La empresa encuestadora Cifra presentó este martes un nuevo estudio de opinión pública, en esta oportunidad sobre si los uruguayos firmarán o no el plebiscito para derogar la ley que reforma el sistema de seguridad social, esto antes de que inicie el proceso de recolección por parte del Pit-Cnt.
Según Cifra, cuatro de cada cinco uruguayos ya tienen una opinión sobre qué harían en el caso de que se les solicitara firmar. Entonces, un 30% estaría dispuesto a firmar, otro 15% probablemente lo hará y el 35% dice que no estaría dispuesto a firmar. “Una mayoría relativa, entonces, está a priori, a favor de la realización del plebiscito”, señala el estudio.
“¿Quiénes tienen más predisposición a firmar? Las personas de 30 a 59 años. Los más jóvenes y quienes están jubilados o en edad de jubilarse tienen menos probabilidad de firmar. Los más jóvenes no suelen estar interesados en la jubilación, una etapa que ven muy lejana. Los que se jubilaron o están por jubilarse suelen preferir que ‘todo siga como está’, porque perciben, correcta o incorrectamente, que cualquier cambio puede perjudicarlos”, expresa.
“Y, como casi siempre, la camiseta política pesa: entre quienes piensan votar al Partido Nacional, 28% seguro o probablemente firmaría; proporción que aumenta al 33% entre los que votarían a otros socios de la Coalición. Entre los que votarían a la oposición, en cambio, casi seis de cada 10 tienen una intención primaria de firmar. Los que no saben qué votarán en octubre del año próximo están ‘a medio camino’ de los partidarios del gobierno y de la oposición: el 45% de ellos firmaría, exactamente la misma proporción que la población en su conjunto”, añade.
Finalmente, Cifra expone que si la “actitud inicial hacia el plebiscito” sugiere que, si los promotores “trabajan bien”, lograrán conseguir las firmas para habilitar la instancia del plebiscito. No obstante, agrega que a esta altura del proceso, y con un apoyo menor a la mitad del electorado, “no se puede anticipar cuál sería el resultado del plebiscito”.
Finalmente, aclaran que, por lo que han sido históricamente los plebiscitos, se requiere de una gran mayoría del electorado a favor para que efectivamente tengan un resultado positivo, y traen a colación como ejemplo el plebiscito del agua del 2004.