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Mil horas

“Misión especial militar” por un cupo en la escuela Brasil: el periplo de unas 15 familias

Padres y familiares de niños se instalaron sobre avenida Brasil desde hace 24 o hasta 48 horas para concretar la inscripción a inicial.

11.10.2022 10:32

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2022-10-11T10:32:00-03:00
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Por Joaquín Symonds

Raúl llegó a la escuela Brasil n° 17 este lunes sobre las 13:00 horas. Fue el primero en poner su silla, el mate, una conservadora y varios libros que daban la pauta de que el tiempo de espera para inscribir a Romina —su nieta— iba a ser largo.

Lo mismo pasó con Gerardo, quien quedó varios casilleros más atrás que Raúl, pero decidió solo llevar su silla porque alternó las horas de espera con su esposa.

Sin embargo, hubo otros que no tuvieron más remedio que estar más de 24 horas sentados en la vereda y pasar la noche entre frazadas, sobres de dormir, cafés y comida rápida.

Beatriz llegó a eso de las 18:00 horas del domingo y cuenta que hay dos cosas que la mantienen con el impulso de seguir allí: la cafeína y las ganas de que su hijo reciba la “mejor educación” posible.

—¿Cómo pasó la noche?

—Horrible. El ruido de los autos y el frío. ¡El frío, muchacho!

Las puertas de la escuela Brasil se abren a las 10:30 horas. Hoy, a partir de esa hora, comienzan las inscripciones. Los funcionarios controlarán que los padres tengan todo lo necesario para anotar a sus hijos, y luego les darán un número con día y hora para concretar el trámite.

Mariana está deseando que llegue ese momento, porque asegura que está “muerta de cansada” y sus ojeras lo reafirman. Con el café en una mano y el celular en la otra, cuenta que pasó toda la noche despierta junto con su esposo.

Su hijo, Juan Martín, se quedó en lo de sus abuelos aprovechando que el lunes fue feriado. “Ni se imagina que estamos acá”, exclamó Mariana, quien automáticamente se dejó caer en el respaldo de la reposera.

Antes de Mariana, pero después de Gerardo, está William, el abuelo de Federica. Él también llegó sobre el mediodía del lunes. La inscripción de su nieta fue planeada como una “misión especial militar”, cuenta, y luego agrega que fue integrante de las Fuerzas Armada para justificar sus palabras.

Llegó alrededor de las 14:00 y a las 17:00 fue su hija junto a su yerno. Sobre el final del día decidieron que lo mejor sería pagarle a alguien para que ocupara su lugar.

Foto: Montevideo Portal

Foto: Montevideo Portal

—Los padres de la niña trabajan temprano y yo… bueno, estoy medio pasado de años para andar haciendo estas locuras.

—¿Era conocida la persona que se quedó?

—No, no. Es un cuidacoches que vive por acá y duerme en la calle. Le pagué $ 1.500 y se quedó hasta las 8:00 más o menos.

Las 15 familias que están instaladas sobre el muro de la escuela Brasil sabían de antemano que la espera sería larga.

Algunos tienen conocidos que hicieron lo mismo para inscribir a sus hijos, mientras que otros recuerdan que el año pasado en la misma fecha pasaron por allí y vieron una fila similar a la que hoy hacen ellos.

“Uno hace todo por los gurises”, dice Gerardo mientras da vuelta el mate y termina el último bizcocho de la bolsa de papel.

Requisitos

En el portón principal de la escuela hay una serie de afiches con lo que se debe presentar para realizar la inscripción para educación inicial. El período que se habilitó es desde este martes 11 hasta el próximo 23 de octubre.

Si el futuro alumno no tiene ningún hermano en la institución, se pide: constancia de domicilio, donde duerma el niño; constancia laboral o de estudio de la madre; cédula del niño y de los padres.

Además, se agrega: el carné de salud del niño, las vacunas vigentes y la libreta de matrimonio de los padres o partida de nacimiento. En los carteles se aclara que deben pensar “en dos escuelas más además de esta”. Las alternativas que deben presentar los padres se asignarán automáticamente en caso de que no haya cupos para la tan deseada escuela Brasil.

La Administración Nacional de Educación Pública usa un algoritmo que le asigna prioridad al menor que tiene hermanos en la escuela a la que se postula, además de a aquel que vive cerca de la institución o que tiene un adulto referente que trabaja o estudia cerca de allí.

En tanto, aquellos que hayan asistido a un CAIF el año anterior también contarán con prioridad y deberán presentar la constancia de asistencia, explicaron desde el organismo.

Ante la consulta de cuál es el principal motivo para querer mandar sus hijos a esa institución, varios padres argumentaron la cercanía con sus trabajos y el lugar donde viven. 

Además, otro atractivo que destacaron, es que es una escuela de Tiempo Extendido. Este último aspecto fue fundamental para que la escuela comenzara a recibir mayor cantidad de alumnos. 

En 2016 decidieron realizar la transformación, para que el centro educativo dejara de tener un horario simple. Esto fue apoyado por los docentes y administrativos de ese entonces, además de ser bienvenido por los padres de alumnos. 

Ese mismo año el cambio ya se notó en la educación inicial, ya que pasaron de tener seis niños anotados a cubrir los dos grupos de cuatro y cinco años, con unos 20 alumnos en cada uno. 

Por Joaquín Symonds