El ministro de Ambiente, Roberto Bouvier, brindó este lunes una conferencia de prensa para justificar la decisión del Poder Ejecutivo de autorizar la iniciativa para llevar adelante la construcción de la planta potabilizadora en Arazatí, en el marco de la transición de cambio de gobierno.

El secretario de Estado informó que hubo una modificación en el trazado de la tubería e indicó que tras analizarse los informes técnicos se concluyó que el proyecto denominado Neptuno “no generará impactos ambientales inadmisibles”.

“El informe técnico que da sustento a la decisión adoptada de dar la autorización ambiental está con acceso pleno a toda la ciudadanía. Para el ministerio el proceso ha sido clave por la transparencia, la solvencia técnica y el compromiso [de que el proyecto] asegura un desarrollo que respeta el entorno y garantiza la sostenibilidad de nuestros recursos para el futuro”, afirmó.

Por su parte, el director de la División de Emprendimientos de Alta Complejidad de Ambiente, Eugenio Lorenzo, dijo que se mantuvieron reuniones con las organizaciones y poblaciones que pueden ser más afectadas por el proyecto.

En esta línea, el ingeniero dijo que primero se mantuvo diálogo con las poblaciones locales de Arazatí, de Santiago Vázquez y Ciudad del Plata.

“En esas tres instancias tomamos contacto con la ciudadanía para relevar la percepción y las principales preocupaciones que tenían sobre el proyecto. Eso fue tomado en cuenta para el estudio de impacto ambiental e incluso surgieron modificaciones a la iniciativa inicial para minimizar los efectos ambientales que tendrá el proyecto sobre el entorno”, dijo Lorenzo.

El Proyecto Neptuno fue adjudicado por OSE al consorcio Aguas de Montevideo, integrado por las empresas Saceem SA, Berkes SA, Ciemsa y Fast Ltda.

Según la documentación presentada inicialmente, la inversión para llevar adelante la obra es superior a los US$ 300 millones. El objetivo de la planta es tomar agua del Río de la Plata en la zona de Arazatí (San José) y potabilizar el recurso para abastecer con agua potable la zona metropolitana.

 Además, para OSE la obra tendrá un costo anual de US$ 50,6 millones, que se repartirán entre US$ 45,6 millones que se pagará al privado por gestión y mantenimiento (bombas, tuberías, laguna artificial), más otros US$ 5 millones asociados a costos operativos de la planta potabilizadora, que sí será administrada por la empresa estatal.