió.

Ante el posible llamamiento al Parlamento por parte de la oposición sobre este tema, Lubetkin dijo que va a ir “siempre” y “cuantas veces lo llamen”. “Yo quiero ir, sentarme en frente a los parlamentarios y abrir un debate de todo lo que estamos diciendo sobre la política internacional. Eso es lo más sano y democrático”, finalizó.