Ramiro Ayende, controvertido alcalde nacionalista del municipio sanducero de Porvenir, fue convocado el jueves a la Junta Departamental de Paysandú para que respondiera por una serie de episodios escandalosos que protagonizó en los últimos tiempos, y de los que hemos dado debida cuenta.
El comportamiento del alcalde hizo que esta semana la Intendencia Departamental de Paysandú decidiera asumir el control directo de la administración del municipio. Ante tal decisión, Ayende se negó a acatar la disposición —“me la paso por el culo”, fueron sus palabras— y las autoridades del departamento debieron romper la cerradura de la sede comunal.
En la sesión de ayer, y luego de más de tres horas de intervenciones que lo dejaron malparado, Ayende abandonó la sala luego de que el presidente, Marcelo Tortorella —correligionario de Ayende—, le solicitara que modificara su postura: no la política o administrativa, sino la física.
Tal como se aprecia en las imágenes, el alcalde de Porvenir se había desparramado sobre su butaca, y Tortorella le pidió que se sentara “correctamente”, tanto por una cuestión de decoro como por el hecho de que el respaldo de la silla dañaría la pared del edificio. Ayende se tomó a mal el pedido y decidió marcharse de la sala.
Durante la sesión, el edil interpelante David Helguera le pidió a Ayende que renunciara, lo que fue tomado por la Junta Departamental en su declaración, y la edila Sabrina Buono, cónyuge del intendente Olivera, “como edil y como esposa del Intendente” pidió a Ayende que probara sus recurrentes acusaciones contra su marido, al que señaló en repetidas ocasiones como “palanqueado por el narcotráfico”. En ese sentido, adelantó que se radicará una denuncia por difamación e injurias, según consigna el periódico local El Telégrafo.
Defensa y ataque
Minutos antes de marcharse, Ayende había soltado un duro alegato contra el gobierno departamental presidido por Nicolás Olivera, quien —según dijo días atrás a Montevideo Portal— lo tiene “podrido”.
“Tomaron el municipio, lo usurparon, me quitaron todo. Hoy estoy pagando dos abogados de mi bolsillo mientras el intendente usa los dineros del pueblo para recorrer los canales de televisión en todo el país hablando mal de mí”, dijo Ayende en su alocución, según recoge el citado medio.
También relató a su modo lo sucedido el 23 de agosto, cuando el intendente tuvo que concurrir con la policía, una escribana y un cerrajero, porque Ayende se negaba a abrir las puertas del CAIF de Porvenir.
“Cuando saco un vehículo para ir a ver un camino, llega Guadalupe Caballero [directora de Promoción Social del Mides] con un marrón, un cortafierro, tres funcionarios policiales, uno de Tránsito y dos de la Intendencia y agarraron la puerta de entrada al municipio a marronazos. No podía tolerar eso, me corre sangre por las venas. Llegó el Intendente y chumbaba a la Policía. Le faltó decir ‘tuca tuca’, nada más”, dijo.
“Mi pueblo fue violentado cuando fue tomado el municipio. ¿Qué quieren, que lo agarremos a besos? Ustedes los blancos dictadores...” dijo. “Nunca hice un acto de violencia, porque de otra manera habría caído preso. No vengo de una familia de narcotraficantes, sino de gente de bien. La gente de mi pueblo está caliente con el accionar del Ejecutivo comunal, mi gente es mansa pero cuando venga el voto, tendrán su castigo”, amenazó.
La mención a los “blancos dictadores” cayó mal a Tortorella, quien intervino al punto para replicar.
“El alcalde miente, como viene mintiendo desde que asumió. Es totalmente autoritario. Tendrían que vivir lo que nosotros vivimos en el Concejo de Porvenir porque mirarla de afuera no es lo mismo que cuando se vive teniendo un alcalde mentiroso, violento verbalmente. Hay que ver cómo trata a las mujeres concejales”, manifestó.
“A los vecinos del Frente Amplio es a quienes más le demoran los servicios. Un conocido mío pidió el servicio de barométrica y tuvo que esperar tres meses. Iba al vecino, al de enfrente, al del costado, pero no a él. Y así con todo. Atenderá bien a los 550 que lo votaron, al resto no; la gente nunca le importó. Pensé que iba a ser otra cosa esto, que se iba a tomar más en serio, pero es lo que hay. Como soy concejal del Municipio de Porvenir estoy muy acostumbrado al destrato”, dijo.
Rechazo del Frente Amplio
A su turno, la bancada frenteamplista rechazó el comportamiento violento de Ayende, conducta que ya había denunciado al principio de la actual administración, y también en la anterior, cuando Ayende también fue alcalde. Sin embargo, también manifestó su disconformidad con la intervención del Ejecutivo departamental en el municipio en cuestión.
“Considero que, más allá de las diferencias que podamos tener, porque tengo montones de diferencias ante la actuación del alcalde, es gravísimo que el Intendente haya intervenido el municipio”, dijo la curul frenteamplista Verónica Villareal.
Su correligionario Andrés Imperial calificó la sesión como el “gran culebrón de la coalición de gobierno, nacional y departamental, que nos da vergüenza a todos”.
“No vamos a entrar en defensa de violentos jamás”, añadió la también frenteamplista Natalia Martínez, secundada por su compañero de bancada, Fernando Rodríguez. “Este es un conflicto del Partido Nacional que no ha sabido resolverlo, así están invisibilizando los verdaderos problemas de la gente. Aquí hay un deterioro institucional enorme, me da vergüenza asistir a esta interpelación, ha sido un mamarracho porque lo trajeron al alcalde para acribillarlo; cuando era chico yo también hacia los mandados”, dijo este último.
Solicitud de renuncia
Tras la sesión, la Juta Departamental de Paysandú emitió una declaración en la que exhorta a Ayende a renunciar a su cargo de alcalde, documento que fue suscrito por las bancadas de los partidos Nacional y Colorado.
En el documento, se le pide a Ayende que abandone la jefatura comunal “ante la manifiesta ineptitud para el ejercicio del cargo, asegurando la paz social y política en el Municipio de Porvenir”. Asimismo, la Junta “repudia enfáticamente los hechos de violencia basada en género que han tenido como principal promotor al señor alcalde Ramiro Ayende, respecto a sus concejales así como autoridades del gobierno departamental de Paysandú” y “rechaza el menoscabo a la función esencial de contralor” de la Junta.
El documento también hace referencia al “intempestivo retiro de Sala del señor alcalde Ayende”, actitud que denotaría “una clara actitud que violenta el Estado de Derecho”.