Phra Oat, un casto monje budista, lucía una “sonrisa serena” en su rostro mientras cercenaba su pene con un cuchillo de cocina y unas tijeras. Así lo relataron sus cofrades en un templo en la provincia tailandesa de Kanchanaburi.

El sangriento incidente ocurrió el 1º de enero. Afortunadamente, los monjes compañeros de Oat intervinieron a tiempo y evitaron que la mutilación fuera peor, según informa Daily Star.

Oat fue trasladado de urgencia al hospital después de cortarse los genitales. Según los testimonios, el monje de 27 no parecía sentir dolor mientras se mutilaba.

La acción tuvo lugar delante de otros monjes, quienes rápidamente quitaron las herramientas de las manos de su compañero y solicitaron asistencia médica.

El herido fue trasladado de urgencia al Hospital Makarak para recibir tratamiento médico. Allí los médicos pudieron suturar con éxito el pene del paciente, ya que este no había llegado a cercenarlo por completo.

“Todavía me siento mareado. No hay ninguna razón detrás de esto, simplemente sucedió”, dijo Oat en un mensaje de video emitido luego de la cirugía.

“No sufro depresión, no uso drogas y no tengo problemas en casa. Mis manos simplemente se movieron y comencé con el corte”, narró.

Los cofrades del lesionado dijeron que Oat había sido ordenado en la provincia de Sisaket y detallaron que recientemente “había mostrado signos de tristeza”.

Al monje, como a todos los demás ordenados, se le había prohibido ver mujeres o tener cualquier actividad sexual.

Funcionarios policiales fueron al hospital a interrogar al joven, pero lo encontraron demasiado aturdido como para responder.

De acuerdo con el citado medio, el templo donde reside el joven concedió que vaya a vivir a su ciudad natal hasta recuperarse y luego —si así lo desee— retorne a la vida monástica.

Por esa razón, la Oficina Budista de Kanchanaburi se coordinará con la Oficina Budista Provincial de Sisaket para organizar su tratamiento.