El narcotraficante uruguayo Sebastián Marset habló sobre la posible entrega en la Fiscalía local, a raíz de que la semana pasada se barajara esa posibilidad.
Si bien el delincuente anunció el pasado domingo en el programa Santo y seña (Canal 4) que descartó tomar esta determinación, durante algunos días su abogado Santiago Moratorio estuvo en “conversaciones” con integrantes del Ministerio Público para saber qué “garantías” tendría en caso de someterse a un proceso judicial.
El tema, como era de esperar, trajo repercusiones en el ámbito local y el fiscal de Corte, Juan Gómez, envió un mensaje a la opinión pública al decir que el organismo “no negocia con narcotraficantes”.
Lo mismo hizo el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, en una rueda de prensa la semana pasada en Cerro Largo al decir que el gobierno no está dispuesto a entablar ningún tipo de conciliación con Marset.
Fuentes cercanas a Marset contaron a Montevideo Portal que las autoridades uruguayas “partieron de un error al hablar de negociaciones”. El narco y su defensa tenían claro desde un comienzo que el margen para poder llegar a un acuerdo era muy escaso, por eso estaban “conversando” para saber si había alternativas en caso de querer entregarse.
El informante puntualizó que estaban buscando saber cómo sería el proceso en caso de que Marset se sometiera a juicio. “Ni siquiera llegamos a hablar con gente del Ministerio del Interior, porque entendemos que es la Fiscalía la que se encarga de investigar y luego ir a un supuesto juicio o acuerdo abreviado”, agregó.
Otro de los factores que también influyó para que el delincuente se decantara por seguir prófugo es que en esos diálogos que mantuvo Moratorio tanto con la fiscal de estupefacientes Mónica Ferrero como con el de flagrancia Diego Pérez se le comunicó que seguramente Marset sería extraditado a otro país.
En la mencionada entrevista, Marset dijo que sueña con el “momento de volver a una vida normal”. La fuente puntualizó que la idea del narco era vivir en Uruguay, porque es donde se crio y —como dijo el pasado domingo en el programa televisivo— quiere que sus hijos se críen en su país de origen.